Repercusión en el pensamiento infantil »
29/10/2021 por Zaira Román Valderas

Estereotipos de género en cómics infantiles

 

La sociedad progresa constantemente, acompañada de todos los ámbitos que la componen. La educación, uno de ellos, ha experimentado cambios significativos, como la implantación de políticas que defienden la igualdad social (Martínez Álvarez et al., 2013), configurándose como la conocemos en la actualidad e intentando dar respuesta, entre otras, a la necesidad de combatir la desigualdad de género utilizando metodologías y recursos adecuados. El presente artículo se centra en analizar cómics infantiles determinando qué beneficios aportan, sus posibilidades dentro del aula y cómo responden a objetivos coeducativos, considerándolo un recurso innovador favorecedor de numerosos aprendizajes (Segovia Aguilar, 2010). Además, veremos cómo influye este medio en el alumnado, los valores que transmite y la posibilidad de implantarlos dentro del aula como recurso didáctico y polivalente. Todo ello, con el fin de encontrar formas diferentes y significativas que aseguren un proceso de enseñanza-aprendizaje coeducativo.

Palabras clave

Coeducación, infantil, cómic, género, sexismo.


Society is constantly progressing, accompanied by all the areas that compose it. Education, one of them, has undergone significant changes such as the implementation of policies that defend social equality (Martínez Álvarez et al., 2013), configured as we know it today and trying to respond, among others, to the need to combat gender inequality using appropriate methodologies and resources. This article focuses on analyzing children's comics, determining the benefits they provide, their possibilities in the classroom and how they respond to coeducational objectives, considering them as an innovative resource that favors numerous learning processes (Segovia Aguilar, 2010). In addition, we will see how this medium influences students, the values it transmits and the possibility of implementing it in the classroom as a didactic and multipurpose resource. All this, in order to find different and meaningful ways to ensure a coeducational teaching-learning process.

Keywords

Co-education, children, comics, gender, sexism.


1. Introducción

Desde su aparición y durante todo su recorrido los cómics han sido creados con el fin de informar y entretener a un público diverso, influyendo en la formación y educación de todos/as sus lectores/as, incluidos niños y niñas en las primeras fases del crecimiento. A pesar de poseer infinidad de posibilidades educativas y ser considerado cada vez más un género de lectura como otro cualquiera, son pocos los/as docentes que apuestan por incluirlo dentro de sus aulas, entre otros motivos porque desconocen las potencialidades de su uso didáctico. En un principio, fueron muchos los países que confirmaron los efectos negativos que aportaba la lectura de cómics a niños y niñas, dificultando su inclusión dentro del panorama educativo. Su aparición en las programaciones didácticas francesas supuso su reconocimiento como medio educativo útil y comenzó a ser valorado y tenido en cuenta en las escuelas (Paré y Soto Pallarés, 2017). Una vez comprobada su eficacia como recurso pedagógico se hizo preciso comprobar si se adaptaba al pensamiento coeducativo actual, cuya investigación nos permitió constatar la posibilidad de implantarlos como recurso coeducativo dentro de las aulas, aportando un carácter motivador e innovador y permitiendo al alumnado la adquisición de diferentes habilidades, como la comprensión de secuencias lógicas, la diferenciación entre datos principales y secundarios o la introducción en la lectura y escrituraPara ello, ha sido necesario conocer cuál es el pensamiento coeducativo actual, además de determinar qué prácticas son adecuadas o cuáles deben ser evitadas y definir cómo deben ser seleccionados los cómics que utilicemos para llevarlas a cabo, así como resaltar la necesidad de instaurar un pensamiento coeducativo en las escuelas que tenga en cuenta la importancia de encontrar nuevos recursos que se alejen de las metodologías tradicionales y desmotivantes y que dificultan la adquisición de conocimientos y valores de calidad. Todo ello, junto con el deseo de poder afirmar que un cambio es posible, surge el eje principal del presente artículo, concebido y pensado para evidenciar y razonar sobre el inevitable y necesario cambio en el pensamiento educativo de nuestra sociedad.

