El modelo del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), busca como objetivo el apoyo y mejora del aprendizaje de todo el alumnado, proporcionando una vía al currículum y a los contenidos a través de estrategias y metodologías, adaptándose individualmente a los niveles del alumnado, focalizando el aprendizaje mediante la motivación. Objetivo. Evaluar la eliminación de las barreras educativas a través del modelo DUA, y potenciar las habilidades y motivaciones del alumnado. Participaron en el estudio el profesorado y alumnado de varios centros de Huelva. La edad del alumnado estuvo comprendida entre 11 y 13 años. Se trata de una investigación descriptiva. Los instrumentos para los datos fueron dos: un cuestionario (Cuestionario sobre las percepciones de los profesores acerca del DUA en educación) para el profesorado y, otro cuestionario adaptado para el alumnado de 3º ciclo de Primaria. Resultados. Se justificó que un currículum que mantenga el DUA, mejorará el aprendizaje.
Palabras clave
DUA, Atención a la diversidad, TIC, Aprendizaje, Accesibilidad
The Universal Design for Learning (UDL) model aims to support and improve the learning of all students, providing a pathway to curriculum and content through strategies and methodologies, adapting individually to the levels of students, focusing learning through motivation. Objective. Evaluate the elimination of educational barriers through the DUA model, and enhance students' skills and motivations. Teachers and students from several centres in Huelva participated in the study. The age of the students was between 11 and 13 years old. This is descriptive research. The tools for the data were two: a questionnaire (Questionnaire on teachers' perceptions of UDL in education) for teachers and another questionnaire adapted for 3rd Primary students. Results. It was justified that a curriculum maintained by the UDL will improve learning.
Keywords
UDL, Attention to Diversity, ICT, Learning, Accessibility.
Esta última década, el principal discurso que se aprecia en la comunidad educativa de nuestro país, tiene una estrecha relación con la educación inclusiva y la incorporación de las nuevas tecnologías en las clases, puesto que, el alumnado de nuestras aulas es diverso y necesita diversas formas de aprendizaje. Es aquí, donde viene la idea de que inclusión y nuevas tecnologías, son términos que deben ir de la mano, para reorganizar la educación actual y dejar atrás los aprendizajes meramente conceptuales e igualitarios que no atienden a la multiplicidad del alumnado.
El sistema educativo español se inspira en el principio de la equidad, que garantiza la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación y actúa como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que deriven de discapacidad. (MEFP, 2019, p.48)
Esta teoría es apoyada con numerosos estudios que avalan la educación de una forma más individualizada y, por lo tanto, menos estandarizada. Por ello, la organización WISE (Cumbre Mundial por la Innovación en Educación), realizó un estudio en 2014, sobre cómo debe ser la educación de la próxima década. De esta forma, proponen que la información y los contenidos se basen en plataformas online, donde todo el alumnado pueda acceder de manera voluntaria a los aprendizajes demandados en cada momento. Otro de los puntos fuertes, es el aprendizaje autónomo enfocado en la adquisición de habilidades y no en el propio contenido meramente conceptual, realizando un currículum individualizado y adaptado a los perfiles de cada estudiante.
Esta idea, nos hace replantearnos una serie de cuestiones tales como: ¿debemos esperar al 2030 para cambiar nuestro modelo de enseñar?, ¿estamos dando respuesta a todos los niños y niñas atendiendo a sus individualidades y ritmos de aprendizaje?, la educación tradicional, ¿dará respuesta a la situación de alarma que estamos viviendo con el COVID-19? Las respuestas son sencillas, y es aquí donde entra en juego un diseño que aboga por un currículum flexible, accesible, individualizado y basado en las potencialidades y motivaciones del alumnado. Esta forma de entender la educación se denomina DUA, y será el eje de la investigación y uno de los temas tratados en el marco teórico.
No obstante, este modelo, al igual que las pautas dadas por la organización WISE, deben estar coordinadas con la evolución del entorno tecnosocial, que sin duda es un tema de controversia y muy actual frente a la situación en la que nos encontramos en la educación del hoy a causa de la alerta sanitaria mundial frente al COVID-19. Esta situación ha impulsado hacia ese cambio educativo, donde tenemos que dejar el libro como herramienta de apoyo y darle paso a las TIC, TAC y TEP, dándole respuesta y atendiendo a la educación de los niños y niñas del siglo XXI.
