04/11/2021 por Paloma Tirado Laguna

Educación sexual y discapacidad intelectual

 

La educación sexual en Educación Primaria, a día de hoy sigue siendo tema de controversia, pero, aún más la educación sexual en personas con discapacidad intelectual. El siguiente artículo, presenta el desarrollo de un programa de educación sexual dirigido al alumnado con discapacidad intelectual de tercer ciclo de Educación Primaria, para el desarrollo amplio e íntegro de su sexualidad. El grupo destinatario está conformado por seis familias, con un total diecisiete participantes, entre los cuales encontramos cuatro niños y dos niñas de entre nueve y once años con síndrome de Down, seis padres, tres madres y dos hermanas mayores de edad.

Palabras clave

Sexualidad, Síndrome de Down y Educación Primaria.


Sex education in Primary Education is still a matter of controversy today, but even more sex education in people with intellectual disability. The following work presents the development of sex education program aimed at students whit intellectual disabilities of third cycle of Primary Education, for the broad and complete development of their sexuality. The target group consists of six families, with a total seventeen participants, among which we find four children and two girls between nine and eleven years old with Down syndrome, six parents, three mothers and two older sisters.

Keywords

 Sexuality, Down Syndrome and Primary Education.


1. sexualidad

Desde el nacimiento, todas las personas somos seres sexuados, que vivimos y debemos conocer, aceptar y disfrutar nuestra sexualidad. Pero hay un grupo de población con necesidades educativas especiales, en el que, debido a las actitudes y prejuicios, en su mayoría de padres y cuidadores, estas afirmaciones se llevan muy poco a la práctica. Por ello, la propuesta ha sido diseñada partiendo de la necesidad de solventar ciertas carencias en la educación actual, siendo una de ellas, a grandes rasgos, la educación sexual en alumnado con Síndrome de Down (SD en adelante).

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018), define la sexualidad humana como:

Un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas esas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. (p.3).

De acuerdo con Parra y Oliva (2015), hablar de sexualidad, es referirse a muchas y diferentes cuestiones. El uso coloquial de la palabra, ha conllevado la asociación de esta a significados comunes como las relaciones sexuales, con especial hincapié a las coitales (peneanas-vaginales). Dicho uso, involucra la limitación y simplificación del término, desembocando en una educación sexual parcial y, en su mayoría, centrada en evitar riesgos en lugar de inculcar los valores y conocimientos necesarios. Desde una perspectiva sexológica, el hecho sexual humano implica que todos somos seres que nos vivimos y nos expresamos como sexuados, pero cada cual con sus peculiaridades como individuo.

Para Santiago, Frago y Sáez (2016), la diferencia entre sexo, sexualidad y erótica es la siguiente. Cuando hablamos de sexo, hablamos de genética y de los genitales con los que nacemos, necesarios para la reproducción. El sexo es una sucesión de acontecimientos bio-psico-sociales, que nos lleva a ser hombres o mujeres. En cuanto al concepto de sexualidad, hacemos referencias a cómo sentimos el sexo, y las vivencias subjetivas que adquirimos con el tiempo de esta condición sexuada. Por último, la erótica es definida como “la expresión gestual de la sexualidad” (p.4), es decir, la erótica son los hechos, actos e interacciones por las cuales vivimos y expresamos el hecho de ser seres sexuados y sexuales.

Así mismo, el primer peldaño para llegar a una educación sexual óptima, sería conocer los pasos y diferencias del desarrollo psicosexual, basándonos en las diferencias que nos presentan Garvía y Miguel (2009).

Sobre los cuatro años, los niños y niñas no solo conocen un órgano genital, y la diferencia de sexo es equivalente a la presencia o ausencia del pene. Una gran cantidad de chicas y chicos con SD, se quedan estancados a este nivel psicoafectivo, mostrando dificultades ante la comprensión de las diferencias anatómicas. Dicha fase, se desarrolla cuando el pequeño empieza a preguntar verbalmente a cerca de la sexualidad.