2. Coeducación y estereotipos de género: retos pedagógicos de la escuela infantil actual

En primer lugar, será necesario determinar qué es coeducar. Sánchez Bello (2002) defiende la coeducación como “uno de los objetivos que representa la sociedad no discriminatoria, aquella en la que tanto niños como niñas aprendan los valores sociales que quedaron históricamente invisibilizados en las escuelas de todo el mundo: los valores que las mujeres, como colectivo, pueden aportar a una sociedad que ha aprendido a interaccionar reflejada en el espejo de los valores socialmente construidos como masculinos” (p. 18-19). Por lo tanto, la coeducación supone una nueva forma de plantear y pensar la educación y cada uno de los elementos que la componen, desde los objetivos más generales a los más concretos, desde la organización del centro a las programaciones de aula, pasando por las metodologías y estrategias que se emplean (Suberviola Ovejas, 2012). Los objetivos que persigue se centran en corregir los estereotipos, proponer un currículum equilibrado que elimine los sesgos sexistas y desarrollar todas las capacidades individuales con independencia del género (Cabeza Leiva, 2010). Por ello, plantea la búsqueda de nuevas metodologías educativas que terminen con los desequilibrios que existen en la actualidad.

Una vez aclarado el término “coeducación”, será necesario determinar qué son los estereotipos de género, origen, en cierta medida, del nacimiento del pensamiento coeducativo. Stallybrass (1977; cit. en Bosch Fiol y Ferrer Pérez, 2003) señala su propia interpretación de “estereotipo”, definiéndolo como una imagen mental generalmente muy simplificada de alguna categoría de personas, institución o acontecimiento que es compartida en sus características esenciales por un gran número de personas. Los estereotipos van frecuentemente acompañados de prejuicios, es decir, de una predisposición favorable o desfavorable hacia cualquier miembro de esa categoría en cuestión (p. 140).

Decía Strathem (1977; cit. en Martín Casares, 2006) que “el objetivo de los estereotipos de género es que parezca perfectamente "natural" que los hombres estén mejor dotados para determinados roles y las mujeres para otros” (p. 52).

Así, en una correcta práctica coeducativa deben estar presentes las siguientes características (Castilla Pérez, 2008, p. 52):

  • Respeto y valoración afectiva de uno/a mismo/a y hacia los/as demás. Esto es, conocer cuáles son nuestras cualidades y debilidades y valorarlas todas por igual.
  • Tolerancia y libertad. Aceptar diferentes formas de actuar, de vivir, de pensar, de creer, de relacionarnos… Teniendo en cuenta los derechos de cada persona y valorando cada espacio personal.
  • Ausencia de violencia, tanto física como psicológica. La base debe ser siempre el diálogo.

En definitiva, es indiscutible la importancia de un sistema coeducativo que posibilite un cambio para los niños y niñas del presente y que sirva de precedente para la educación futura. Poco a poco, se deben ir estudiando e instaurando nuevas pedagogías y estrategias metodológicas que hagan de cada alumno/a una persona libre, feliz, coherente y justa.

3. Coeducar y eliminar estereotipos de género: situación actual, metas y perspectivas de futuro

Los estereotipos se transmiten de muchas y diversas formas, como la educación (formal e informal), las familias, la sociedad o los medios de comunicación. Coeducar es responsabilidad de todos/as y, en cuanto a educación se refiere, es necesaria la implicación de toda la comunidad. En la escuela se desarrollan personalidades y se forman futuros/as ciudadanos/as y, por ello, debe ser el reflejo de la sociedad que deseamos. Un trabajo colaborativo y cooperativo entre todos los agentes implicados facilitará la consecución de los objetivos que persigue la coeducación, tan necesarios en la actualidad (Castilla Pérez, 2008).

Antaño, nadie empleaba especial interés en buscar formas de educar más igualitarias. La educación estaba estructurada de una forma concreta y así se llevaba a cabo, sin cuestionamientos. Más adelante, comienzan a surgir movimientos a favor de una reforma educativa, eliminando enseñanzas estereotipadas tanto del currículum oficial como del currículum oculto. Poco a poco, la sociedad va progresando y con ella, todo lo que la envuelve (personas, ideas, educación, mercado laboral, comercio, industria...,), por lo que se va haciendo necesario llevar a cabo reformas que respondan mejor a las necesidades y exigencias de la población.

En los años 2007 y 2008 se empiezan a realizar proyectos coeducativos, como “Caminando hacia la igualdad” (Martín Vico, 2007; cit. en Castilla Pérez, 2008). Además, se persigue la formación del personal educativo en aspectos relacionados con estas prácticas, disponiendo para ello de un servicio cualificado y profesional en los centros, cuya labor será orientar al resto de docentes, proporcionando pautas, estrategias y materiales adecuados y significativos (Castilla Pérez, 2008).

