01/10/2025 por Juan López de Jesús

Qué, cómo y por qué del aprendizaje servicio

 

La práctica de la enseñanza se encuentra en un estado de transición hacia un estilo más competencial. En este sentido se han incorporado nuevas metodologías didácticas a un entorno antes dominado por un sistema expositivo. En este artículo se presenta una aproximación a una de metodología que ofrece amplias posibilidades adaptadas a los nuevos estilos pedagógicos, el aprendizaje servicio. Se definirá en qué consiste esta metodología y los aspectos que la separan de otras experiencias similares; se proporcionarán una serie de estrategias para conseguir una implementación exitosa de proyectos de aprendizaje servicio en el aula; y se expondrán algunos de los beneficios más comúnmente observados para los involucrados como resultado de la ejecución de experiencias de aprendizaje servicio.


Palabras clave:

Aprendizaje servicio, comunidad, competencias, significativo


Education is in a transitional stage, heading towards a more compentencial style of teaching. To that end, a new array of methodologies have been added to a field that was previously dominated by the expositive system. This article presents an overview of a methodology that offers numerous posibilities geared to new pedagogic styles, service learning. It will define what this methodology actually intales and how it is different from similar experiences; a series of considerations and strategies to achieve a succesfull service learning experience will be provided; a some of the more commonly observed benefits to all parts involved in service learning experiences will be highlighted .


Keywords:

Service learning, community, competences, significant


1. El aprendizaje servicio

El aprendizaje servicio es una metodología pedagógica en la que el aprendizaje se produce a través de experiencias o programas específicos, desarrolladas por un grupo particular de jóvenes o adultos, en el contexto de instituciones educativas en una propuesta pedagógica y de intervención social (Tapia, 2010)

Existe diversidad de definiciones para referirse a esta metodología. Aun así, hay ciertos elementos presentes en todas ellas que forman el fundamento del aprendizaje servicio: "el aprendizaje ligado al currículo" y el "servicio voluntario a la comunidad" (Martinez-Odria, 2007). La metodología de aprendizaje servicio busca activamente combinar el aprendizaje basado en experiencias prácticas con el servicio comunitario inspirado en la idea de que todos los ciudadanos son responsables de contribuir al bien común (Moorman y Arellano-Unruh,2002 citado en Martinez-Odria, 2007).

En contextos educativos se pueden dar distintas actividades de servicio comunitario. Los grados de énfasis en los aspectos formativo y social de estas actividades determinan el tipo de actividad de servicio en el que se encuadran.

Figura 1. Cuadrantes del aprendizaje servicio. Fuente: Service Learning 2000 Center, 1996.

Como se puede interpretar de la Figura 1, una experiencia de aprendizaje servicio incluye una intervención útil a la comunidad que suponga una alta valoración como servicio y al mismo tiempo tener un elevado valor desde el punto de vista del aprendizaje. En caso de no ser así la actividad propuesta caería en otro de los cuadrantes y no sería aprendizaje servicio propiamente dicho. Estos cuadrantes fueron definidos originalmente por el Service Learning 2000 center de la Universidad de Stanford y posteriormente adaptados por Tapia (2010).

La primera vez que aparece el término de aprendizaje servicio fue en el año 1967, refiriéndose a un proyecto de desarrollo local llevado a cabo de manera conjunta por estudiantes y docentes universitarios y organizaciones sociales de Tennessee-EE.UU.

El uso de estas metodologías, sin embargo, se había dado desde mucho antes. Un proyecto de las Appalachian Folk Schools, llevado a cabo en Estados Unidos a mediados de la década de los 1910s y que incluyó los contenidos del currículo con el trabajo social dentro de una estrategia pedagógica se considera según varios autores (Shapiro, 1978; Titlebaum et al., 2004; Levine, 2006; Tapia, 2008 citados en Ochoa Cervantes et al., 2018) como el primer caso documentado de la utilización del aprendizaje servicio.

En los años noventa expertos en la metodología de aprendizaje servicio publicaron varios artículos en los que se recogían recomendaciones para la implementación adecuada de la metodología y su inclusión en los programas de preparación de los futuros docentes (Al- Barwani et al., 2013).