En torno a los cinco años, el niño sin discapacidad comienza una etapa relativamente tranquila y estable hasta la pubertad. Los intereses sexuales se reducen, apareciendo sentimientos como son el pudor, el asco y las aspiraciones estéticas. En cambio, las personas con SD pasan de forma más lenta por esta etapa, de modo que, por ejemplo, si un chico con siete u ocho años con SD se toca los genitales, no se está masturbando, simplemente se encuentra en la fase anterior donde se considera normal tocarse los genitales.

Durante la adolescencia, es cuando aparecen las manifestaciones sexuales, es la etapa del desarrollo y la maduración, que conllevan con ellos una serie de cambios psicológicos, biológicos y sociales, y en las personas con SD, la adolescencia se manifiesta cronológicamente de la misma forma.

Aunque, como se ha dicho anteriormente, la adolescencia llega con la edad cronológica, es cierto que no siempre es fácil encontrarse con un cuerpo adolescente y una edad mental menor. Es ahí cuando, por ejemplo, la concepción simbólica necesaria para entender la diferencia entre hombres y mujeres, es insuficiente. También, suelen crecer con carencias en su proyecto de futuro, en sus relaciones afectivas y su sexualidad, siendo la sexualidad de los hijos e hijas, un gran problema difícil de afrontar para los padres.

Para la Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo (AAIDD, 2011) caracterizamos la discapacidad intelectual por las limitaciones significativas que se encuentran tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa en habilidades sociales, prácticas y conceptuales.

De acuerdo con Down España (s.f.), el SD “es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra”. Es, tanto la causa principal de discapacidad intelectual como la alteración genética humana más común, producida sin causa aparente y de forma repentina. No es una enfermedad, ni existen los famosos “grados”, pero la presencia de esta alteración genética produce efectos muy distintos en cada individuo, por lo que las personas con SD muestran características comunes, pero no son todos iguales.

1.1. La educación sexual en personas con discapacidad.

En 2013, el catedrático de Psicología de la Sexualidad de la Universidad de Salamanca, Félix López (2019), reclamaba que “hay que reconocer la sexualidad infantil” (como se citó en Press, 2019), a la par sugería que debemos educar a las niñas y los niños con una ética sexual y amorosa, declaraciones que demuestran que, en pleno siglo XXI, aún sigue siendo tabú y no se desarrolla con normalidad la sexualidad infantil.

Díaz, Gil, Ballester, Morell y Morelo (2014) manifiestan que la actitud ante la sexualidad está influenciada por la moralidad vigente del contexto histórico. Asimismo, las mismas prácticas sexuales son valoradas de forma distinta según sean llevadas a cabo por personas con y sin discapacidad. Hasta hace muy pocos años, las personas con discapacidad intelectual no eran reconocidas como aptas para expresar su sexualidad libremente, mantener relaciones afectivo-sexuales o vivir con sus parejas, siendo las actitudes más negativas, según Olavarrieta et al. (2013), hacia la maternidad y paternidad de este colectivo.

El concepto de discapacidad ha ido evolucionando a lo largo de los años, sin embargo, la sociedad no consigue modificar la forma de ver a las personas con SD. En la mayoría de los casos, el síndrome sobresale sobre la persona, siendo vistos como eternos niños con necesidad de protección y cuidados y, por consiguiente, que carecen de responsabilidades. Según Franco et al. citado por Olavarrieta et al. (2013) “en muchas ocasiones estas personas son vistas de manera contradictoria: bien como asexuadas o bien como incapaces de controlar su sexualidad” (p.57). Desde dicha perspectiva, es complicado poder imaginarle llevando una vida sexual satisfactoria. De acuerdo con Eastgate (2008) dichas actitudes hacen realmente difícil que las personas con discapacidad alcancen una expresión libre y correcta de su sexualidad.