Por ello, el presente artículo , está compuesto por la realización de un estudio basado en un cambio de modelo educativo, donde las pautas y bloques a seguir vienen dadas por el DUA y su repercusión en una educación inclusiva, basada en la motivación del alumnado y su relación con la evolución del entorno tecnosocial, creando ambientes de aprendizaje más significativos, flexibles y donde se potencien los intereses e inquietudes de los discentes.
La diversidad siempre ha estado presente en todos los aspectos psicosociales y afectivos en nuestro entorno, pero nunca se han tratado las necesidades de cada persona partiendo de la equidad, sino partiendo de la igualdad. Esto nos lleva a plantear un cambio de visión, donde tenemos que dar a cada persona lo que precise y necesite a partir de sus intereses, necesidades, edad, genero… Para ello, entra en juego el Diseño Universal (DU)
EL DU, es un modelo que nace del concepto de la arquitectura en 1970, donde la principal idea y fin, es la producción de “entornos accesibles atendiendo desde el principio a las posibles necesidades de los usuarios potenciales, incluyendo aquellos con discapacidades, de tal forma que estos puedan ser utilizados por todas las personas sin necesidad de adaptaciones posteriores específicas” (CUD, 1997, como se citó en, Alba, Zubillaga del Río y Sánchez, 2015. p.91).
Este contexto es trasladado posteriormente al ámbito de la educación para crear un currículo meramente inclusivo, donde no existan adaptaciones de este, y parta desde las necesidades de cada individuo, fomentando y creando entornos de aprendizajes positivos. Para ello, se le añade al DU, el concepto del aprendizaje, creándose el DUA, partiendo de un enfoque más práctico. Esta propuesta viene dada por el Center for Applied Special Technology en 1984, cuyo objetivo aboga en la realización de un currículum más accesible, donde las tecnologías y los materiales didácticos estén diseñados para acercar los contenidos a la diversidad del alumnado.
De igual forma, Coral Elizondo (2017) defensora del DUA, contempla un currículum donde uno de sus ejes sea la educación inclusiva, donde se eliminen barreras presenciales, de participación y aprendizaje, teniendo como objetivo principal la idea de que todo el alumnado acceda a aprendizajes exitosos, equitativos y eficaces, tratando de garantizar una educación de calidad para todo el alumnado y eliminando las desigualdades en los resultados. Para ello es necesario hacer flexible el currículo desde el enfoque del Diseño Universal para el Aprendizaje y la enseñanza multinivel.
El DUA, tiene tres principios fundamentales para la concreción de un currículo donde se parta de las necesidades de cada individuo y de la teoría de equidad. Estos principios son: “proporcionar múltiples medios de representación (el “qué” del aprendizaje), proporcionar múltiples medios de expresión (el “cómo” del aprendizaje) y proporcionar múltiples medios de compromiso (el “por qué” del aprendizaje)” (Azorín y Aznaiz, 2013. p.13).
Antonio Márquez (2018), elabora una rueda para la eliminación de las barreras de participación en el proceso de aprendizaje. Este diseño, atiende principalmente a los modelos didácticos, siendo la clave del modelo, convirtiéndose en esencial para la programación de tareas, actividades y ejercicios que no supongan un obstáculo a los niños y niñas en su enseñanza. Además de realizar propuestas de trabajo accesibles, alternativas, enriquecedoras, flexibles y con niveles de elaboración elásticos.
Pero, para su realización, Márquez (2018) comenta que el profesorado debe tener conocimiento de todas las potencialidades y debilidades del alumnado, además de saber sus intereses y de igual forma, aquello que lo hace vulnerable y excluyente de la metodología usada en las actividades de la clase.
Este marco, diseñado para la atención a la diversidad, tiene dos aportaciones claramente marcadas, la primera “romper la dicotomía entre alumnado con discapacidad y sin discapacidad. Ofreciendo distintas alternativas para acceder al aprendizaje que beneficia al estudiante con discapacidad, y que también permite que cada alumno escoja aquella opción con la que va a aprender mejor” (Alba, Sánchez, y Zubillaga, 2014, p.11). La segunda contribución del DUA al currículo educativo es que “el foco de la discapacidad se desplaza del alumno a los materiales y a los medios en particular, y al diseño curricular en general” (Burgstahler, 2011, como se citó en, Alba, et al. 2014, p.11).
