``La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle´´, poca atención se ha prestado a estas palabras de María Montessori (doctora y pedagoga italiana,1870-1952).

Su propuesta de ``agitar´´ en la primera etapa de la vida, ha sido interpretada por una gran mayoría de familias y educadores por el concepto de ``sobre estimular´´. El afán por acelerar el proceso de aprendizaje, intentando conseguir inteligencias y habilidades precoces en los niños, ha abierto la veda a una estimulación sin límites, llegando a resultar contraproducente en un cerebro tan vulnerable como el de un niño ``libre de aplicaciones´´.

Hoy en día, en nuestras escuelas, podemos observar notables casos de sobreestimulación entre el alumnado de educación infantil, coincidiendo con el aumento de valoraciones por déficit de atención … ¿casualidad?

En este artículo se pasa a exponer la relación entre ambos conceptos dentro de un aula ordinaria.

Palabras clave:

Educación, sobreestimulación, déficit de atención, escuelas.


`` The first task of education is to shake life, but to leave it free to develop, '' little attention has been paid to these words by María Montessori.

His proposal to 'agitate' in the first stage of life has been interpreted by a large majority of families and educators by the concept of 'overstimulating'. The desire to accelerate the learning process, trying to achieve precocious intelligences and skills in children, has opened the prohibition to unlimited stimulation, becoming counterproductive in a brain as vulnerable as that of a child `` free of applications '' .

Today, in our schools, we can observe notable cases of overstimulation among early childhood education students, coinciding with the increase in ratings for attention deficit… by chance?

This article goes on to expose the relationship between both concepts in an ordinary classroom.

Keywords:

Education, overstimulation, attention deficit, schools.


1. Introducción

La sociedad actual, y más concretamente los padres, se sienten juzgados respecto a la educación que proyectan hacia sus hijos desde el momento en el que nacen.

Afortunadamente, en la actualidad, son muchos los libros y aportaciones que ayudan en este proceso tan gratificante y, a su vez, complejo: la tarea de educar. Pediatras, pedagogos, psicólogos infantiles, maestros, influencers en redes sociales (estos últimos no pueden faltar en la era en la que nos encontramos), dispuestos a contribuir en el proceso de aprendizaje de los padres, pero todos con un denominador común: ninguno tiene la fórmula perfecta, ya que no existe tal fórmula.

Entre dichas aportaciones citadas anteriormente, su mayor finalidad es la estimulación en la primera etapa. La OMS define la estimulación temprana como el conjunto de acciones que potencian al máximo las habilidades físicas, mentales y psicosociales del niño, mediante la estimulación repetitiva, continua y sistematizada. 

Vivimos en una sociedad competitiva que avanza cada día más rápido. Se les exige a los niños que aprendan más tempranamente, quien mejor preparado esté, más posibilidades tendrá de alcanzar el éxito. Sin embargo, en esta carrera contra el tiempo es fácil cometer errores por tratar de hacer demasiado en los niños.

Debemos tener en cuenta que cuando los profesionales recomiendan estimular, no se refieren a acelerar el desarrollo del niño, ni a pretender que adquiera habilidades para las que todavía no está preparado. Y, por supuesto, tampoco acelerar su proceso de enseñanza-aprendizaje. Estos factores lo que realmente harán es que, en lugar de estimular de forma sana, se caiga en la sobreestimulación.

Pero la tarea de educar no solo se centra en la familia, sino que es complementada por la escuela. Y es en este ámbito donde vamos a analizar la segunda parte del binomio: trastorno de déficit de atención (sin hiperactividad), TDA.

El TDA o Trastorno por Déficit de Atención es un trastorno neurobiológico de carácter crónico, sintomáticamente evolutivo y de probable transmisión genética que afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil, llegando incluso a la edad adulta en el 60% de los casos. Está caracterizado por una dificultad de mantener la atención voluntaria frente a actividades, tanto académicas como cotidianas (DSM-5, 2013.)