El objetivo principal es conseguir una escuela nueva, adaptada a la sociedad actual, en la que no existan diferencias en función de nuestra composición biológica y en la que todos y todas tengan las mismas posibilidades y oportunidades. Un cambio de pensamiento es fundamental y usando los recursos necesarios es posible, consiguiendo construir una sociedad donde poder relacionarse y cohabitar pacíficamente con tolerancia y libertad, en la que exista un ambiente de respeto hacia la variedad cultural y de género.

Entonces, ¿a qué obstáculos nos enfrentamos para conseguir la coeducación?

Será necesario analizar tanto el currículum formal como el oculto. De nada sirve cambiar objetivos, contenidos y recursos, si luego el mensaje que reflejamos no responde a lo pretendido. Según esta autora, es necesario intervenir en los diversos modos de comportarnos, en la cultura, en las relaciones con los/las demás e, incluso, en los medios y códigos que usamos para comunicarnos.

Por tanto, si las leyes responden a lo recogido en la Declaración de los Derechos Humanos y el currículum también está formulado en función de la misma, ¿qué errores estamos cometiendo? Básicamente pasamos por alto muchísimos aspectos y pretendemos que la coeducación solo sea labor de las instituciones educativas y estamos equivocados/as, es trabajo de todos/as. Es hora de percatarnos y concienciarnos de ello.

4. Potencialidades pedagógicas del cómic para la transmisión de valores y modelos educativos

La educación es el medio que regula las relaciones entre las personas, dotándolas de estándares determinados que facilitan la convivencia, la vida en sociedad y, en consecuencia, su continuidad (Parra Ortiz, 2003). Estos estándares de los que hablamos son los “valores” y son de adquisición esencial para cualquier persona. Tal y como señala Díaz Barriga (2006) “el mundo de los valores es total y por eso se vuelve crítico. Por ello, la formación de valores se enfrenta a una realidad social profundamente escindida, donde la libertad de expresión permite todo tipo de manifestaciones, creando una situación muy esquizoide en relación con ellos” (p. 12). Por tanto, en un mundo ambivalente y heterogéneo, son necesarios ciertos valores que faciliten las relaciones interpersonales y de tolerancia. Dicho esto, ¿cómo consiguen los/las docentes transferir a su alumnado estos valores? Constatando que deben ser un modelo a seguir, pasamos a revelar que existen estrategias y recursos que son de gran utilidad, como por ejemplo la lectura.

En Infantil, aprender a leer no es uno de los objetivos principales, pero es importante que los/as pequeños/as vayan estableciendo contacto con los libros. Como dice Yubero Jiménez (2007) “la lectura puede llegar a convertirse en un importante vehículo de transmisión de valores sociales” (p. 45), y cuando hablamos de lecturas, no nos referimos solo a cuentos tradicionales, sino que englobamos a la gran variedad de formas que existen, incluido el cómic. Este mismo autor afirma que el/a mismo/a receptor/a es quien le otorga un significado al valor que percibe, dándole forma según sus experiencias e ideas. A través de la lectura trabajamos, por tanto, la capacidad crítica de cada alumno/a y le damos la oportunidad de ir construyendo las bases de su propio pensamiento, estableciendo relaciones con su realidad cercana, reconociéndose en la historia como si fueran partícipes de ella e identificándose con los personajes. El relato de historias tiene un poder tremendamente seductor y es un medio para captar rápidamente su atención, haciendo que adquieran valores morales y éticos. Así que, es de vital importancia que la selección de las lecturas, tanto dentro del aula como las que se realicen en casa, sea exhaustiva y realizada con meticulosidad.