En el contexto de España los últimos veinte años han supuesto el principal periodo de desarrollo de buenas prácticas de aprendizaje servicio. En 2002 la Fundación Fórum Cívico Educativo comenzó a operar en España con la visión de fomentar el aprendizaje servicio como metodología educativa.

La primera experiencia de aprendizaje servicio se llevó a cabo en el Instituto de Formación Profesional Tierras de la Bañeza, en la provincia de León. Los alumnos del grado en Auxiliar de Enfermería realizaron un estudio para detectar los problemas de salud más comunes en la zona. Se descubrió que muchos accidentes se daban por falta de información sobre la manera de responder a estas situaciones y se puso en marcha un proyecto de formación en primeros auxilios.

2. Estrategias de implementación del aprendizaje servicio

La implementación e institucionalización exitosa de la metodología de Aprendizaje Servicio (ApS) se facilita observando una serie de medidas y estrategias, tanto a nivel del docente como a nivel de dirección y administración del centro educativo.

El docente, como encargado de la organización y gestión directa de la actividad, ejercerá la mayor influencia en la marcha de una actividad de ApS con sus decisiones. Desde el punto de vista organizativo, varios autores coinciden en señalar que los procesos de aprendizaje servicio deben superar una serie de etapas para alcanzar los objetivos deseados. Si bien es verdad que el nombre y el número de las fases varía según el autor, existe un consenso general de que se requiere una fase inicial de preparación del proyecto, que implica identificar el problema y decidir la acción a tomar; una fase de ejecución del plan y una fase de cierre, en la que se interioriza y se demuestra lo aprendido (Tapia, 2010; Al Barwani et al, 2013; Mayor, 2020).

A lo largo de estas fases, debe haber un proceso de reflexión continua de manera transversal, de modo que durante todo el proceso los alumnos tomen consciencia de lo que están aprendiendo y cómo se relaciona con las actividades de servicio y con el currículo educativo. El grado de profundidad y la estructuración consciente de la reflexión, afectan de manera fundamental la efectividad del aprendizaje servicio (Mayor, 2020). Esta reflexión conducida mediante preguntas sabiamente dirigidas es el elemento clave para que cada grupo de estudiantes establezca la conexión entre su propio proyecto de ApS y los contenidos curriculares. Las preguntas han de ser lo suficientemente abiertas para evitar evocar respuestas estandarizadas, y lo suficientemente dirigidas como para que el alumnado sienta la necesidad de repensar los contenidos de la asignatura, interiorizarlos y transformarlos en competencias para la intervención planeada en la comunidad. (Vazquez Verdera, 2015)

En la literatura se recogen tres características que distinguen a los proyectos de calidad entre los programas de Aprendizaje Servicio a tener en cuenta por el docente a la hora de gestionar esta metodología en el aula de manera óptima.

La primera se refiere al protagonismo activo de los alumnos en la gestión y liderazgo de todas las fases del proyecto con los educadores en función de acompañantes. Es necesario involucrar a los alumnos en la toma de decisiones sobre el proyecto, su planificación y logística para promover un sentimiento de propiedad sobre el proyecto y de conexión con la comunidad. En caso de quedar fuera de estos procesos será más difícil que los alumnos se vean como piezas centrales del proyecto y no como el último eslabón de la cadena. Perdiéndose, por tanto, la oportunidad para el desarrollo personal y social del alumnado y de construir nuevas relaciones con la comunidad.

La segunda consiste en satisfacer necesidades reales de la comunidad y hacerlo de manera integrada con organizaciones locales. A través de actividades concretas, adecuadas a la edad del alumnado, con la finalidad de solucionar problemáticas comunitarias identificadas por el alumnado

La tercera es la planificación de los aprendizajes en articulación con la actividad de servicio, Las actividades de servicio realizadas deben guardar estrecha relación con los conocimientos curriculares tratados en el aula y ética ciudadana. La aplicación de los conocimientos adquiridos en clase para dar solución a problemáticas reales genera entre el alumnado la conciencia de la utilidad de los aprendizajes y su importancia para la comunidad.

