En este artículo se pretende exponer una de las aceptaciones prácticamente general que hay en base a la música y su clasificación. Son numerosos los estudiosos que defienden que la música es un lenguaje y esta afirmación supone grandes cambios en la pedagogía de la música que se detallarán en las siguientes líneas. Que la música sea considerada como un lenguaje supone que las propuestas metodológicas tengan esto en consideración, siguiendo los patrones propios del aprendizaje de una lengua.
Se continúa con una exposición de los beneficios que supone una educación musical íntegra para las personas y la sociedad y se proponen una serie de valores, objetivos y posibilidades que son la base de propuestas pedagógicas activas, fomentando el cambio en la educación musical, dando valor a la creatividad, la emoción y la expresividad en el aprendizaje musical.
Si se habla de un cambio en la pedagogía de la música, es necesario tratar la neuroeducación y las aportaciones que la neurociencia ha brindado para poder ver las metodologías más adecuadas según los objetivos que se pretendan alcanzar con los discentes.
Con todo ello se pretende evidenciar lo necesario que es el cambio que se está empezando a dar en las aulas de educación musical en la educación primaria, además de presentar los pilares de la justificación de estos cambios.
Palabras clave
Música, educación, creatividad, emoción.
This article tries to expose one of the practically general acceptances that exist based on music and its classification. There are numerous scholars who defend that music is a language and this statement implies great changes in the pedagogy of music that will be detailed in the following lines. That music is considered as a language implies that the methodological proposals take this into account, following the patterns of learning a language.
It continues with an exhibition of the benefits that a comprehensive musical education supposes for people and society and a series of values, objectives and possibilities are proposed that are the basis of active pedagogical proposals, promoting change in music education, giving value to creativity, emotion and expressiveness in musical learning.
If we talk about a change in the pedagogy of music, it is necessary to deal with neuroeducation and the contributions that neuroscience has provided in order to see the most appropriate methodologies according to the objectives that are intended to be achieved with the students.
With all this, it is intended to show how necessary the change that is beginning to take place in music education classrooms in primary education is, in addition to presenting the pillars of the justification of these changes.
Keywords
Music, education, creativity, emotion.
Que la música es un lenguaje es prácticamente un tópico de general aceptación. Pero esto no se debe de quedar únicamente en un concepto teórico, sino que en la actualidad se está haciendo gran hincapié en lo que esto significa.
La Real Academia de la Lengua Española define el lenguaje como: “conjunto de señales que dan a entender algo”. Por lo que los elementos constitutivos de la música son las señales y lo que comunica son las emociones que la propia música transmite.
Otros aspectos clave que definen que se está produciendo comunicación son los agentes que intervienen en el proceso. Para que haya comunicación ha de haber un emisor, en el caso de la música se entiende como tal el compositor de la obra o el interprete si es que fuera una improvisación, también se precisa uno o varios receptores que son los oyentes, un mensaje que como se indicaba anteriormente es lo que la propia música transmite en forma de emociones, conceptos etc. y un canal que en este caso son las partituras (si existiesen), los interpretes, el aire…
Es verdad que hay que tener en cuenta que en música el mensaje es subjetivo y da lugar a diferentes interpretaciones ya que los elementos del lenguaje musical no presentan una clara correspondencia semiótica entre significantes y significados. Pero es en esto donde se encuentra la parte interesante y única de la música. Lo que hace atractiva la música desde un primer momento es que no es necesario tener un pleno conocimiento del lenguaje teórico para poder disfrutar de su mensaje emotivo y es esta posibilidad de asumir distintas interpretaciones lo que hace que la misma sea arte.
La evolución de la música va ligada a la palabra desde que esta nace hasta que alcanza su independencia con el desarrollo de la música puramente instrumental, aunque ni mucho menos quiere esto decir que una vez que se empieza a hacer música instrumental, esta y la palabra se separan totalmente, sino que conviven.
Es por esta evolución común que se pueden establecer ciertos paralelismos entre elementos del lenguaje hablado y el lenguaje musical:
Son muchos los estudios que han demostrado que el aprendizaje de la música favorece una serie de capacidades vitales para la formación íntegra de la persona y es algo a lo que todas las personas deben de tener acceso. Lo que es necesario analizar de esto es que los beneficios que aporta la música, los cuales se detallarán a continuación, no son obtenidos con un aprendizaje únicamente teórico de la música, sino que es necesario el aprendizaje desde un punto de vista práctico del cual se puedan extraer posteriormente los conceptos teóricos de interés.
Algunos de los beneficios que aporta la música a las personas y que no solo se aplican al mundo de la música, sino que son aplicables a la vida en general y ayudan a crear la personalidad formando personas críticas y seguras son los siguientes:
Algo importante que debería ser inspirador para todos los y las maestros de música es lo que recomendaba ya Aristóteles en el Libro VIII de su obra “La Política”, hacía mención a lo necesario que es el estudio de la música desde la edad infantil y además señalaba la importancia de un aprendizaje basado en la práctica, partiendo así desde el canto y la interpretación con instrumentos.
Teniendo en cuenta la información presentada en las líneas anteriores es asumible que el objetivo de la educación musical en las etapas de enseñanza obligatoria ha de ser una enseñanza globalizada, que favorezca la potenciación de todos los beneficios que aporta la música a las personas y que además tenga en cuenta que la música es un lenguaje y debe seguir los pasos necesarios para su asimilación, es decir, ir de la práctica a la teoría.