Partiendo de estas premisas, Coral Elizondo (2017), marca una educación inclusiva, la cual, individualiza la enseñanza acomodando las necesidades e intereses personales del alumnado, siendo este el principio del DUA. Esta enseñanza multinivel “promueve la democracia, los derechos humanos, la justicia social, el diálogo igualitario, porque todo el alumnado es diferente, todo el alumnado brilla y todo el alumnado colabora, juntos nos enseñamos y aprendemos” (Elizondo, 2017, p.30).
De esta manera, el DUA no se contempla sin la atención a la diversidad, ni viceversa. Como comenta Sapon-Shevin (como se citó en Collelldemont y Padrós, 2000), “la diversidad se concibe como la existencia de grupos constituidos con la aceptación de las diferencias personales, sociales o culturales” (p.745). Entendiéndose por diversidad aquellas características del alumnado, provocadas por diversos factores, que requieren una atención especializada para que todo el alumnado alcance el mismo nivel de aprendizaje.
Parafraseando a López Melero (2016), la diversidad no es sinónimo de discapacidad, la visión de ver a las personas, debe ser valorativa y no como defecto. Este concepto engloba muchos términos como género, cultura, naturaleza…, siempre entendidas como fortalezas y puntos de aprendizajes humanos. Por ello, dar una respuesta a la diversidad es romper las barreras a través de las potencialidades.
Una vez analizadas diferentes definiciones del término diversidad, podemos decir que esta no puede ser concebida sin atender a las diferencias individuales, aprovechando y enriqueciéndonos entre todos y todas. En este sentido, se podría definir la diversidad como la multiplicidad de culturas, religiones, etnias, capacidades, edades, sexualidad… que convergen en la sociedad, enriqueciéndola y haciéndola más plural.
En este sentido, los docentes hemos de aprovechar esa diversidad como riqueza, más que como un obstáculo para el aprendizaje. Ante esto, la escuela está obligada a dar una respuesta equitativa e inclusiva a todo el alumnado.
Hablar de educación inclusiva no es hablar de integración. La educación inclusiva debería acoger al mayor número de medidas, estrategias y recursos para dar un aprendizaje más significativo a todo el alumnado. Es decir, la inclusión es un proceso de humanización y, por tanto, supone respeto, participación y convivencia; sin embargo, la integración hace alusión a que las personas diferentes y los colectivos minoritarios se han de adaptar a una cultura hegemónica. (López Melero, 2008, p.13)
La educación inclusiva podría definirse como una educación que atiende al proceso de todos los individuos de forma equitativa, como un grupo heterogéneo con una diversidad de necesidades, habilidades y niveles de competencias. Entendiendo que unos y otros podemos ser parecidos, pero no idénticos, y con ello, nuestras necesidades deben ser consideradas desde una perspectiva plural y diversa. También puede ser entendida como aquella que da respuesta individualizada a todos sus miembros, respetando los principios de igualdad y equidad. Dicho de otro modo, la inclusión no consiste en tratar a todo el alumnado por igual, sino en hacerlo atendiendo a las necesidades individuales que presente cada uno de ellos. Si realmente tenemos en cuenta esta diversidad, no podemos pretender que todos aprendan de la misma forma, cada uno construye su conocimiento en basándose en una reflexión propia y no unitaria para todos y todas.
Partiendo del concepto de atención a la diversidad, qué mejor aliado para llevarlo a cabo que las tecnologías, siendo estas favorecedoras del interés y necesidad del alumnado. Atender a la diversidad en el ambiente educativo, es entender que cada uno de nuestros alumnos y alumnas parten de ritmos, habilidades e intereses diferentes. De esta forma las nuevas tecnologías y el concepto tecnosocial, es una elogiada amiga inseparable de la inclusión educativa y una realidad que llega para quedarse.
Es el entorno educativo uno de los que mayores transformaciones ha sufrido con este acelerado desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC); es allí donde aparece el concepto de tecnologías del aprendizaje y del conocimiento (TAC) y las tecnologías para el empoderamiento y la participación (TEP). (Granados, et al., 2014, p.290)
Además, con la aparición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), le hemos dado un giro a la forma de sociabilizarnos, aprender, enseñar, disfrutar, etc. Asimismo, las TIC se han transformado en una herramienta muy útil para el proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo conocidas como Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento (TAC), dotando a la educación de una gran variedad para atender a nuestro alumnado de una forma más equitativa y significativa, donde se ajusten los niveles y ritmos de cada discente para su aprendizaje.