La atención a los aspectos mencionados hasta ahora será responsabilidad del docente que gestiona la actividad directamente en el aula. Por otro lado, existen una serie de medidas y consideraciones que conviene observar desde los puestos de administración para facilitar e incentivar la utilización del ApS en los centros educativos. Hou y Wilder (2015) estudiaron la experiencia de profesores en educación universitaria utilizando la metodología de ApS y recogieron algunas estrategias propuestas por los docentes para potenciar e institucionalizar el uso del aprendizaje servicio. Algunas de las estrategias mencionadas responden a dificultades fundamentales y son aplicables en cualquier nivel educativo. Las principales de estas medidas de alcance general se pueden sintetizar en proporcionar profesores de apoyo a los docentes que utilizan esta metodología para aligerar la carga de trabajo añadido que conlleva; dar asesoramiento para establecer conexiones con la comunidad y proporcionar información sobre con quién se debe contactar para coordinar la acción en la comunidad; y ayudar a dar visibilidad a los impactos positivos que se derivan de este tipo de cursos, tanto educativa como socialmente.

3. Beneficios del uso del aprendizaje servicio

La metodología ApS, como se ha visto, requiere de un esfuerzo consciente en varios niveles para llevarse a cabo de manera exitosa. Estos esfuerzos, sin embargo, se ven recompensados por un abanico de efectos positivos documentados como resultado de los proyectos de ApS, en el plano educativo, social y emocional. Estos beneficios alcanzan no solo al alumnado participante en el proyecto como sus protagonistas sino a docentes, el centro educativo y la comunidad educativa en general.

3.1. Beneficios para el alumnado

El alumnado que participa en experiencias de aprendizaje servicio experimenta una serie de beneficios como resultado de las características distintivas de esta metodología.

Desde el punto de vista de los resultados académicos el ApS proporciona resultados que justifican su uso siempre que haya oportunidad. Estudios realizados sobre el uso de esta metodología pedagógica han reflejado mejoras en el nivel académico, de dominio de los contenidos de los estudiantes y de interés en la materia en comparación con grupos que no han utilizado ApS. (García-Rodicio y Silió Sáiz, 2012)

Constituye también una excelente herramienta para conseguir un aprendizaje procedimental. La oportunidad de aprender haciendo, combinada con la guía de un experto en forma de evaluación formativa resulte en un mejor aprendizaje de procedimientos por parte de los alumnos (Aleven & Koedinger, 2002 citado en García-Rodicio y Silió Sáiz, 2012).

La inmersión de los alumnos en problemas prácticos de mundo real que propone esta metodología supone una oportunidad para practicar procesos de asociación de conceptos y de observación de la realidad. Requiere elaborar procedimientos de actuación aplicando un pensamiento interdisciplinar por parte del alumno rompiendo la compartimentación de los contenidos que domina la educación tradicional. Estudios como el de Gil, Bråten, Vidal-Abarca y Strømsø, (2010 citado en García-Rodicio y Silió Sáiz, 2012) señalan que aplicar los conocimientos adquiridos para dar soluciones a problemas reales y ser capaz de defenderlas, fomenta el aprendizaje profundo y resulta en una mejor comprensión de los materiales didácticos que contestar un examen o elaborar una redacción.

A través de experiencias de ApS el alumnado desarrolla su conocimiento del mundo que les rodea, sus problemas, las causas de los mismos y su impacto y establece contacto con agentes de acción y transformación social. Eyler y Giles (1999) mantienen que los estudiantes involucrados en estos procesos de adquieren habilidades y destrezas que posteriormente les serán de beneficio para el desempeño profesional, tales como habilidades de comunicación, autoconocimiento de las propias destrezas y preferencias profesionales (Berkas, 1997; Billig, Jesse, Calvert y Kleimann, 1999 citados en Martinez-Odria 2007)

Desde un punto de vista emocional el aprendizaje servicio implica actividades que hacen que los alumnos se sientan útiles y reconocidos, lo que contribuye a desarrollar la autoestima (Mendía Gallardo, 2012) del mismo modo incrementa el sentimiento de pertenencia en el alumnado y hace que se sienta más involucrado en la escuela y en la comunidad en general (García-Rodicio y Silió Sáiz, 2012). Los participantes en iniciativas de aprendizaje servicio guardan, por lo general, una buena opinión de su experiencia y de la utilidad que la misma ha tenido en su educación (Puig et al, 2007).