López (2002) manifiesta que las personas gozamos de un amplio abanico de emociones con el que podemos expresar sentimientos de diferentes formas. Sentimos la necesidad de tocar, estimular, ser tocados y estimulados… en definitiva, la necesidad de contacto corporal. Para Borawska-Charko, Rohleder, y Finlay (2016), la sexualidad es central en el ser humano, estando presente a lo largo del ciclo vital, y las personas con discapacidad intelectual manifiestan un desarrollo sexual parejo al del resto de población, sintiendo los mismos deseos y necesidades sexuales.

García et al. (2019) expresan que los modelos presentados por los medios de comunicación son irreales, basándose en personas que se encuentran dentro de cánones de belleza preestablecidos, con un desarrollo personal y social dentro del marco colectivo óptimo “no ayudando esto a la integración y eliminación de barreras dentro del campo de la diversidad funcional, negándoles el derecho a desarrollar sus afectos y sexualidad de una forma sana y satisfactoria” (p.1).

La “información” que más que informar, desinforma, recibida por este colectivo, como lo emitido por los medios de comunicación, artículos de revistas de divulgación general sobre el funcionamiento de los métodos anticonceptivos (que suelen ser siempre los mismos, el preservativo masculino y las pastillas anticonceptivas femeninas) o las experiencias de los amigos y las amigas, construyen a la imagen de que la información sexual está al alcance de los adolescentes. Tanto padres, profesores como educadores, debemos saber que es una imagen totalmente equivocada. Incluso, en muchos casos, los propios adolescentes, son conscientes de esto.

Actualmente, ni la escuela, ni los padres están preparados para dar una información educativa. No se trata de culpabilizar a ningún colectivo, simplemente, carecen de la información adecuada y científica necesaria para esto, ya que ellos y ellas tampoco la han recibido. Esta situación conlleva, inevitablemente, a que la sexualidad siga siendo un tema rodeado por la aureola del silencio y la clandestinidad, provocando que se mantengan vigentes ciertos mitos y tabús, e induciendo a desafortunadas consecuencias por el desconocimiento.

Parra y Oliva (2015) declaran la imposibilidad de las personas con discapacidad intelectual de alcanzar una vida afectivo sexual plena, en la que vivir su orientación sexual o identidad de género, debido a que, para alcanzar esa posibilidad, primero habría que apoyarlos a ejercer su derecho a la autodeterminación, ese derecho, del que todas las personas gozamos, gracias al cual podemos decidir por nosotros mismos, y que a las personas con discapacidad les ha sido arrebatado.

En definitiva, para López (2005) el resultado de una educación sexual llevada a cabo de forma correcta, es salud física y mental, bienestar y calidad de vida. Por ello, todos y cada uno de nosotros tenemos derecho a recibir una educación sexual de calidad.

Si hacemos una amplia revisión bibliográfica, podemos apreciar la cantidad de programas para Educación Sexual destinados al alumnado de Primaria. Por otro lado, encontramos programas para personas con SD, pero dirigidos a la edad adulta.

 Ante la escasez de programas de Educación Sexual específicos para alumnado con síndrome de Down, de entre nueve y once años, a continuación, se llevará a cabo una propuesta de intervención destinada a alumnas y alumnos con dichas características.

2. Intervención

El programa se llevará a cabo durante seis semanas, con un total de ocho sesiones (seis para menores y dos para la familia). Las sesiones de los niños y niñas tendrán una duración entre 90 y 95 minutos, y un descanso de veinte minutos coincidiendo aproximadamente con su horario habitual de merienda. Con respecto a la familia, las sesiones tendrán un carácter informativo y de asesoramiento, desarrollándose las dos primeras semanas del programa. Cada sesión, en caso de necesidad, tendrá dos turnos (uno de mañana a las 10:00 horas y otro de tarde a las 16:00 horas) para facilitar la asistencia a estos. Estas sesiones tendrán una duración de 90 minutos.

Las sesiones se llevarán a cabo con una metodología teórico-práctica, donde el docente quedará como guía del proceso el mayor tiempo posible, trabajando con el alumnado de forma cooperativa. Todas empezarán con explicaciones a través de presentaciones interactivas donde se hará al alumnado participar. Tras esto, se propondrán actividades que afiancen los contenidos explicados anteriormente. Para finalizar la sesión, se realizará una evaluación a través de un juego.