Finalmente, TEP es una propuesta para el uso de las TIC hacia el empoderamiento y participación. Es necesario que los individuos desarrollen competencias sociales y digitales desde la utilización TEP de la tecnología, lo que implica que la escuela enseñe a pasar del individualismo a pensar en el bienestar de todos. Esta propuesta es una pretensión hacia el fortalecimiento de los aprendizajes, competencias y participación en red. (como se citó en Pinto, Díaz y Alfaro, 2016, p.41)
Partiendo del cambio tecnológico, los docentes deben buscar un equilibrio donde se incluyan innovaciones y paradigmas, tales como entornos tecnosociales, para que se produzcan cambios en el contexto educativo, donde el alumnado desarrolle destrezas, habilidades y pensamientos críticos, para que ellos decidan qué aprender, y cómo utilizar lo aprendido. Estos dos últimos conceptos, irán acompañados de un aprendizaje emocional y motivacional, que el docente tendrá que contemplar.
La motivación, junto a las emociones, está estrechamente relacionada con la energía, la trayectoria, la constancia y la eficacia de los aprendizajes de los discentes. Ha sido un asunto central en el campo de la psicología y la educación, dado que se encuentra en cada uno de nosotros biológica, cognitivo, y socialmente, siendo altamente valorada debido a su producción en cualquier proceso.
La motivación escolar es un proceso general por el cual se inicia y dirige una conducta hacia el logro de una meta. “Este proceso involucra variables tanto cognitivas como afectivas: cognitivas, en cuanto a habilidades de pensamiento y conductas instrumentales para alcanzar las metas propuestas; afectivas, en tanto comprende elementos como la autovaloración, autoconcepto, etc.”. (Alcalay y Antonijevic, 1987, como se citó en Navarro, 2003, p.5).
“En la búsqueda de estrategias que promuevan el aprovechamiento escolar de los niños, se ha demostrado que la motivación tiene un papel fundamental sobre el aprendizaje, ya que influye sobre lo que se aprende, cuándo y cómo se aprende”. (Schunk, 1991, como se citó en Hernandez Jimenez y Mocotela, 2008, p.601) En los últimos años, existen numerosas perspectivas teóricas sobre la motivación; motivación intrínseca y extrínseca, que tienen gran importancia para comprender la conducta de los sujetos dentro del ámbito educativo.
Bandura plantea que cuando las personas adquieren creencias de auto-eficacia y expectativas de resultados positivos, se incrementa su motivación intrínseca, lo cual los conduce a un mayor aprendizaje y asevera que los modelos y el reforzamiento influyen sobre los intentos de maestría de los niños y la internalización de metas de dominio y auto-recompensas. (Bandura, 1997)
Por último, la aparición de las nuevas tecnologías comienza a despertar interés en el alumnado desde edades tempranas, favoreciendo y potenciando su motivación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Según Perdomo (2016), “los elementos propios de la motivación, del trabajo autónomo y de los procesos que siguen estudiante y maestro, deben partir de unas estrategias motivacionales que garanticen al estudiante la apropiación de conocimiento” (p.3).
“La irrupción de las nuevas tecnologías nos obliga a educar a los niños de una manera distinta. Así que la cuestión es descubrir cómo aprende una persona, descubrir sus pasiones, que son muy importantes, y utilizar todos los recursos humanos y tecnológicos que nos sirvan de ayuda”(Gardner, 2011, como se citó en Campión, 2014, p.2). Ante esta necesidad, comienzan a aparecer nuevos modelos educativos centrado en la diversidad del alumnado, un modelo que proporcione respuesta a lo que demanda la sociedad (alumnos/as creativos/as, motivados/as, innovadores/as...).