En cuanto a las características que indican esa falta de atención, podemos citar, por ejemplo: que el niño no preste interés a los detalles o no siga hasta el final las instrucciones que se le dan, cometa errores por descuido, le cueste mantener la atención tanto en las tareas escolares como en los juegos, se distraiga fácilmente con estímulos externos e incluso parezca no escuchar cuando se le habla directamente. Suele no finalizar los deberes aunque tenga capacidad para ello, que presente dificultad para organizar las tareas a realizar o se muestre reacio a las labores que requieran un esfuerzo mental sostenido. Los niños con TDA también suelen perder objetos a menudo y son olvidadizos con las obligaciones.

Tras conocer los conceptos de sobreestimulación y TDA, lanzo la siguiente pregunta desde el ámbito académico: ¿pueden estar relacionados en un mismo alumno?

1.1. Sobreestimulación en acción

En los últimos años se han multiplicado los métodos educativos, las aplicaciones y los dispositivos llamados inteligentes que pretenden potenciar y estimular la inteligencia de los niños.

``La palabra neuromito se refiere a malas interpretaciones de la neurociencia trasladadas al ámbito educativo. Esas malas interpretaciones se dan por supuesto en la literatura popular (noticias, algunos folletos de la industria de la educación, libros de autoayuda, blogs en Internet, conferencias sobre educación con ponentes que son iniciados en neurociencia, etc.), y acaban cuajando con fuerza en el ámbito educativo, creando falsas premisas sobre las que se van construyendo métodos educativos que no tienen ninguna base científica y generando una oferta comercial cada vez más amplia para esos productos´´. (Fragmento del artículo de Catherine L’Ecuyer, publicado en El País el 4/07/2017).

Me detengo a reflexionar sus palabras, ya que la repercusión de esos neuromitos ha llegado a nuestra actual escuela, existiendo cada vez mayor número de alumnos sobre estimulados, cuyos padres han sido convencidos de que serán ``mejores padres´´ si adquieren ``los productos´´ para el buen desarrollo cerebral de sus hijos, con la promesa de estimular y multiplicar su inteligencia. Llegamos a la conclusión de que más es mejor, porque confundimos más estímulos y más información con «más inteligencia»

1.2. Dosificando estímulos

No podemos hablar de estimulación temprana sin nombrar el método de Glenn Doman (1919-2013, médico estadounidense). Su metodología de intervención se basa en aprovechar al máximo las posibilidades del individuo, siendo fundamental el momento temprano en que se comienza, ya que más adelante no se conseguirán muchas metas. El método Doman se basa en inputs y outputs. Es decir, al niño se le presenta un tipo de información y da información para demostrar que ha conseguido procesarla. Con este método lo que se trata es de proporcionar al cerebro del niño los estímulos adecuados tanto en intensidad como en frecuencia y claridad para favorecer su desarrollo y que el niño además disfrute de este proceso. Estos estímulos (información) reciben el nombre de Bits de inteligencia. Estos se pueden procesar por cualquiera de las vías sensoriales: oído, visión, tacto, olfato y gusto.

Tras conocer dicho método, mucho se aleja de la realidad en la que nos encontramos.

Actualmente, dichos Bits de inteligencia, así como los numerosos recursos educativos, han dejado de ser materiales de la escuela para formar parte de la vida cotidiana del niño desde que cortan su cordón umbilical. Padres que compran por duplicado el proyecto de la editorial y así poder trabajarlo en casa, ¿estimulación temprana o evitar la frustración en sus hijos?

No podemos pasar por alto las actividades extraescolares, cuya finalidad es ayudar a potenciar las habilidades de los niños, siempre y cuando ellos mismos disfruten de la misma, DOSIFICADAS.

Todos hemos sido testigos de conversaciones como la siguiente que pongo de ejemplo entre padre e hija: ``-Hija: hoy no me apetece ir a clases de piano, estoy cansada de la clase de natación del colegio.- Padre: tienes que ir, para eso la pago´´.