2.1. Actividades con el alumnado

Título

Hablemos de sexualidad.

Nº de sesión

1

Justificación

Para esta sesión nos basamos en la falta de conocimiento por parte del alumnado con SD en lo que respecta al término sexualidad.

Objetivos

  • Dar a conocer al alumnado con SD qué es la sexualidad.

Contenidos

  • Concepto de sexualidad.
  • Diferencia entre sexo y sexualidad.

 

Duración

 

90 minutos

 

Materiales

Presentación Prezi, ordenador, proyector, ruleta preguntona, cuestionario ideas previas pictogramas de emociones, cartulinas, colores, masilla adhesiva y semáforo de las emociones.

 

Desarrollo de la sesión

T’

Se comenzará con una presentación de todos los participantes. Tras esto, se llevará a cabo una introducción del programa, explicando qué vamos a hacer estos días, cuales serán los horarios y la dinámica que llevaremos a cabo. Repartiremos los pictogramas de las emociones, explicaremos la dinámica del semáforo de las emociones y la llevaremos a cabo.

 

 

25´

Una vez terminada la presentación, se explicará qué es la sexualidad y la diferencia que tiene el con el concepto “sexo” de una forma adaptada, animando a participar al alumnado. Como conclusión, obtendremos que sexo es ser hombre o mujer y, la sexualidad es la forma en que las personas nos comunicamos, damos cariño y placer y nos divertimos juntas.

 

15’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

Por último, jugaremos a la ruleta preguntona. Por orden, irán haciendo girar la ruleta y leyendo en voz alta la pregunta escrita en la casilla correspondiente, que serán sobre qué es y qué no es sexualidad y comportamientos, correctos o incorrectos, relacionados. Por parejas, tendrán que pensar la respuesta. Tras esto, un portavoz de cada pareja responderá, y entre todas las respuestas formaremos “la gran respuesta”, que escribiremos en cartulinas y pondremos por el aula.

 

 

20’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Conocemos nuestro cuerpo.

Nº de sesión

2

 

 

Justificación

Para hablar de sexualidad, en primer lugar, deben conocer los órganos sexuales, qué función tienen y los cambios que se producen a nivel corporal a lo largo de la vida. Esta sesión es muy importante, ya que conocer y diferenciar los genitales contribuirá a su desarrollo sexual, así como comprender los cambios por los que está pasado su cuerpo, le ayudará en su autoestima.

Objetivos

  • Conocer y diferenciar los genitales masculinos y femeninos.
  • Conocer los cambios producidos a nivel corporal.

 

Contenidos

  • Genitales masculinos y femeninos.
  • Cambios corporales (vello, menstruación, poluciones nocturnas, masturbación…)

 

Duración

 

95 minutos

 

Materiales

Presentación Genially, ordenador, proyector, acceso a internet, maquetas de órganos, papel continuo, colores, puzles, pegamento y semáforo de las emociones.

Desarrollo de la sesión

T’

Semáforo de las emociones.

5’

Repaso de la sesión anterior.

5’

Se visualizará el vídeo “Mi cuerpo” de la fundación PAS, donde se explica la diferencia entre géneros. Tras esto, se realizará una explicación a través de una presentación interactiva con la aplicación Genially, donde se expondrán los genitales masculinos y femeninos, así como sus diferencias y funciones. Nos ayudaremos de maquetas a tamaño real de ambos aparatos, con el fin de que el alumnado pueda manipular.

 

 

15’

En papel continuo, pintaremos la silueta de un voluntario y una voluntaria. Indicaremos dónde se encuentran sus genitales.

5’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

Explicaremos los cambios que se producen en el cuerpo a nivel corporal. Esto, implica hablar sobre el nacimiento del vello en partes del cuerpo donde antes no había, la masturbación, las poluciones nocturnas o la menstruación.

 

15’

Por grupos, montarán puzles de los órganos reproductores masculino y femenino y los colocaremos en las siluetas dibujadas en el papel continuo antes del descanso.

