Mediante el presente artículo se analiza la relación entre los distintos estilos de liderazgo en el aula y el perfil del alumnado, empleando el Modelo pedagógico de Educación Deportiva, donde se fomentó un entorno de colaboración y el trabajo en equipo en un aula donde los alumnos comprenden de los 14 a los 16 años de edad. Se analizaron tres distintos estilos: transformacional, transaccional y pasivo/evitador, relacionándolos con cada perfil del alumnado y sus comportamientos, buscando áreas de mejora y el efecto del liderazgo positivo en el clima del aula, con una finalidad de mejorar el ambiente educativo hacia un clima más inclusivo y enriquecedor, así como un desarrollo integral del individuo.
Palabras clave: Liderazgo, Modelo Pedagógico, Educación Deportiva, Perfil del alumnado, Clima de aula.
This article analyzes the relationship between different classroom leadership styles and student profiles, using the Pedagogical Model of Sports Education, which promotes a collaborative environment and teamwork and the students are between 14 and 16 years old. Three differents styles were analyzed: transformational, transactional, and passive/avoidant, relating them to each specific student profile and their behaviors, seeking areas of improvement and the effect of positive leadership on the classroom climate, with the aim of enhancin the educational environment towards a more inclusive and enriching atmosphere, as well as the holistic development of the individual.
Keywords: Leadership, Pedagogical model, Sport Education, Student profile, Classroom climate.
1. INTRODUCCIÓN
El estilo de liderazgo se refiere al patrón típico de conducta que adopta el líder con el objetivo de guiar a los colaboradores hacia el alcance de las metas de la organización (López, J. y Beltrán, J., 2020). El modelo propuesto por Bass y Avolio (1977) establece tres tipos de liderazgo: Transformacional, Transaccional y Pasivo/Evitador, los cuales representan los comportamientos que tienen los individuos para direccionar los equipos de trabajo (Pedraja-Rejas, L. et al., 2019).
El estilo transformacional se caracteriza por la creación de un propósito, o una visión, considerando tanto la dirección estratégica de la organización como las necesidades de los trabajadores (Yue, C.A. et al., 2019), promoviendo de esta manera un clima de respeto y apoyo. Los líderes transformacionales tienen la capacidad de lograr una influencia idealizada en base a sus comportamientos y características exhibidas, logrando que los subordinados los transformen en un modelo de referencia (Araneda-Guirriman, C. et al., 2016).
El estilo transaccional se basa en un intercambio de información fluida entre líderes y seguidores, donde los primeros detectan las necesidades y deseos de sus seguidores, definen objetivos y tareas, y recompensan a estos si tienen niveles de rendimiento óptimos. Este estilo se reconoce como funcional, en el sentido de que mantiene el flujo normal de las operaciones de una organización, garantizando el cumplimiento de los procesos para obtener los resultados deseados (Almirón-Arévalo, V. et al., 2015).
Por último, el estilo pasivo/evitador está compuesto por las dimensiones: laissez-faire, donde el líder evita tomar decisiones y controlar a los seguidores, y administración por excepción pasiva, donde los líderes intervienen únicamente después de ocurrir un error (Russell, Z. A. et al., 2018).
1.1. Relación de los estilos de liderazgo con los perfiles del alumnado
El estilo transformacional se relacionaría con el perfil de alumno que trata de llevar la dominancia del grupo, con miras a alcanzar un objetivo común. El estilo transaccional se relacionaría con el perfil de alumno que sabe que está al mismo nivel que sus compañeros y que es el que trata de hacer todas las cuestiones necesarias al profesor con miras a facilitar el alcance del objetivo a todo el mundo. Por último, el estilo pasivo/evitador se relacionaría con el perfil de alumno al que, sin haber motivo aparente, todos sus compañeros siguen buscando su aceptación.
1.2. Modelo de esucacióndeportiva
Para el desarrollo de esta actividad se empleó el modelo pedagógico de educación deportiva, siguiendo un proceso de forma pautada y estructurada a lo largo de la investigación. Para ello, en primer lugar, se creó un entorno de colaboración en el que se enseñó al estudiantado a cooperar con el fin de implantar de manera exitosa la metodología del aprendizaje cooperativo.