Desafortunadamente, no solo los cuentos tradicionales tienen implícitos valores inadecuados, muchas creaciones actuales también poseen contenidos similares y en ocasiones es difícil identificar qué es correcto y qué no conviene utilizar. No obstante, no tenemos que erradicarlos, podemos utilizarlos con mirada crítica, sacando de ellos un análisis constructivo con el alumnado, como, por ejemplo, haciendo que sean ellos/as mismos/as los que identifiquen aspectos determinados y planteen cambios o reconstrucciones del texto. En definitiva, está en nuestra mano explotar cada recurso y determinar qué nos interesa de él, así como tener una visión flexible, reflexiva y amplia para utilizarlos de maneras distintas y polivalentes, siéndonos de utilidad en la adquisición de multitud de aprendizajes. El cómic para esto es un excelente aliado, ya que es portador de valores y creencias que pueden hacer reflexionar, tanto a adultos/as como a niños/as, sobre ellos/as mismos/as y la sociedad en la que viven (Onieva López, 2015).

5. El uso del cómic como recurso didáctico en Educación infantil

El cómic puede aportar numerosas oportunidades educativas, todo dependerá de cómo lo adaptemos a la edad de los escolares. Uno de los objetivos que debemos perseguir es convertir a niños y niñas en lectores/as críticos/as y creativos/as, aspectos necesarios que deben adquirir para su futura inmersión en una sociedad tecnológica y audiovisual, en la que la lectura pasa a formar parte de un plano perdido y donde no hay tiempo para pensar con calma, coherencia y asertividad. Será tarea del/la docente generar en el alumnado el interés y el aliciente necesarios para que su implantación en el proceso de enseñanza-aprendizaje sea exitosa (Guzmán López, 2011). Permite trabajar diferentes dimensiones, gracias a la conexión que surge entre el lenguaje icónico y verbal. A través de él, se trabaja la expresión lingüística, ya que imaginan los diálogos entre los personajes; también se labra la expresión dramática, tan olvidada e importante para el futuro; la expresión dinámica, puesto que pueden moverse durante el desarrollo de las acciones; y, por supuesto, la expresión social, dado que permite la generación de debates y relaciones sociales. Además, la lectura de cómics puede suponer un punto de partida para llevar a cabo proyectos, unidades didácticas o trabajos con diferentes agrupaciones, dándole a la enseñanza un enfoque globalizador (Guzmán López, 2011).

Así que, tal y como apunta Sáez Rivera (2011; cit. en del Rey Cabero, 2013), “aunque exista una tendencia a servirse del cómic sólo en los niveles elementales, en realidad se puede utilizar en cualquier nivel y para enseñar casi cualquier contenido, tanto lingüístico como cultural” (p. 190). Por lo tanto, la interpretación de cómics va a generar en el alumnado más aspectos positivos que negativos y va a permitirles ser más hábiles en otros ámbitos educativos, como, por ejemplo, a entender secuencias lógicas, escribir de manera clara y comprensible, sintetizar datos y sustraer la información más importante, diferenciar entre aspectos principales y secundarios… Además, permite vincular la viñeta con un contexto comunicativo concreto, haciendo que poco a poco vayan asociando lo que leen con su realidad cercana y los contextos en los que se desarrolla su vida diaria (Rey Cabero, 2013). Todo esto, sin olvidar en ningún caso que el interés del alumno/a debe prevalecer y que debemos plantear dinámicas que los/as inciten a querer aprender a través de este medio. Para ello, siempre debemos tener en cuenta sus ideas, llevando al aula materiales y contenidos que respondan a sus gustos y preferencias. Solo así conseguiremos que nuestro trabajo produzca sus frutos y se genere un aprendizaje significativo y duradero. De ahí que el cómic deba ser interpretado como un recurso que tiene sus propias características y que, por ello, necesita sus propias pautas de aprendizaje (Rey Cabero, 2013).

Sáez Rivera (2011; cit. en Rey Cabero, 2013) sintetiza las opciones que nos da el cómic como recurso educativo, tales como servir de ayuda para ejemplificar contenidos, argumentos o actividades, aprovechando su propiedad ilustrativa, puede suponer un eslabón que nos lleve a la consecución de otros objetivos (orales o escritos), posibilita trabajar a través de la creatividad y la imaginación, siendo también un instrumento para trabajar la comprensión lectora.