Tras esto, nos sentaremos en círculo y jugaremos al juego del mentiroso. Primero, el docente irá diciendo datos, y dejará un momento para que piensen. Cuando la cuenta atrás llegue a cero, todos tendrán que decir al unísono si es verdad o mentira. Después, serán ellos mismos quienes creen los datos.

 

 

20’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Público y privado.

Nº de sesión

3

 

Justificación

Las personas con SD presentan una mayor dificultar para comprender qué tipo de acciones pueden hacerse en público o privado, por ello, es necesario que adquieran el conocimiento de qué lugares son adecuados para cada acción.

Objetivos

  • Clasificar los espacios públicos y privados.
  • Tomar conciencia de las acciones adecuadas en cada contexto.

Contenidos

  • Espacios públicos y privados.
  • Intimidad y respeto.

 

Duración

 

90 minutos

 

Materiales

Fotografías, masilla adhesiva, pizarra, rotulador, tarjetas y semáforo de las emociones.

Desarrollo de la sesión

T’

Semáforo de las emociones.

5’

Repaso de la sesión anterior.

5’

Comenzaremos la sesión con una lluvia de ideas a cerca de la privacidad, la intimidad y el respeto. Partiendo del nivel presentado por el alumnado, se realizará una explicación para aclarar la diferencia entre espacio público y privado, así como qué es la intimidad y el respeto.

 

20’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

En grupos de 3, deberán clasificar fotografías de distintos espacios según sean “públicos o privados”. Tras esto, ambos grupos pondrán en común la clasificación. Dividiremos la pizarra en público y privado, y pegaremos cada fotografía donde corresponda. Una vez pegados, haremos una puesta en común de los motivos por los que se encuentran dentro de esa clasificación y se realizarán las modificaciones en caso de ser necesarias.

Una vez clasificados los lugares en públicos y privados, repartiremos tarjetas con diferentes acciones, que deberán pegar en el lugar (público o privado) de la pizarra que corresponda.

 

 

 

30’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Afectividad.

Nº de sesión

4

 

Justificación

Las personas con SD tienden a tener dificultades para expresar su afecto. Así bien, es de gran importancia que comprendan los cambios producidos a nivel relacional que están ocurriendo o lo harán próximamente.

 

Objetivos

  • Conocer los diferentes tipos de afecto.
  • Comprender en qué lugares son correctos los diferentes tipos de afectos.
  • Diferenciar entre amistad y pareja sentimental.
  • Conocer el consentimiento.

 

Contenidos

  • Tipos de afecto.
  • Amistad y pareja.
  • Consentimiento.

Duración

90 minutos

Materiales

Dados del teatro y semáforo de las emociones.

Desarrollo de la sesión

T’

Semáforo de las emociones.

5’

Repaso de la clase anterior.

5’

Se realizará una explicación sobre las relaciones afectivas: los conceptos de amistad y pareja, las diferentes formas de afecto y el consentimiento. En esta explicación se incluirán menciones a la sesión anterior, y se relacionarán los tipos de afecto con los espacios donde son correctos. Se hará hincapié en el consentimiento, tanto en el propio como en el de otras personas, y se aclararán las diferencias entre amistad y parejas sentimentales.

 

 

15’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

Realizaremos un juego de RolePlay. En parejas, deberán tirar los dados, y representar las situaciones que se indiquen. Tras cada actuación, se abrirá un debate para decidir si la situación ha sido correcta o no y qué cambiarían de esta.

 

35’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Salud sexual I.

Nº de sesión

5

Justificación

Deben conocer los riesgos de realizar prácticas sexuales sin protección. Además, conocer el proceso del embarazo.

Objetivos

  • Informar al alumnado con SD acerca de los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección.
  • Dar a conocer el proceso del embarazo.

Contenidos

  • Embarazo.
  • Métodos anticonceptivos.

 

Duración

 

90 minutos

 

Materiales

Kahoot, acceso a internet, proyector, ordenadores, tabletas o móviles, elementos de la yincana y semáforo de las emociones.