A modo de objetivo se puede exponer que la educación musical ha de potenciar la creación sonora y musical propia de la edad infantil, no siendo una finalidad en si misma adquirir técnica musical sino gusto por la música a través de la curiosidad por el sonido.
El maestro o maestra de música ha de brindar a los discentes las herramientas necesarias para que tengan desde sus conocimientos la capacidad de hacer música y por tanto disfrutar de ella.
Como se ha mencionado en las líneas anteriores no se debe perder de vista la labor social que tiene la educación, en este caso de seguir potenciando una sociedad musical, capaz de disfrutar de la oferta musical en todas sus facetas y capaz de escoger por si mismos qué música desean escuchar y consumir. La única forma de hacer personas libres musicalmente hablando es creando una educación musical plena, porque de no ser así, el acceso al enorme acerbo musical que poseemos se verá reducido a lo que cada persona pueda asimilar, encontrando el interés en las propuestas musicales más simples y obviando el interés en las que no resultan accesibles.
Salvo escasas excepciones, la iniciación musical de los niños y niñas continúa planteándose en nuestras escuelas desde perspectivas metodológicas que no favorecen ni la emergencia del potencial expresivo del alumnado ni el enriquecimiento de su capacidad receptiva respecto a la enorme variedad de géneros, tendencias y estéticas musicales que nos rodean.
En la observación con la evolución natural del niño se evidencia el interés innato por la emisión vocal y por la manipulación de los objetos que están a su alrededor, esto es lo que se entiende por la fase de exploración. Posteriormente, el interés y la atención se desplazan desde el material al propio sonidos y su producción se enriquece con una intención simbólica, sirviendo para la materialización de sentimientos, emociones o vivencias. Más tarde, esta expresión se organiza e incorpora el sentido de la forma, a menudo con un reparto de roles entre los miembros del grupo. Estas conductas encuentran una base explicativa en la teoría del juego de Piaget.
La música es un juego de niños: esta afirmación debe tomarse absolutamente en serio. He aquí una definición de la música que, si se demostrase cierta… facilitaría enormemente el trabajo de los educadores. En lugar de enseñar conocimientos y técnicas, tendrán la tarea de incitar a los niños a hacer lo que ellos ya hacen… En pocas palabras, se trata de descubrir y alentar comportamientos espontáneos y guiarlos lo suficiente para que tomen la forma de una aunténtica invención musical (Delalande, 1995:3).
Un mundo de posibilidades para la educación musical:
“Sin emoción no hay educación”, es la premisa de una de las tendencias educativas actuales: la neuroeducación o neurociencia aplicada a la Educación, que fundamente la necesidad de crear un entorno emocionante para favorecer el aprendizaje de los alumnos.
Este planteamiento es totalmente opuesto al que se venía imponiendo hace algunas décadas: “la letra con sangre entra”, el cual sigue generando emociones en el alumnado por lo que no es totalmente incompatible con lo que se está tratando.
De todas formas, en lo que se trata de educación musical parece imposible que esta no esté basada en emociones, ya que la música son emociones en su máximo esplendor. Tampoco esto quiere decir que se trate de fomentar las emociones en el aula, sino de enseñar con emoción, lo que quiere decir haciendo curioso lo que se enseña.
La curiosidad despierta la atención en el que escucha y aprende de forma automática y con ello, es obvio que se aprende mejor. Nada se puede aprender sin una atención despierta, sostenida, consciente. Y nada despierta más la atención que aquello que se hace diferente y curioso. Un profesor monótono, aburrido o repetitivo es un claro ejemplo del valor de la emoción en el que enseña. Un profesor excelente es aquél capaz de convertir cualquier cosa o concepto en algo siempre interesante.
Es sabido que la música genera gran interés en las personas desde el momento en el que nacen. La música nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida. Escuchamos música dependiendo de cómo estemos anímicamente, escuchamos música para ir de fiesta, para un momento especial… la música tiene una connotación emocional en la sociedad que se debe aprovechar en la educación para que además de disfrutar de ella como oyentes, las personas puedas disfrutar de lo que “hacer música” puede aportar a todos y a todas.
Conclusiones
Desde mediados del siglo XX se han creado numerosas corrientes pedagógicas musicales que favorecen un aprendizaje íntegro de la música, desde una vivencia de la misma.
En la actualidad entre los profesionales de la pedagogía de la música en España está surgiendo la necesidad del cambio en este campo, con unos objetivos claros, hacer que la música forme parte de la vida de toda la sociedad, aportando a cada persona los beneficios de la misma y haciendo que el propio aprendizaje esté cargado de emociones.
Todos y todas somos música desde que nacemos, pero muchas veces nuestro papel en la música es meramente de espectador y no nos damos cuenta que hacer música es una experiencia que nadie puede dejar escapar, porque la música es emoción.
El aula de música desde la educación infantil debe ser un escenario para los niños y niñas, donde se sientan libres de crear, de expresar y transmitir musicalmente lo que todos y todas tienen dentro y los maestros deben ser las personas que faciliten esas experiencias.
A modo de reflexión quería exponer algo que desde hace años ronda en mi cabeza. ¿Por qué nadie duda que la Educación Física se debe enseñar haciendo actividad física?
El Curriculum de la Educación Primaria tampoco favorece la Educación Musical debido a la escasa presencia de esta asignatura en el horario escolar, pero es en esta situación donde los maestros y maestras no debemos dejar de tener presente que el principal objetivo de la educación musical en la etapa de educación infantil y primaria es crear gusto por la música.
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