El primer elemento que se desarrolló fue la cohesión grupal, tratando que todos los integrantes de la clase trabajasen de forma conjunta los unos con los otros a fin de lograr objetivos comunes, y que no solo lo hiciesen con aquellos vínculos más cercanos que encontrasen en el aula de forma individual, esto fue implementando con cambios constantes de los compañeros de trabajo con los que realizaban la actividad, fomentando que tuvieran que relacionarse con otras personas y trabajar con las mismas de forma continua. Posteriormente, se realizaron agrupamientos, que fueron elegidos por el docente y se realizaron prestando especial atención a aquellos alumnos que podrían plantear algún tipo de rechazo por el resto de compañeros, o directamente quedar autoexcluidos de la actividad por no sentirse capaces de realizarla, o bien que no les supusiera ningún tipo de atracción. En dichos grupos cada miembro del grupo trabajaría de forma conjunta con sus compañeros.
Además de todas estas consideraciones expuestas se realizó una formación a aquellos docentes que impartían las clases con el fin de educarlos en un entorno menos competitivo, así como emplear un tipo de comportamientos, así como un lenguaje que incite menos a la competición en sí, que es a lo que los docentes siempre han estado acostumbrados (realizar tareas en el menor tiempo posible con respecto a los demás, lograr una mayor cantidad de puntos, hacer determinada tarea mejor que otro, etc.).
Para esta investigación se consideró realmente trascendental saber transmitir al alumnado que lo que se busca durante el transcurso de las sesiones no es tanto el proclamarse vencedor, sino disfrutar del proceso de aprendizaje, así como ser capaces de formar un único grupo que trabaje de forma conjunta a lo largo de las sesiones de una forma eficiente y con unos vínculos sanos entre todos sus componentes, es por tanto que se trató de realizar actividades en las que la competición no sea el factor determinante en sí.
Objetivo
El siguiente artículo que se plantea busca mejorar el clima del aula teniendo en cuenta los distintos tipos de líderes presentes en el alumnado de la ESO mediante una situación de aprendizaje en la que se emplea el modelo pedagógico de educación deportiva, sobre el cual se van a desarrollar todas las actividades.
2. Metodología
2.1. Muestra
La muestra a la cual va dirigida la intervención es un grupo de estudiantes de 4º de ESO de la Comunidad Autónoma de Andalucía, que conforma un grupo total de 30 estudiantes, 14 mujeres y 16 hombres, de edades comprendidas entre los 15 y los 16 años. Hay un estudiante que requiere de adaptaciones curriculares porque tiene Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad
2.2. Instrumentos
¿Qué herramientas vamos a emplear para hacer las sesiones y cómo las vamos a implementar?
2.3. Contextualización legal
3. Sesiones
TIEMPO |
ACTIVIDAD |
DESCRIPCIÓN |
5’ |
Bienvenida |
El docente da la bienvenida a los estudiantes y explica el objetivo de la sesión: mejorar el clima del aula y fomentar el liderazgo a través de actividades deportivas. Se resalta la importancia del respeto mutuo y la colaboración en todas las actividades. |
5’ |
Juegos de presentación |
"Líder por un día": Los estudiantes se dividen en grupos y cada grupo elige a un líder. El líder debe guiar a su equipo en una actividad corta de calentamiento, como correr alrededor del campo o realizar estiramientos. Los demás miembros del equipo deben seguir las instrucciones del líder. |
10’ |
Circuitos de trabajo en equipo |
Se organizan circuitos con diferentes estaciones que requieren colaboración y comunicación entre los miembros del equipo. Por ejemplo, estaciones de carreras de relevos, juegos de pases de balón en equipo, saltos de obstáculos con compañeros animando, etc. Se enfatiza la importancia de la coordinación y el apoyo mutuo. |
5’ |
Discusión y reflexión grupal |
Los estudiantes se reúnen en círculo y comparten sus experiencias como líderes y miembros del equipo. Se discute cómo se sintieron al liderar y al seguir, y qué estrategias funcionan mejor para trabajar en equipo. Se fomenta la reflexión sobre la importancia del liderazgo positivo y la colaboración en el aula y en la vida cotidiana.