Desarrollo de la sesión

T’

Semáforo de las emociones.

5’

Repaso de la sesión anterior.

5’

La explicación se llevará a cabo a través de un Kahoot sobre el contenido a trabajar. Tras cada pregunta, partiremos del nivel que el alumnado presente, y apoyándonos en las preguntas e imágenes del juego se realizarán las explicaciones. El contenido será todo el proceso del embarazo, los métodos anticonceptivos y unas leves pinceladas a las ETS.

 

 

20’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

Se realizará una yincana por todo el espacio disponible. Las preguntas serán relacionadas con el contenido abordado.

 

30’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Salud sexual II.

Nº de sesión

6

Justificación

 Es importante que conozcan los hábitos de higiene correctos.

Objetivos

  • Reforzar los hábitos de higiene genital.
  • Repasar todo el contenido abordado durante el programa.

Contenidos

  • Higiene genital.

 

Duración

 

90 minutos

 

Materiales

Semáforo de las emociones, juego “Tira y avanza”, cuestionario de evaluación y diplomas.

Desarrollo de la sesión

T’

Semáforo de las emociones.

5’

Se llevará a cabo una explicación sobre la importancia de la higiene genital en ambos sexos y cómo llevarla a cabo.

10’

Repasaremos de forma oral los contenidos abordados durante todo el programa de intervención.

10’

Semáforo de las emociones.

5’

Descanso.

20’

Para finalizar el programa, jugaremos a “Tira y avanza”. Deberán tirar los dados y avanzar casillas. Cada casilla tendrá un color, que corresponderá con un bloque del programa, y quien caiga en ella, deberá leer la pregunta y responderla. Con este juego, repasaremos todos los contenidos y la persona que desarrolla el programa podrá evaluar los conocimientos adquiridos por los destinatarios.

 

 

25’

Cuestionario de evaluación del programa y diplomas.

10’

Semáforo de las emociones.

5’

           
2.2. Actividades con la familia

Título

¿Mi hijo vive la sexualidad?

Nº de sesión

1

 

Justificación

Para dar comienzo al programa, es necesario introducir a los padres y madres en qué es sexualidad, y la importancia de estar presentes en la educación sexual de sus hijos e hijas.

 

Objetivos

  • Ofrecer a la familia una visión positiva de la sexualidad de las personas con SD.
  • Facilitar a los familiares información para que puedan orientar y asesorar sobre sexualidad a las personas con SD.

Contenidos

  • Sexualidad en personas con SD.
  • Importancia de la familia en el desarrollo sexual.

Duración

90 minutos

Materiales

Presentación del contenido, semáforo de las emociones, folios y bolígrafos.

Desarrollo de la sesión

T’

Para comenzar, se hará una presentación de todos los participantes. Tras esto, se llevará a cabo una introducción del programa, explicando qué vamos a hacer estos días, cuales serán los horarios y la dinámica que llevaremos a cabo. Repartiremos los pictogramas de las emociones, explicaremos la dinámica del semáforo de las emociones y la llevaremos a cabo.

 

20’

A continuación, se explicará con ayuda de una presentación la importancia de formar parte de la educación sexual de nuestros hijos, hijas, hermanos y hermanas, mostrarles disponibilidad para el diálogo y ser conscientes de que los familiares somos modelos de comportamiento. Otro punto a tratar es el desarrollo en el ámbito psicosexual de las personas con SD.

 

25’

Semáforo de las emociones.

5’

Tras esto, se realizará una dinámica grupal que consistirá en que cada participante escriba, de forma anónima, en un papel cuáles son sus miedos a cerca de la sexualidad de sus hijo, hija, hermano o hermana. Depositarán en una caja el papel escrito y tras esto, nos sentaremos en círculo. Los papeles serán repartidos de forma aleatoria, de modo que cada persona leerá en voz alta el papel que le ha tocado y tendrá que explicar por qué cree que la otra persona siente ese miedo e intentar darle un consejo o una solución. Al finalizar cada persona, se podrá intervenir de forma libre, iniciando un debate si es necesario.