3.2. Beneficios para docentes y centros educativos

El centro educativo y el claustro también se obtienen beneficios del aprendizaje servicio. En primer lugar, se enriquece la enseñanza y se contribuye a identificar nuevas oportunidades de innovación. Al mismo tiempo, la implicación en la comunidad mejora la imagen de la escuela y la forma en que es percibida por las entidades del entorno (Al Barwani et al 2013). A través del aprendizaje servicio la escuela puede, por tanto, incrementar el reconocimiento que recibe del resto de la comunidad y hacerse un lugar prominente en ella como una fuente de cambio positivo en el entorno. A nivel particular, los docentes usuarios de la metodología ApS a menudo experimentan un sentimiento de satisfacción, motivación y revitalización derivado de haber otorgado relevancia al proceso educativo para sus alumnos (Puig et al, 2007). (Ammon, 2002; Balazadeh, 1996; Hesser, 1995; McMahon, 1998; Wade, 1997; Wade, Anderson, Yarbrough, Pickeral, Erickson y Kromer, 1999 citados en Martinez Odria 2007).

3.3. Beneficios para la comunidad

Los beneficios para la comunidad en su conjunto van más allá del resultado de las acciones de servicio que se lleven a cabo que proporcionan recursos humanos para satisfacer necesidades en la comunidad. Los alumnos desarrollan más actitudes cívicas, progresan en la educación en valores y muestran más interés en los problemas sociales y programas de voluntariado (Eppler et al, 2011; García-Rodicio y Silió Sáiz, 2012; Mendía Gallardo, 2012). Se fomenta una ética de colaboración y crean sinergias entre agentes sociales y educativos para enriquecer el capital social del centro educativo y de las personas involucradas (Mendía Gallardo, 2012; Al Barwani et al 2013).

A través del servicio a la comunidad se produce también una mejora de la imagen de la juventud que perciben los mayores. Se han reportado mejoras las relaciones intergeneracionales en la comunidad y disminución del vandalismo y el consumo de sustancias en comunidades donde se implementan este tipo de experiencias ApS (Martinez-Odria, 2007).

Resulta importante señalar que el aprendizaje servicio es un vehículo excelente para favorecer la educación inclusiva y promover la cohesión entre el alumnado del centro educativo. La metodología de aprendizaje servicio se sustenta en la convicción de que todo el mundo tiene algo positivo que ofrecer a la comunidad (Tapia, 2010). Alumnos con dificultades escolares o con diferentes capacidades pueden ser parte activa del esfuerzo colectivo dentro de su nivel competencial. De manera similar permite a miembros de sectores de bajos ingresos convertirse en protagonistas de la mejora de su entorno a través de su desarrollo personal (Tapia 2010; Mendia Gallardo, 2012).

Conclusiones

La metodología ApS ha ido ganando popularidad entre la comunidad educativa a todos los niveles desde finales de siglo pasado. La posibilidad de combinar el aprendizaje ligado al currículo al mismo tiempo que se proporciona un servicio voluntario a la comunidad otorga a esta metodología una identidad distintiva y unas posibilidades pedagógicas y formativas únicas.

Para llevar a cabo una implementación exitosa de una verdadera experiencia de aprendizaje servicio es necesario prestar atención a varios factores que constituyen el fundamento de la metodología. En primer lugar, incorporar en igual grado de importancia el trabajo en la comunidad y el aprendizaje de los contenidos del currículo, sin dejar que un aspecto del proyecto domine sobre el otro. Es necesario también planificar las etapas en las que estructurará la experiencia de antemano y guiar al alumnado en su reflexión a través de ellas, dejando siempre la elaboración y las decisiones del propio proyecto en sus manos. El ApS debe siempre atender necesidades reales de la comunidad, por lo tanto, la colaboración con agentes de la comunidad en la detección y solución de estos problemas será otra parte importante de la experiencia del alumnado en su proyecto. Este tipo de tarea puede resultar abrumadora para el docente que se puede encontrar necesitado de apoyo para dinamizar el proyecto o de asesoramiento sobre los organismos o individuos de la comunidad con los que contactar para materializar el proyecto del alumnado.

