Innumerables investigaciones científicas han evidenciado el beneficio de la música en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje. Sin embargo, definirla como una herramienta que favorece la enseñanza de otros conocimientos ha derivado en que no se la trate como indispensable. Si además consideramos el gasto económico que conlleva su enseñanza en las aulas, se evidencia el porqué de su situación en el currículo actual de Educación Primaria.
Recientes investigaciones en EEUU proponen las experiencias musicales como base de la estabilidad mental individual del ser humano, creándose una relación armónica entre mente-cuerpo-entorno; implicadas además en el proceso evolutivo del hombre, de su especie. Aparece así la hipótesis de una nueva dimensión del efecto de la música en el proceso educativo: Base indispensable a trabajar (estabilidad del ser vivo “homeostasis”) para propiciar una adecuada predisposición al aprendizaje (cognición).
Palabras clave
Música, homeostasis, cognición, evolución.
Much scientific research has supported the music benefits on the teaching process. However, if it is considered such as a tool which makes better other learning processes, then it will not be as invaluable as it must be inside education. Furthermore, if we consider the economic effort that involves its tuition into school rooms, we will guess why it has issues inside Scholar Curriculum currently.
Recent studies from The United States aim music experiences like the support for humans to achieve an individual balanced state, because it advances the link between mind, body, and environment inside individuals. It is also involved in the human development evolution.
Consequently, it is erected a hypothesis which pushes a new conception on music effects inside the teaching process: students must be in touch with music to get balance as a living being (homeostasis); then, their brains will be able to get meaningful learning (cognition).
Keywords
Music, homeostasis, cognition, evolution.
A raíz de la aprobación de la LOMCE, Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, se contempla un cambio significativo para la enseñanza de la educación musical. Dicha asignatura conforme con lo establecido en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, será de carácter opcional. Los centros tendrán autonomía para decidir las materias que se impartirán; por tanto, pasarán a ser optativas las lenguas cooficiales, la educación artística (donde se incluye la música) y las segundas lenguas extranjeras.
Respaldando la decisión expuesta en el currículo deviene el recorte en el presupuesto económico ofrecido al soporte de las escuelas para la didáctica de la música. Destaquemos además que no sólo en la educación oficial pública se ha limitado el presupuesto, también en las escuelas de música de educación complementaria. Desde la implantación de la LOMCE los ayuntamientos de Madrid y los de la Comunidad autónoma de Barcelona por poner un ejemplo, han retirado las ayudas económicas que hasta ahora ofrecían. El equipo dirigido por Ana Botella ha retirado la ayuda de 2/3 de la cuota y matrícula anual para sus estudiantes, que su antecesor Alberto Ruiz Gallardón impuso. Sabadell ha aumentado sus cuotas en un 300% y Valencia la ha aumentado en un 42% desde el 2016.
The Beatles. “Odd Stuff Magazine"
Parece extraño que nueve años antes José Ignacio Palacios Sanz redactara lo siguiente en un artículo de investigación de la educación española: “La Universidad española, en común sintonía con el resto de los países miembros de la Comunidad Europea, está iniciando un proceso de cambio y de adaptación a unas nuevas directrices educativas, de los que tendremos nuevos resultados en fechas inmediatas”; “las investigaciones en el campo de la música y la educación musical han logrado recuperar el pasado musical y relacionar la música con otras materias, en referente a la práctica instrumental, lectora, de la expresión artística, del currículo, así como de lo que se relaciona directamente con el ser humano”.
Resulta evidente que, la fundamentación a la que se han acogido para regular la actual ley educativa no incluye ni los avances en el campo educativo musical, ni tiene en cuenta los descubrimientos en neurología que sitúan la música como elemento indispensable de la estabilidad cognitiva, tal y como veremos en el punto 2 de este artículo. Su situación actual podría resumirse en dos bailes paralelos, LOMCE versus MÚSICA. Por un lado, la regulación actual de la educación marcada por la situación político-económica; por otro, los avances en el área de música en el panorama mundial científico-educativo.
“El lugar que ocupa dicha asignatura en el currículo es culpa de las clases políticas, quienes parecen no conocer su relevancia, poniéndolo de manifiesto con la última ley educativa LOMCE (E.B.)” ; “cuando se conoce esta materia a fondo, es imposible infravalorarla” (E.D.). Afirman profesores entrevistados por Moreno Rubio, N. (2016). “Todos los niños deberían tener derecho a aprender a tocar un instrumento y a cantar en la escuela”, Music Education Council (MEC) de Reino Unido.
“Quitar recursos a la educación es algo que se acabará pagando. Pero no soy tan naif de pensar que hay una relación directa entre el dinero y la calidad. Se despilfarra mucho en la educación mal orientada. Hay una dispersión de energía en este asunto”, matiza Fabián Panisello, director académico de la prestigiosa escuela Reina Sofía
¿Por qué es incomprensible para la mayoría del profesorado la situación de la educación musical en la educación obligatoria? ¿Es en el ámbito educativo donde deben realizarse recortes para mejorar la economía de un país? Aquello por lo que abogaba Jose Ignacio Palacios Sanz ha ido progresivamente desapareciendo, al menos en el ámbito educativo público al que todos tenemos acceso.