 

 

35’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

Título

Educación sexual desde la familia.

Nº de sesión

2

 

Justificación

 Los familiares de las personas con SD deben tener una visión positiva sobre la sexualidad de sus descendientes o consanguíneos, además de ser conscientes que deben ser partícipes en el desarrollo y educación sexual de estos.

 

Objetivos

  • Ofrecer a la familia una visión positiva de la sexualidad de las personas con SD.
  • Facilitar a los familiares información para que puedan orientar y asesorar sobre sexualidad a las personas con SD.

Contenidos

  • Autoestimulación de las personas con SD.
  • Mitos sobre sexualidad en personas con SD.

 

Duración

 

90 minutos

 

Materiales

Presentación del contenido, semáforo de las emociones, tarjetas, material para Plickers y cuestionario de evaluación del programa.

Desarrollo de la sesión

Semáforo de las emociones.

5’

En la segunda y última sesión para padres y madres, se realizará una charla a cerca de la curiosidad de los chicos y chicas con SD sobre otras personas, la anticipación de la autoestimulación, y se hablará de una regla para hablar de sexualidad. “Regla de las 3 C” (Confianza, Comunicación, Claridad).

Dejaremos unos minutos libres para hablar a cerca de miedos que salieron en la sesión anterior, y dar pautas y soluciones más preparadas.

 

 

 

35’

Semáforo de las emociones.

5’

Tras esto, se repartirán tarjetas aleatoriamente entre los participantes. Dichas tarjetas, tendrán escritas afirmaciones sobre sexualidad de personas con SD, y deberán leerlas en voz alta y explicar si las consideran verdaderas o falsas, argumentando siempre su respuesta. Una vez todos terminemos de intervenir, se abrirá un debate y se aclarará que todas las afirmaciones, son mitos.

 

 

20’

Plickers de repaso de todo el contenido abordado durante las dos sesiones.

10’

Cuestionarios de evaluación del programa.

10’

Semáforo de las emociones.

5’

           

 

2.3. Sistema de Evaluación

La evaluación de este programa tendrá un fin meramente informativo para la persona que desarrolla el programa, en ningún momento los participantes serán puntuados ni juzgados por sus respuestas.

En cuanto al alumnado, será evaluado a través de un juego al finalizar cada sesión, con el que el docente podrá comprobar si han adquirido los contenidos abordados anteriormente y tendrá como referencia el nivel para comenzar la siguiente sesión. En la última sesión, realizarán un breve cuestionario sobre el programa donde evaluarán tanto la calidad del programa como la labor docente desempeñada.

Los adultos, en la segunda sesión serán evaluados con una serie de preguntas a través de la aplicación Plickers. Al finalizar la segunda y última sesión, deberán rellenar un breve cuestionario sobre el programa donde evaluarán tanto la calidad del programa como la labor docente desempeñada.

Asimismo, tanto menores como adultos deberán rellenar días antes del comienzo del programa, un cuestionario de ideas previas, con el que la persona que imparte las sesiones sabrá el nivel que presentan. A su vez, ambos grupos compartirán el sistema de evaluación “El semáforo de las emociones”, que se llevará a cabo en todas las sesiones.

En cuanto al propio docente, contará con un diario del profesor, en el que anote los fallos y los aciertos para mejorar en futuros proyectos. También, será evaluado por menores y adultos con el cuestionario mencionado anteriormente.

Figura 1. Instrumentos de evaluación.

Conclusión

Tras la revisión bibliográfica llevada a cabo para la elaboración del presente artículo, se puede apreciar la falta de información sobre sexualidad que reciben las personas con discapacidad intelectual, en gran parte, debido a que hoy en día, la sexualidad de este colectivo sigue siendo un tema tratado con mucha sensibilidad, ya que, una vez salido de la penumbra de lo privado, se transforma en objeto de discusión pública.