De esta manera, se creó la necesidad de investigar el DUA, y valorar los beneficios que se obtiene al enfocar un currículum individualizado, flexible y alternativo al modelo tradicional. Ese modelo donde el libro es el protagonista junto al tutor, se ve claramente mermado en la realidad que nos ha tocado vivir, en una situación de alerta social y sanitaria junto al COVID-19. En consecuencia, la educación que prospera es aquella que se adapta, que es flexible y va acompañada de la vía telemática para el proceso de enseñanza aprendizaje, donde el alumno tiene distintas maneras de afrontar el aprendizaje y además se adapta al ritmo de manera individualizada
Los objetivos que busca el DUA y, parafraseando a Coral Elizondo (2018), el diseño busca un aprendizaje individualizado donde el alumnado pueda intervenir en los procesos educativos, desarrollando capacidades y habilidades de manera integral, sin necesidad de adaptaciones posteriores, ni medidas específicas. Esta idea, tiene como objetivo, la eliminación de las barreras al aprendizaje, al acceso, información y expresión, teniendo en cuenta las emociones, afectos y sociabilización de cada de discentes.
Arrancando de este referente básico, los objetivos que programamos en esta investigación son los que se muestran a continuación.
Estos objetivos, nos llevan a plantearnos la siguiente hipótesis para esta investigación: “si eliminamos las barreras educativas con el modelo DUA entonces el alumnado, aprenderá a aprender, potenciando sus habilidades sin falta de adaptaciones”.
El modelo de investigación elegido para la recogida de datos marcado por el autor Bryman (2006) responde a “los apelativos de “multi-métodos” (multi-methods), “multi-estrategia” (multi-strategy), o “metodología mixta” (mixed-methodology), los métodos mixtos se basan en el empleo simultáneo de métodos cualitativos y cuantitativos” (como se citó en Moscoso, 2017, p. 635), en términos de lenguajes, técnicas, y conceptos. “Las primeras formalizaciones de los métodos mixtos emergen con posterioridad a los años 50 bajo la influencia de la idea de “triangulación” pensada como una operación múltiple” (Campbell; Fiske, 1959, como se citó en Moscoso, 2017, p.635).
De esta manera, y ante la falta de recoger unos datos lo más objetivos y realistas posibles a nuestro objeto de estudio, dentro del campo de la investigación educativa, se escoge el modelo más completo que integra métodos cualitativos y cuantitativos. Asimismo, en este trabajo de investigación tendrá un mayor peso, los datos cuantitativos por la problemática actual respecto a los problemas de sanidad pública frente al COVID-19, realizando cuestionarios de forma telemática al alumnado y profesorado de varios centros de la provincia de Huelva. Esta forma de recopilación, es un ejemplo más de la importancia de las nuevas tecnologías para adaptar una situación tradicional, como es la recopilación de datos, una muestra más de la flexibilidad de situaciones, aprendizajes y métodos que defiende el DUA.
La población objeto de nuestra investigación la conforman 40 alumnos y alumnas de 3º ciclo de primaria, concretamente el alumnado de 6º de Educación Primaria. Además, de 21 docentes de Educación Primaria y dos directores de centros educativos independientes. La recopilación de la muestra se realizó en la provincia de Huelva, más concretamente en los centros educativos CEIP Virgen de Pilar y el Colegio Cardenal Spínola. El primero se trata de un colegio público donde el nivel socio-económico es medio-bajo, y el segundo es un colegio concertado, donde el nivel económico y social es alto en líneas generales.
Sin embargo, y por la situación actual mencionada, nos centraremos en los cuestionarios pasados a los discentes y docentes, dejando la entrevista a futuras investigaciones. Por ello, mencionaremos todos los instrumentos utilizados, pero seguiremos con el análisis únicamente de los dos cuestionarios.
La elección de la entrevista, viene dado por la magnitud de alcanzar y procesar datos de modo rápido y eficaz de forma presencial o de forma online. Además, de obtener información sobre un amplio repertorio de temas y cuestiones simultáneamente.
El cuestionario realizado a los docentes constó de 26 preguntas sobre la percepción de los profesores acerca del DUA en su docencia. Asimismo, se pasó un cuestionario formado por 30 ítems para el alumnado sobre el modelo DUA, para ello se modificó el cuestionario “Pautas DUA-Cuestionario para Educadores Versión 2” (CAST 2001), incorporando un lenguaje más adecuado al nivel del alumnado y siguiendo la misma estructura que el original.
La estructura de preguntas/respuesta fue de tipo Likert, con escalas graduadas de 1 a 4 (desde 1 muy de acuerdo a 4 nada de acuerdo o en desacuerdo). El tipo de respuesta fue adaptado para darle una respuesta más significativa y entendible al lenguaje y contexto del alumnado, siendo estas: (1) Nunca; (2) A veces; (3) Casi siempre; y (4) Siempre. Asimismo, el cuestionario formulado a los docentes, también fue de tipo Likert, con una escala gradual del 1 al 4, siendo 1 nunca y 4 siempre.