El uso del cómic dentro del aula puede aportar muchos beneficios, ya sea limitándonos a su lectura, que le permitirá a los niños y niñas ir estableciendo contacto con ella, trabajando su comprensión lectora, el lenguaje oral y la dramatización o llevando la historia a la realidad, permitiendo trabajar la expresión y la dramatización corporal, que tantos aspectos positivos genera en esta primera etapa del desarrollo. Ante todo, y para finalizar, es necesario remarcar que la clave reside en que los/as docentes ofrezcan un aprendizaje enriquecedor, que sus alumnos/as aprendan divirtiéndose, dejando al margen planteamientos y estrategias tradicionales que desmotivan y aburren. Tal y como dice Moyles (1990), el juego no solo es una excelente vía de aprendizaje, sino que también es un gran recurso para los/as educadores/a, permitiéndoles observar cómo aprenden sus alumnos/as, qué aspectos son necesarios reforzar, qué estrategias son más eficaces o cuáles son sus conocimientos previos, marcando el punto de partida de cualquier práctica educativa.

6. Modelos y contramodelos de cómics para coeducar en Educación Infantil

La literatura infantil, en general, no se caracteriza por ser especialmente coeducativa. La gran mayoría de libros, ya sean pensados para la etapa de infantil o no, transmiten valores estereotipados, alimentando ese pensamiento androcéntrico que predomina en nuestra sociedad. Desde edades tempranas los/as niños/as están recibiendo concepciones e ideas que incentivan el crecimiento de la brecha entre hombres y mujeres, causando que vayan desarrollando su personalidad acorde a determinados epígrafes discriminadores y segregadores.

Por lo general, el protagonista suele ser un chico, vestido con ropa y colores asociados a su género y sobre el cual recae toda la acción. Los personajes femeninos, por su parte, ocupan un porcentaje menor, relegados a segundo plano e interpretando papeles secundarios. Normalmente, los chicos aparecen enmarcados como figuras hábiles, valientes, fuertes y poderosas, mientras que las chicas son más emocionales, tiernas y educadas. Y, ni que decir tiene, que las chicas irán con faldas rosas y les gustará jugar a las muñecas, cuando los chicos estarán salvándolas a ellas y al mundo.

No obstante, es cierto que cada vez son más las personas que optan por la creación de libros más inclusivos e igualitarios, haciendo que niños y niñas aprendan conceptos diferentes, poniendo su capacidad crítica en funcionamiento, como ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? de Raquel Díaz Reguera (2010) o Las princesas también se tiran pedos de Ilan Brenman (2012).

El mundo del cómic, por su parte, no es tan extenso. No es un medio al que se le dé mucha importancia y tampoco es un recurso al que acudan los/las docentes para utilizarlos educativamente. Son pocos los cómics creados exclusivamente para la infancia, la gran mayoría están orientados a edades en las que se poseen ciertas destrezas lectoras, rondando además en torno a los temas tradicionales de superhéroes, como Las aventuras de SamSam, el más pequeños de los grandes héroes, cuyas historias las podemos encontrar dentro de la revista infantil Caracola.

La colección Mamut es una de las pioneras en este campo. Ofrece cómics desde los tres hasta los nueve años, de diferentes temas y estilos. Cada cómic está escrito por un/a autor/a diferente, dándole diversidad de perspectivas la lectura. Además, también aparecen otros agrupados por temáticas: Mamut wistiti (combinación de cuento y cómic), Mamut ballena (álbumes ilustrados relacionados con la música), Mamut listo (cómics sobre ciencias y científicos) y Mi mundo (que pretende explicar acontecimientos de nuestra historia de una manera sencilla, para que niños y niñas puedan entenderlos).

La idea principal de la colección es bastante interesante, ofrecen multitud de cómics llamativos que a los niños y niñas les encantarán. Además, con las secciones dedicadas a la música y a las ciencias, su repertorio se hace aún más enriquecido y atractivo, puesto que no hay ninguna otra que lo haya hecho hasta ahora o, al menos, lo haya pensado de la misma forma, dirigiéndola hacia el público infantil.

Sin embargo, sus historias no responden en muchas ocasiones al objetivo que persigue la coeducación. Tras el análisis de sus títulos, se puede apreciar que en la mayoría los protagonistas son masculinos. A medida que nos introducimos en la aventura, sí que encontraremos algún personaje secundario femenino, como madres o amigas del protagonista. Sus papeles no son relevantes para la historia y, por añadidura, están dentro del rol tradicional que los caracteriza, vistiendo prendas “de chicas” y siendo coquetas y entrañables. No obstante, algunas figuras tienen asignadas personalidades que superan a las tradicionalmente marcadas. Normalmente, los chicos son interpretados por personajes despreocupados que no piensan mucho en las consecuencias de sus actos y, en este caso, están enmarcados dentro de una sensibilidad atípica, enseñando que los niños también pueden ser sentimentales y que es natural que sientan desconfianza y miedo. No podemos decir que sean sexistas como tal, aunque algunas de ellas respondan a la estructura básica de todos los cuentos (al chico le ocurre algo, problemático o no, y tendrá que resolverlo gracias a sus habilidades y destrezas o con ayuda de sus compañeros/as).