Pasamos por alto las relaciones interpersonales, son las que dan sentido a los aprendizajes durante la infancia y gran parte de la adolescencia, porque configuran nuestro sentido de identidad. Con el argumento de no querer desechar una oportunidad de aprendizaje cuando sabemos que a esas edades lo importante no es el bombardeo de información, sino la consolidación del vínculo de apego con los padres o con otro cuidador que cumple con las condiciones para poder asumir ese trabajo.

¿De qué sirve centrarnos en los estímulos sensoriales si no tenemos en cuenta la estimulación afectiva?

​1.3. Niños inatentos ``in crescendo´´

Ante la pregunta de cuál es la causa del considerable aumento  de niños con déficit de atención en las aulas, muchos profesionales de la educación relatan casos de su experiencia personal en lo que al comenzar a hablar con los niños salen a la luz factores como: separación de sus padres, baja autoestima, celos…Estas posibles causas de distracción, se suelen pasar por alto en los centros psicológicos o psicopedagógicos que evalúan a los niños hoy en día, ya que se les presenta a los alumnos baterías de test que recogen información conductual o de tipo psiconeurológica, pero no obtienen el verdadero motivo de la conducta de los niños.

Las características más destacadas entre estos alumnos son:

  • Cambia frecuentemente de tareas, incluso de juegos, sobre todo si son monótonos o repetitivos.
  • Mantiene la atención de forma automática y sin esfuerzo para las actividades y tareas que le gustan, pero la atención consciente y selectiva para completar las tareas habituales o para aprender algo nuevo le es muy difícil.
  • No presta atención a los detalles: a los signos de operaciones matemáticas, enunciados de ejercicios y la ortografía.
  • Comete errores por descuido o despiste: se pone la ropa del revés, se equivoca en tareas que sabe hacer, tiene un rendimiento inferior a su capacidad y no aprende de los errores.
  • Presenta dificultades para completar actividades: deja las tareas a medias.
  • Presenta dificultades para organizarse y planificarse: comienza los problemas por la mitad, deja las cosas para el final y no le da tiempo.
  • Evita tareas que requieren esfuerzo mental: deberes, crucigramas, puzles.
  • Pierde cosas: material escolar, ropa, juguetes.
  • Se distrae con facilidad o por estímulos externos: oye un ruido y va a ver qué pasa, en clase piensa en lo que ve por la ventana o en el recreo.
  • Se olvida de encargos o actividades: olvida para qué fue a su casillero, apuntar los deberes, entregar los trabajos en clase.
  • Parece que no escucha cuando se le habla directamente y hay que repetirle las cosas muchas veces (``se le va el santo al cielo´´ ``está en su mundo´´).

Leyendo dichas características nos vienen a la mente el nombre de muchos alumnos que han pasado por nuestras clases, a quienes hemos observado y hemos sido capaces de hacer una previa valoración de déficit de atención.

Y es en este punto donde planteo la siguiente pregunta, ¿recuerdas si dichos alumnos tenían alguna sobreestimulación que destacara en ellos? ¿Alumnos muy interesados en los dinosaurios o en temáticas concretas? ¿Alumnos que dominan las tecnologías a la perfección? ¿Alumnos que empatan el colegio con numerosas actividades extraescolares? En definitiva, alumnos ``sobre estimulados´´ en algún aspecto.

1.4. Estimulación afectiva: el mejor regalo

Autores como John Bowlby (1951), en su libro ``Maternal Care and Mental Health´´, concluyó que es necesario proporcionarle al niño durante los dos primeros años de vida, un ambiente rico en estímulos en conjunto con relaciones emocionales sanas que establezcan lazos afectivos sólidos con las personas que lo crían. Esto vino a dar un realce a la estimulación psicoafectiva (G. Howells, y J. Caying, 1955 en Álvarez, 2000).