En este punto de la investigación, se desarrolla el análisis de los datos obtenidos a partir del los cuestionarios y, tras su procesamiento a través del paquete estadístico SPSS. Asimismo, para facilitar la interpretación de las tablas y reducir el tamaño de las mismas, ajustándose al formato del documento, se creará una nomenclatura para su lectura: Frecuencia (F); Porcentaje (P); Porcentaje válido (P-V); por último, Porcentaje acumulado (P-A). Además, los valores también se expresarán con siglas: Nunca (N); A veces (A); Casi siempre (C); Siempre (S); y Total (T).
La población y la muestra objeto de este estudio se apoyo en la valoración de los datos extraídos de los cuestionarios de los profesores y profesoras de Educación Primaria, de los dos centros educativos de la provincia de Huelva.
Para una mejor compresión de la investigación, los datos se clasificaron atendiendo a los tres objetivos del estudio en la siguiente tabla.
En líneas generales, se puede observar un porcentaje más elevado en prácticas favorecedoras de un currículum flexible, individualizado y motivador atendiendo al DUA. No obstante, la realidad educativa queda muy alejada de dar respuestas equitativa por un gran número de docentes.
Atendiendo al resto de valores, excepto aquel que siempre favorece unas prácticas educativas ideales, podemos observar que los porcentajes de los tres valores restantes suma ± el 50% de los docentes que no atienden de forma permanente una educación que deja ser y estar, es decir, una educación en la cual, se atienda a los ritmos de aprendizaje de manera individualizada, donde las metodologías y evaluaciones sean flexibles donde no únicamente se atienda a los aspectos conceptuales.
Según los datos reseñados, la lectura e interpretación del primer bloque (buenas prácticas según el DUA) son muy significativas. La mayoría de los encuestados coinciden, en que dentro de su aula se llevan a cabo unas buenas prácticas (63%). Pero también es evidente, que el 37 % de los encuestados ven mermadas el buen hacer, en una labor tan importante como la docencia, que nunca tiene descanso y siempre debemos dar el 100% para que los aprendizajes sean significativos y adecuados, llegando a todo el alumnado.
Analizando la encuesta, respecto al segundo objetivo de la investigación (detectar la actuación docente para favorecer la inclusión educativa y su atención a la diversidad desde el DUA), observamos, la disparidad de respuestas respecto a un tema, donde la armonía y la única respuesta válida debería ser la respuesta educativa inclusiva donde se atienda de forma equitativa al alumnado, eliminando cualquier barrera educativa, empezando por el currículum.
Respecto a la implicación de los profesionales para favorecer la motivación en las aulas, observamos que es la media más baja con un valor promedio de 3,52 de la muestra. También decir, que todos los docentes utilizan la motivación como un recurso en su metodología, pero todavía se debe mejorar en este concepto, como en muchos aspectos de la educación, para que realmente lleguemos a dar una enseñanza de calidad.
Del mismo modo que se analizaron las encuestas de los decentes, en este apartado se procederá a realizar el estudio analítico con la población y muestra de los 40 alumnos y alumnas de 3º ciclo de Educación Primaria, dentro de la localidad de Huelva.
De igual forma, y para observar y comparar la visión del alumnado y el profesorado, los datos de las encuestas se han dividido en tres bloques, que atienden a los tres objetivos del estudio en la siguiente tabla:
Examinando la Tabla 2, observamos que la visión sobre las prácticas educativas del alumnado, dejan al sistema educativo y a los procesos de enseñanza docente de ambos centros, muy por debajo de lo esperado a lo que se refiere en buenas prácticas. Los datos obtenidos, muestren que los maestros y maestras no superan ni el 35% de una educación inclusiva, flexible, individualizada y motivadora para los niños y niñas del 3º ciclo, de forma permanente y continua.
Desde una visión crítica, el colectivo educativo debe hacer autocrítica, porque si miramos cada uno de los objetivos, que deben ser obligatorias cumplir en educación, la media obtenida respecto a la buena labor docente, se queda en valores que rozan el suspenso, estando entre “A veces” y “Casi siempre”. Esta tendencia, se ve reflejada en la motivación, implicación, habilidades y destrezas que adquieren los dicentes.