La popularidad del ApS continúa gozando de buena salud a pesar de su alta demanda de tiempo y esfuerzo. Esto sucede como consecuencia de la batería de efectos positivos que resultan de este tipo de experiencias. El alumnado recibe beneficios en su desempeño académico además de mejoras emocionales en su motivación y autoestima y desarrollo de habilidades de planificación y resolución de problemáticas reales. El centro educativo y los docentes ven mejorado su perfil en la comunidad y abre nuevas áreas de innovación educativa. Por último, la comunidad se beneficia de los efectos del proyecto sobre el problema a resolver, además, de manera adicional se mejoran las relaciones entre los mayores y los jóvenes y se establece una red de colaboraciones entre agentes sociales y educativos que favorece la actividad de ambos grupos.

REFERENCIAS

Libros:

  • Eyler, J. S. & Giles, D. E. (1999). Where’s the Learning in Service-Learning? San Francisco: Jossey-Bass.
  • Puig J.M., Batlle, R, Bosch, C, Palos, J(2007). Aprendizaje servicio. Educar para la ciudadanía. Barcelona: Octaedro

Revistas:

  • Al Barwani, T, Al-Mekhlafi,A. y Perur Nagaratnam,R. (2013). “Service-Learning Might be the Key: Learning From the Challenges and Implementation Strategies in EFL Teacher Education in Oman”. International Journal of Instruction. 6, 109-128
  • Eppler, M.A. , Ironsmith, M. , Dingle, S.H.  y M.A. Errickson, M.A. (2011). “Benefits of service-learning for freshmen college students and elementary school children”. Journal of the Scholarship of Teaching and Learning, 11, 102-115
  • Hou, S. y Wilder,S (2015). “Changing Pedagogy: Faculty Adoption of Service-Learning: Motivations, Barriers, and Strategies Among Service-Learning Faculty at a Public Research Institution”. SAGE Open. 5, 1-7
  • Martinez-Odria, A (2007) “Service-learning o aprendizaje-servicio. La apertura de la escuela a la comundidad local como propuesta de educación para la ciudadanía”. Bordon, 59 (4), 2007, 627-640
  • Mayor, D. (2020). “Aprendizaje-Servicio como estrategia metodológica para impulsar procesos de educación expandida”. Multidisciplinary Journal of Educational Research, 10, 47-74.
  • Mendía Gallardo, R. (2012) “El Aprendizaje-Servicio como una estrategia inclusiva para superar las barreras al aprendizaje y a la participación (Service-Learning as inclusive strategy to Overcoming Barriers to learning and participation)”. Revista educación inclusiva, 5, 71-82
  • Ochoa Cervantes, A, Pérez Galván, L.M., Salinas, J.J (2008) “El aprendizaje-servicio ApS como práctica expansiva y transformadora”. Revista Iberoamericana de Educación. 76, 15-34
  • Tapia, M. N. (2010). “La propuesta pedagógica del "Aprendizaje-Servicio": una perspectiva latinoamericana”. Tzhoecoen, revista científica, 5, 23-43.
  • Vázquez Verdera, V. (2015). “El aprendizaje-servicio: una estrategia para la formación de competencias en sostenibilidad”. Foro de Educación, 13, 193-212.

Links:

  • García-Rodicio, H. y Silió Sáiz, G. (2012). Tomando la temperatura al Aprendizaje-Servicio.¿Qué procesos de aprendizaje fríos y cálidos promueve?. Revista Iberoamericana de Educación, 60(2). Consultado 15-10-2024 en https://doi.org/10.35362/rie6021318

 

 
 
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