En definitiva, ofrece productos y recursos bastante interesantes. La idea principal es ingeniosa y digna de reconocimiento, y sus historias son divertidas y dinámicas. El hecho de que acerque las artes y las ciencias a los/as más pequeños/as en forma de cómic es innovador, permitiéndoles aprender de manera entretenida y comprensiva. No obstante, los/as autores/as recurren mucho al género masculino en sus historias y no tratan de romper, en determinadas ocasiones, con los roles sexistas, alejándose de ser un recurso coeducativo en su totalidad. Con todo esto, no pretendemos extremar ni eliminar del mercado todas las historietas con protagonistas masculinos que existen, como tampoco es nuestra intención desprestigiar la presencia del género masculino en ellas. Se busca hacer una reflexión sobre cuáles son las inclinaciones, conscientes o no, que tenemos cuando escribimos una historia infantil, analizando títulos diferentes y detectando qué predomina más y qué valores conseguimos transmitir a través de ellas. No es inapropiado que haya super héroes que luchen contra el mal, niños valientes que no tengan miedo o que les guste el fútbol. La cuestión es: ¿por qué hay tan pocas super heroínas que luchen contra el mal, niñas valientes que no tengan miedo o que les guste el fútbol? Ahí es donde reside nuestra crítica.

7. Propuestas, sugerencias y aspectos a tener en cuenta para usar el comic con fines coeducativos

Para llevar a cabo la selección de cómics que vamos a usar, es necesario tener en cuenta que recogen aspectos similares al de otros medios, como la literatura o el cine, aportando conocimientos que van más allá de su faceta cómica. Aclaramos esto porque no debe predominar en nuestra búsqueda el encontrar un cómic “gracioso”, aunque estén probados los beneficios del humor a nivel cognitivo y afectivo, el objetivo es encontrar un cómic que nos permita trabajar, implícita o explícitamente, los contenidos pretendidos y que, al mismo tiempo, sea interesante y divertido para los/as alumnos/as, es decir, encontrar un equilibrio entre humor y conocimiento (Rey Cabero, 2013).

No obstante, no cometamos el error de pensar que cualquier cómic va a resultar interesante al alumnado. Desafortunadamente, la mayoría de niños y niñas no están familiarizados/as con la lectura, pasan horas y horas delante de una pantalla. Por lo que, es probable, que la idea de tener que leer un cómic les resulte poco llamativa. Es un reto para los/las docentes conseguir que quieran hacerlo y que la idea les acabe gustando, adquiriendo el hábito lector y formando a ser parte de sus costumbres, más allá de las actividades que se realicen en el colegio. Por esta razón, incorporar el cómic en el aula, igual que cualquier otro recurso, requiere la creación de una atmósfera apropiada. Será necesario que los niños y niñas conozcan su estructura y composición previamente, permitiendo que el/la maestro/a también detecte si les resulta interesante o no. Además, si pretendemos que el proceso sea exitoso, debe prestar atención a los gustos de cada uno/a e intentar llevarles cómics que ronden en torno a ellos (Guzmán López, 2011).

Por otro lado, y como cualquier otra actividad, debe perseguir una serie de objetivos, pretender trabajar unos determinados contenidos y ser evaluada a través de unos criterios. Es papel del/a docente planificar la puesta en práctica con antelación, reflejando todos estos aspectos mencionados dentro de la programación y realizar una constante observación para comprobar que se cumplen sus expectativas y que es una actividad que da resultado con su alumnado (Onieva López, 2015). Toda actividad didáctica tiene intencionalidad y es fruto de una preparación previa, que tiene que estar en concordancia con el currículum escolar y que debe generar en los alumnos y alumnas una reflexiones y aprendizajes significativos.