Teniendo en cuenta las conclusiones obtenidas por el Equipo de Atención Temprana de la Asociación Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6, en este artículo se sugieren las siguientes recomendaciones para llevar a cabo por familias y maestros:

  1. No utilizar pantallas antes de los 2 años.
  2. Jugar y relacionarse con otros niños, desarrollando los distintos patrones de juego que corresponden a cada edad.
  3. Fomentar el contacto con la naturaleza: salir de entornos cerrados siempre que sea posible, para construir experiencias ricas y saludables que formarán parte de su bagaje personal.
  4. Realizar actividades lúdicas y diversas como jugar con más juguetes no tecnológicos, pintar, salir al parque, ver y escuchar cuentos…
  5. Buscar alternativas diferentes al uso de las pantallas para dar respuesta a los momentos o situaciones en las que los adultos necesitamos calma.
  6. Aprovechar las comidas como momento comunicativo y de educación alimentaria.
  7. Reducir nuestro uso de las pantallas para ofrecer un modelo correcto y, siempre que sea posible, evitarlas en su presencia.
  8. Favorecer momentos de interacción con los niños.

Conclusión

El objetivo de la estimulación temprana es reconocer y promover el potencial de cada niño. A toda acción debe incorporarse el efecto y la comunicación, ya que sin afecto no funciona la estimulación. No todos los niños son iguales y no responden de la misma forma. El adulto debe ser sensible a la respuesta del niño para saber hasta dónde y cómo administrar los estímulos, sin olvidar nunca la parte afectiva.

Debemos destacar la importancia de que la sobreestimulación se produce cuando los niños dejan de ser protagonistas de sus propias creaciones, cuando cambian su forma de jugar y cuando predominan los estímulos externos, sea a través de pantallas o de actividades muy estructuradas. Debemos tener en cuenta que el conocimiento se realiza desde dentro hacia fuera, es decir, solamente cuando al niño le gusta realizar esa actividad es cuando realmente va a aprender.

Como padres y docentes, tenemos la responsabilidad de reconocer los posibles casos de alumnos con déficit de atención, y valorar su posible relación con una sobreestimulación para trabajar en ello desde la raíz, en consonancia con la familia.

REFERENCIAS

Libros

  • Bowlby, J (1988): Una Base Segura: Aplicaciones Clínicas de una Teoría del Apego. Barcelona: Paidós Ediciones.
  • Brazelton, T., Greenspan, S. (2005) Las necesidades básicas de la infancia. Lo que cada niño o niña precisa para vivir, crecer y aprender. Editorial Graó.
  • Cabrera, M. (1996). La estimulación precoz: un enfoque práctico/ Ma. del Carmen Cabrera y Concepción Sánchez Palacios. Madrid : Siglo XXI de España. Cedrón, S. (2009).
  • De Stefano, Cristina. (2020). El niño es el maestro. Vida de María Montessori (Ensayo). Editorial Lumen.
  • Doman, Glenn. (2009). Cómo multiplicar la inteligencia de su bebé. Editorial Edaf.
  • Quintero Gutiérrez del Álamo FJ, Correas Lauffer J, Quintero Lumbreras FJ. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) a lo largo de la vida. 3ª Edición. Barcelona: Elsevier España, 2009.
  • Tresserra, M. P. (2016). Desarrollo del cerebro y riesgos de la sobreestimulación en la infancia. Aula de infantil, (85), 25-26.

Revistas

  • Fragmento del artículo de Catherine L’Ecuyer, publicado en El País el 4/07/2017.

Links

  • Bowlby, John & World Health Organization. (‎1952)‎. Maternal care and mental health : a report prepared on behalf of the World Health Organization as a contribution to the United Nations programme for the welfare of homeless children / John Bowlby, 2nd ed. World Health Organization. https://apps.who.int/iris/handle/10665/40724
  • Ruiz, C.R (2017). Portal de Educación Infantil y Primaria. Obtenido de Los peligros de la Sobreestimulación infantil: https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/sobrestimulacion-infantil-html
  • Sánchez, K. J. (13 de Julio de 2011). ABC del Bebé. Obtenido de https://www.abcdelbebe.com/bebe/6-12-meses/la-sobreestimulacion-en-vez-de-favorecer-el-desarrollo-de-los-ninos-puede-generarles-frustraciones-12629

 

 
 
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