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15’ |
Juego de equipo con roles asignados |
Se organizan juegos deportivos (por ejemplo, fútbol, baloncesto) donde se asignan roles específicos a cada estudiante: líder del equipo, defensor, atacante, etc. Los líderes deben dirigir estrategias y motivar a su equipo, mientras que los demás miembros cumplen con sus roles para alcanzar el objetivo del juego. |
10’ |
Enfriamiento y reflexión final |
Se realizan una serie de ejercicios de enfriamiento y estiramientos suaves. Luego, los estudiantes se reúnen en círculo para una breve reflexión final sobre lo aprendido durante la sesión. Se anima a los estudiantes a compartir cómo se sintieron trabajando juntos y qué aprendieron sobre el liderazgo y la colaboración. |
TIEMPO |
ACTIVIDAD |
DESCRIPCIÓN |
5’ |
Repaso y recordatorio |
El profesor repasa brevemente los conceptos y habilidades aprendidos en la sesión anterior, destacando la importancia del liderazgo positivo y la colaboración en el trabajo en equipo. Se recuerda a los estudiantes que cada uno tiene un papel importante en el grupo y se les anima a seguir practicando estas habilidades. |
10’ |
Juego de roles en situaciones de conflicto |
Se organizan actividades donde los estudiantes deben resolver conflictos simulados dentro del grupo, asignando roles específicos a cada estudiante (mediador, negociador, mediador, etc.). Se enfatiza la importancia de la comunicación efectiva, la empatía y la búsqueda de soluciones pacíficas para resolver los conflictos |
15’ |
Desafíos de liderazgo en actividades deportivas |
Se plantean desafíos específicos donde los estudiantes deben demostrar liderazgo en situaciones deportivas, como diseñar estrategias de juego, dirigir tácticas durante un partido, motivar al equipo en momentos difíciles, etc. Se brinda retroalimentación positiva y se destacan las habilidades de liderazgo mostradas por cada estudiante. |
5’ |
Discusión y análisis de los desafíos enfrentados |
Los estudiantes se reúnen en grupos pequeños para discutir los desafíos de liderazgo que enfrentaron durante las actividades deportivas. Se reflexiona sobre qué estrategias funcionan mejor y cómo podrían mejorar en futuras situaciones. Se comparten las lecciones aprendidas con toda la clase. |
10’ |
Juego recreativo de equipo |
Para cerrar la sesión de manera lúdica y relajada, se realiza un juego recreativo de equipo donde se promueve la diversión, la cooperación y el compañerismo. Puede ser un juego de relevos, una carrera de obstáculos en equipos, o cualquier actividad que fomente la unión del grupo y la celebración de los logros alcanzados. |
5’ |
Reflexión final y cierre |
Se reserva un momento final para que los estudiantes compartan sus impresiones sobre la sesión y lo que han aprendido sobre el liderazgo y la colaboración. El profesor refuerza los aspectos positivos observados en los estudiantes y motiva a seguir trabajando juntos hacia un clima de aula aún más positivo y solidario. |
TIEMPO |
ACTIVIDAD |
DESCRIPCIÓN |
5’ |
Repaso y recordatorio |
El profesor repasa brevemente los conceptos y habilidades aprendidos en la sesión anterior, destacando la importancia del liderazgo positivo y la colaboración en el trabajo en equipo. Se recuerda a los estudiantes que cada uno tiene un papel importante en el grupo y se les anima a seguir practicando estas habilidades. |
10’ |
Ejercicios prácticos de liderazgo |
Se asignan a los estudiantes roles de liderazgo durante la realización de ejercicios prácticos. Por ejemplo, se pueden formar equipos y cada equipo debe elegir a un líder para organizar y dirigir una actividad deportiva específica, como un partido de fútbol o una carrera de relevos. |
20’ |
Dinámica de resolución de problemas en equipo |
Se plantea a los estudiantes un problema o desafío que deben resolver en equipos, fomentando la colaboración y el pensamiento crítico. Los equipos deben identificar el problema, proponer soluciones y trabajar juntos para implementar la mejor estrategia. Al final, se comparten las soluciones y se discuten los aprendizajes. |
10’ |
Discusión y análisis de las experiencias |
Los estudiantes se reúnen en grupos pequeños para discutir las experiencias de liderazgo y colaboración vividas durante las actividades prácticas. Se reflexiona sobre los desafíos enfrentados, las estrategias utilizadas y las lecciones aprendidas. Se comparten los puntos de vista en una discusión grupal. |
10’ |
Práctica de retroalimentación constructiva |
Se realizan ejercicios de retroalimentación donde los estudiantes practican dar y recibir comentarios constructivos sobre el desempeño de sus compañeros durante las actividades. Se enfatiza la importancia de la comunicación efectiva y el apoyo mutuo para el crecimiento personal y el desarrollo del equipo. |
10’ |
Juego recreativo de equipo |
Para finalizar la sesión de manera lúdica y relajada, se realiza un juego recreativo de equipo que fomenta la diversión, la cooperación y el compañerismo. Puede ser un juego de relevos, una actividad competitiva amigable o cualquier juego que promueva la unión del grupo. |
5’ |
Reflexión final y cierre |
Se reserva un momento final para que los estudiantes compartan sus impresiones sobre la sesión y lo que han aprendido sobre liderazgo y colaboración. El profesor refuerza los aspectos positivos observados en los estudiantes y motiva a seguir trabajando juntos hacia un clima de aula aún más positivo. |
4. evaluación
Para una evaluación más enriquecida y eficaz, se usarán diferentes recursos de evaluación. A continuación, se exponen los diferentes tipos dentro de los procedimientos experimentales:
n Otro tipo de evaluación que se utilizará será la interacción del alumno, a través de la entrevista o cuestionario para conocerlos más y saber los tipos de líderes hay.