Una correcta formulación y planificación de actividades va a suponer que toda la programación cobre sentido y que todas las tareas estén interrelacionadas. Tener una buena organización genera en el/la docente una confianza que se transmitirá a los/as alumnos/as, estableciendo buenas conexiones y vínculos. Tenemos que darles la oportunidad de jugar libremente, que utilicen su imaginación y dejen a un lado la solitaria tarea de jugar delante de una pantalla. El juego es vital para ellos/as, tanto el individual como el que se hace en compañía, porque deben aprender a valerse por sí mismos/as e ir desarrollando habilidades individuales. Permitámosles que adopten una independencia acorde con su edad, no ocurre nada si se equivocan, lo importante es que aprendan a tomar sus propias decisiones y que construyan una autoestima sólida. Con esto, unido a lo ya mencionado, conseguiremos alumnos y alumnas dispuestos/as a aprender. Solo tenemos que prestar atención y cubrir sus necesidades, tanto afectivas como cognitivas.

Conclusiones

La escuela es un ámbito que debe estar totalmente preparado y adaptado para proporcionar conocimientos teóricos y transmitir valores de calidad, eliminando la idea de que niños y niñas nacen con capacidades diferentes y actúan de manera innata según su sexo. Dado que la educación tradicional ha quedado obsoleta y que necesitamos nuevos medios que nos ayuden a establecer un aprendizaje coeducativo desde la primera infancia, es el momento de incluir nuevas formas de educación y recursos dentro de las aulas.

Es aquí donde queda enmarcado el cómic, un recurso totalmente desconocido y olvidado al que pocos/as docentes han recurrido, que aporta infinidad de beneficios y con el que podemos trabajar, como hemos visto anteriormente, diferentes dimensiones, constituyéndose como un medio polivalente y totalmente flexible ante las necesidades del alumnado.

Referencias

Libros:

  • Martín Casares, A. (2006). Antropología del género: culturas, mitos y estereotipos sexuales. Madrid: Cátedra.
  • Moyles, J. R. (1990). El juego en la educación infantil y primaria. Madrid: Morata.

Revistas:

  • Bosch Fiol, E., y Ferrer Pérez, V. A. (2003). Fragilidad y debilidad como elementos fundamentales del estereotipo tradicional femenino. Feminismo/s, 2, 139-151. https://doi.org/10.14198/fem.2003.2.09.
  • Cabeza Leiva, A. (2010). Importancia de la coeducación en los centros educativos. Pedagogía Magna, 8, 39-45
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  • Díaz Barriga, A. (2006). La educación en valores: Avatares del currículum formal, oculto y los temas transversales. REDIE: Revista Electrónica de Investigación Educativa, 8(1), 12-13.
  • Guzmán López, M. (2011). El cómic como recurso didáctico. Pedagogía Magna, 10, 122-131.
  • Martínez Álvarez, J. A., Sánchez Figueroa, C. y Cortiñas Vázquez, P. (2013). Evolución de la política educativa en España. Papeles de trabajo del Instituto de Estudios Fiscales. Serie economía, 12, 3-35.
  • Onieva López, J. L. (2015). El cómic «online» como recurso didáctico en el aula. Webs y aplicaciones para móviles. Huarte de San Juan. Filología y Didáctica de la Lengua, 15, 105-127.
  • Paré, C. y Soto Pallarés, C. (2017). El fomento de la lectura de cómics en la enseñanza de las lenguas en Educación Primaria. Ocnos: revista de estudios sobre lectura, 16(1), 134-143.
  • Parra Ortiz, J. M. (2003). La educación en valores y su práctica en el aula. Tendencias pedagógicas, 8, 69-88.
  • Rey Cabero, E. (2013). El cómic como material en el aula de E/LE: justificación de su uso y recomendaciones para una correcta explotación. Revista española de lingüística aplicada, 26, 177-196.
  • Sánchez Bello, A. (2002). Vista de la escuela coeducativa: un modelo de equidad en las aulas. Padres y maestros/Journal of Parents and Teachers, 268, 18-19.
  • Segovia Aguilar, B. (2010). Desarrollo de la narrativa visual de los escolares con el cómic. Revista Iberoamericana de Educación, 51(5), 2-3.
  • Suberviola Ovejas, I. (2012). Coeducación: un derecho y un deber del profesorado. Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 15(3), 59-67.
  • Yubero Jiménez, S. (2007). Los valores en las lecturas: la lectura como valor. Aula de infantil, 39, 43-46.

 
 
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