En el ámbito que aborda este trabajo, la educación sexual establece una responsabilidad colaborativa entre diferentes ámbitos, implicando colaboración y coordinación de familias, instituciones, profesionales, sociedad y personas con discapacidad, para así conseguir que el colectivo con discapacidad intelectual consiga desarrollarse como protagonista de su propia vida, y no un personaje secundario titiritado por la sociedad. Es racional la conclusión de que a mayor información sobre sexualidad tengan las personas con SD, mayor será su calidad de vida, ya que el conocimiento de esto, significa herramientas y capacidades para tomar decisiones relacionadas con la sexualidad.

No solo se necesitan programas de educación sexual para adolescentes o adultos con dicha discapacidad, sino que, desde pequeños deberían recibir una educación completa que les ayude a superar etapas y comprender todo lo que pasa en su cuerpo y mente. La ausencia de dicha educación, me empujó a la realización del trabajo, y, como pensaba, me encontré con escasos programas para alumnado en la etapa de Educación Primaria con SD. Dicho colectivo necesita ciertas adaptaciones para los programas, desde la lectura fácil, hasta tener en cuenta que la discapacidad intelectual provoca que el desarrollo de estos esté por debajo de la media, necesitando más perseverancia en ciertos temas.

Las personas con SD tienen, sienten, pueden y deben practicar su sexualidad. En ocasiones, requieren de apoyos para desarrollar su vida de forma plena y para ello, estamos los profesionales y familiares, para captar las necesidades y deseos demandados, incluyendo la demanda sobre sexualidad, atenderlos y satisfacerlos en la medida de lo posible.  El objetivo común de todas las acciones, es que estas personas se desarrollen como adultos incluidos en la sociedad, y que, como miembros de esta, disfruten, vivan y cumplan sus derechos y deberes.

Es hora de pasar la frontera de ver a las personas con SD como niños pequeños que requieren de cuidados y protección permanentes, y dejar de consentir conductas socialmente rechazables bajo la premisa de la existencia del síndrome. Dichos comportamientos, paliables bajo una buena educación integral (incluida, por supuesto, la educación sexual), harán de dicho colectivo, personas a las que difícilmente se les pueda atribuir a la discapacidad la falta de corrección o la dificultad de inclusión social. En otras palabras, una buena e íntegra educación, hará del mundo un lugar donde se promueva la democracia, los derechos humanos y la justicia social, donde todos colaboremos, enseñemos y aprendamos recíprocamente, eliminando las barreras y potenciando las fortalezas.

Referencias

  • Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo. (2011). Discapacidad Intelectual. Definición, clasificación y sistemas de apoyo. Madrid: Alianza.
  • Borawska-Charko, M., Rohleder, P. y Finlay, W.M. (2016). The Sexual Health Knowledge of People with Intellectual Disabilities: a Review. Sexuality Research and Social Policy.
  • Díaz, I.M., Gil, M.D., Ballester, R., Morell, V. y Molero, R.J. (2014). Conocimientos, comportamiento y actitudes sexuales en adultos con discapacidad intelectual. International Journal of Developmental and Educational Psychology.
  • Down, España (s.f.). Cuando llega un niño con síndrome de Down. Madrid, España: Down España. Recuperado de: https://bit.ly/3cx4dF1 
  • Eastgate, G. (2008). Sexual health for people with intellectual disability. Salud pública de México50, 255-259.
  • Europa Press. (2019, 23 de julio). Experto defiende que “hay que reconocer la sexualidad infantil” y educar en una ética “sexual y amorosa”. La Vanguardia. Recuperado de https://bit.ly/2w43TOC
  • García, M.A., Rueda, A.M., Cuéllar, P., Muñoz, R., Conejo, G., Pozo, R. y Sánchez, J. (2019). La calidad de vida de personas con diversidad funcional. Influencia de una intervención en educación afectivo-sexual. Recuperado de https://bit.ly/2UKjhsS
  • Garvía, B. y Miguel, M.J. (diciembre de 2009). La vida sexual y afectiva de las personas con síndrome de Down. Federación Española del Síndrome de Down. Recuperado de https://bit.ly/34GSp09
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