Dentro de los procedimientos observacionales, se encuentran los siguientes diferentes tipos de evaluación:
Conclusiones
El presente estudio ha explorado la relación entre los estilos de liderazgo en el aula de secundaria y los perfiles de los alumnos, utilizando el marco del Modelo Pedagógico de Educación Deportiva. A través de diversas actividades diseñadas para promover el liderazgo positivo y la colaboración en equipo, se buscó mejorar el clima del aula, considerando los diferentes tipos de líderes presentes entre los estudiantes de 4º de ESO en Andalucía.
Se identificaron tres estilos de liderazgo: transformacional, transaccional y pasivo/evitador, los cuales se relacionaron con perfiles específicos de alumnos en función de sus comportamientos y características en el aula. El liderazgo transformacional se asoció con alumnos que buscan liderar el grupo hacia un objetivo común, mientras que el liderazgo transaccional se vinculó con aquellos que colaboran de manera efectiva con sus compañeros para alcanzar metas establecidas. Por otro lado, el liderazgo pasivo/evitador se relacionó con alumnos cuya aceptación por parte de sus compañeros puede motivar su participación en actividades grupales.
La implementación del Modelo Pedagógico de Educación Deportiva permitió crear un entorno de colaboración en el aula, donde se fomentó el trabajo en equipo y se promovió el liderazgo positivo. A través de actividades estructuradas y pautadas, se buscó desarrollar habilidades de liderazgo y promover una cultura de respeto mutuo y apoyo entre los estudiantes.
Las sesiones diseñadas incluyeron juegos de presentación, circuitos de trabajo en equipo, discusiones grupales, juegos deportivos con roles asignados, entre otras actividades, todas ellas enfocadas en fortalecer el liderazgo y la colaboración entre los estudiantes. Se implementaron también herramientas de evaluación, como cuestionarios y observaciones, para medir el impacto de las intervenciones en el clima del aula y en el desarrollo de habilidades de liderazgo.
Se identificaron áreas de mejora y futuras líneas de investigación, que incluyen el estudio del impacto a largo plazo del liderazgo positivo en el clima del aula, la efectividad de diferentes estrategias de aprendizaje cooperativo, la adaptación del modelo pedagógico a diferentes contextos culturales, la inclusión de estudiantes con necesidades educativas especiales, entre otros aspectos.
En resumen, este estudio proporciona una base sólida para continuar avanzando en la comprensión de cómo el liderazgo positivo y la colaboración en equipo pueden mejorar el clima del aula y promover un ambiente educativo más inclusivo y enriquecedor. La integración de estas prácticas en el ámbito educativo puede contribuir significativamente al desarrollo integral de los estudiantes y a la creación de entornos de aprendizaje más efectivos y motivadores.
Para futuras líneas de investigación relacionadas con el presente artículo, se sugieren las siguientes áreas de estudio:
Estas áreas de investigación pueden proporcionar una base sólida para continuar avanzando en la comprensión de cómo el liderazgo positivo y el trabajo cooperativo pueden mejorar el clima del aula y promover un ambiente educativo más inclusivo y enriquecedor.
REFERENCIAS