Recopilando la información obtenida del primer objetivo (analizar las prácticas docentes actuales y observar su acercamiento al DUA), respecto a la visión del alumnado, percibimos una preocupante igualdad entre los porcentajes. Desde una educación desencaminada a los objetivos que busca el DUA (20%), hasta una labor docente, que sí atiende las metas que persigue este diseño (26%).
Atendiendo a los informes especificados de la recopilación de la muestra nos da un enfoque más esperanzador respecto al objetivo anterior. Los datos obtenidos, muestran un repunte positivo referido a la inclusión educativa dentro de las aulas. No obstante, el 34 % queda muy retirado de los porcentajes deseados.
Las metodologías rígidas y de carácter conceptual son menos apropiadas para lograr una adecuada atención a la diversidad. Pero, la realidad es palpable con un 40% de esas prácticas que no atienden el principio de equidad, ni de individualización en los procesos de enseñanza-aprendizaje, sin dar respuesta a todo el alumnado.
Analizando el tercer bloque, la gráfica nos muestra una equivalencia notable respecto a la anterior. La visión experiencial de los discentes, respecto a su motivación e implicación dentro de las aulas por parte de los procesos educativos, se ve mermada notablemente con un porcentaje del 50% acorde a unas buenas prácticas, y el otro 50%, perjudicando esa motivación, la cual es el motor del aprendizaje.
Conclusiones
Esta investigación ha rodado sobre un estudio descriptivo relativo a cómo realizan la acción los maestros y maestras de la Provincia de Huelva, respecto al DUA. Este estudio supone valorar la competencia educativa, siendo esta uno de los pilares de la sociedad y de igual forma, un tema de controversia siempre en el punto de mira, aún más con la situación crítica a la que nos estamos enfrentando la humanidad en estos meses. El estudio tiene como objetivos, analizar las prácticas docentes actuales y observar su acercamiento al DUA, detectar la actuación docente, para favorecer la inclusión educativa y su atención a la diversidad y valorar la motivación e implicación del alumnado en el proceso de aprendizaje, todo ello, a través del modelo DUA.
El estudio nos ha permitido comparar a través de los objetivos marcados, las dos visiones de la enseñanza en los centros de Educación Primaria, respecto a la realización de las prácticas docentes en el aula. Estas visiones las conforman, por un lado, los propios docentes y por otro, el alumnado de los dos centros educativos de nuestra investigación.
Tras la comparación y los resultados obtenidos, respecto a los tres objetivos planteados, podemos dar respuesta a la hipótesis diseñada “si eliminamos las barreras educativas con el modelo DUA entonces el alumnado, aprenderá a aprender, potenciando sus habilidades sin falta de adaptaciones”. Esta respuesta, basándonos en la entrevista al alumnado, quedaría verificada, siendo los resultados positivos a una educación donde se fomente la motivación, las buenas prácticas y la inclusión positiva.
Las propuestas y conclusiones que se han recogido, contribuyen de forma directa a la aplicabilidad práctica y repercusión, quedando muy alejadas del Diseño Universal para el Aprendizaje. Por ello, y en tiempos de excepcionalidad como a los que nos enfrentamos con el COVID-19, los docentes tienen que abandonar el modelo magistral, donde el libro de texto es el principal protagonista, y afrontar una educación alternativa, donde entra en juego una educación telemática, en la cual, muchos de los actuales maestros y maestras no están formados, ni familiarizados, con este tipo de diseño y se ven afrontando una visión diferente de rabiosa actualidad, que es la guía a seguir y unos de los principios del DUA.
Para finalizar este apartado, no podemos dejar a un lado el hecho histórico que nos está tocando vivir, por ello muchas escuelas se vieron en la obligatoriedad de tomar la iniciativa de dar el primer paso de un día para el otro, reinventando una lógica escolar para los docentes, donde en muchos casos están explorando nuevos desafíos y experiencias digitales. Asimismo, se está creando una alianza entre el alumnado y el profesorado, siendo protagonistas en la tarea de mantener las escuelas abiertas, no los edificios. Esta idea de una escuela nueva, es la línea a seguir donde el alumnado también es protagonista de sus aprendizajes. Este es el punto de partida junto al DUA, y la semilla que debemos plantar para un mundo nuevo y una nueva visión educativa.
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