“Está comprobado que los alumnos que estudian música suelen tener éxito en el resto de estudios. El objetivo es democratizar la música. Si eso va para atrás, quien saldrá perjudicado será el país. Sin cohesión social, será más pobre. En otros lugares está clarísimo. Suiza, por ejemplo, lo ha recogido en la Constitución”, explica Pere Vallbona, tesorero de la Asociació Catalana d’Escoles de Música.
Como base empírica que respalde la opinión de estos profesionales de la enseñanza pongamos atención a lo siguiente: en el último estudio de PISA[1] año 2015, los colegios privados que realizan planes de educación complementaria, y en ella se incluye la música “danza, canto o interpretación de instrumento”, resultaron sobrepasar los resultados no sólo de la media española, sino de los países que lideran el estudio como Canadá y Finlandia, en lectura; Japón, Estonia, Finlandia Y Canadá, en ciencia; y finalmente Japón, Corea del Sur, Suiza, en matemáticas. Como por ejemplo Ágora International School Madrid, Los Sauces Torrelodones, Británico de Aragón, etc.
Dice Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria (TEXTO): “En línea con la Recomendación 2006/962/EC, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de diciembre de 2006, sobre las competencias clave para el aprendizaje permanente, este real decreto se basa en la potenciación del aprendizaje por competencias, integradas en los elementos curriculares…” Sigo citando (TEXTO) “La revisión curricular tiene muy en cuenta las nuevas necesidades de aprendizaje. El aprendizaje basado en competencias se caracteriza por su transversalidad, su dinamismo y su carácter integral…”
Respecto a ello, el aprendizaje por competencias resulta de la capacidad de resolución de problemas de carácter global, que permite al alumnado desarrollar habilidades útiles para su vida rutinaria, como niño y como adulto en un futuro. La materia de música en este aspecto es una vía totalmente adecuada, por su carácter transversal que permite el desarrollo de todas y cada una de las Competencias Clave estipuladas por la OCDE[2]. Cualquier actividad de música conlleva, siempre que su didáctica sea adecuada, la repercusión en el aprendizaje de las Competencias Clave de Primaria:
El desarrollo de la competencia matemática en el área de Música conlleva la integración de elementos y razonamientos lógicos. A través de los contenidos referidos a los bloques de escucha y creación, la música incide en la utilización de modos de pensamiento lógico y espacial aplicados a la identificación de los elementos que intervienen en la construcción de una obra musical (relaciones entre altura de sonido y su frecuencia, relaciones interválicas, organización de sonidos a través de escalas diatónicas, modal, tonal, dodecafónica; proporciones rítmicas, patrones de diferente duración sonora, etc.). Con la práctica y la interpretación musical, se trabajan contenidos y procedimientos basados en la representación de las ideas e intenciones musicales mediante la notación musical (pentagrama, signos, tablaturas, claves, notas y figuras, indicaciones metronómicas, etcétera).
Desde el área de música se debe aprender a reconocer y analizar críticamente los sonidos que rodean al individuo (paisaje sonoro); y aquellos contenidos referidos al conocimiento de la voz y del cuerpo humano (oído, aparato fonador, respiratorio…) como medios de expresión. Con ello, se capacitará al alumnado a adquirir una actitud de responsabilidad por el cuerpo humano (voz y cuerpo) y el medio (espacio físico necesario para el desarrollo de cualquier actividad musical, natural o artifical).
La didáctica de la música debe adaptarse a los cambios sociales. Ahora, los alumnos requieren de una educación digital, que les permita establecer un juicio crítico ante la aglomeración de información que se pone a su alcance en los medios digitales; que les enseñe a manejar los recursos digitales de creación y diseño musical que le ayuden a entender críticamente la información que se les ofrece, a seleccionar y gestionar, a crear y compartir.
La música contribuye a la competencia social y ciudadana fomentando que el alumnado trabaje, colabore y se ayude, desarrolle la capacidad de dialogo y de respeto a la hora de realizar un proyecto musical común. Ser capaz de crear confianza y empatía, aprender a negociar y tener buena disposición para llegar a acuerdos. En definitiva, comprender y practicar los valores de las sociedades democráticas: democracia, libertad, igualdad, solidaridad, corresponsabilidad, participación, etc.
Apreciar el hecho musical como parte de la cultura lleva implícito disponer de habilidades perceptivas, sensibilidad y sentido estético para poder comprender, valorar y ser capaz de emocionarse y disfrutar la música; aspectos que deben trabajarse bajo la orientación de un profesional de la música. Conocer el resto de aportaciones musicales y ser capaz de comprender la música del mundo enriquece personalmente a nuestro alumnado, como miembro de un mundo globalizado; desarrollando una actitud abierta a la diversidad de la expresión cultural.
La música contribuye a desarrollar capacidades como la atención, la concentración y la memoria.
Tanto la interpretación musical como la composición son actividades que, para obtener los resultados deseados, requieren una planificación previa y de toma de decisiones personales o en grupo. También permiten desarrollar capacidades como la perseverancia, la responsabilidad, la autocrítica y la autoestima.
Otra de las premisas educativas del Parlamento Europeo y El Consejo es el interés por impulsar la ciencia como modo de vida en las aulas y posteriormente en la vida. En esta línea destaquemos, si el carácter de una materia educativa aboga por la necesidad de potenciar las habilidades necesarias para alcanzar un pensamiento científico, el historiador Martin Kemp señala las similitudes entre un artista musical y un científico, ambos trabajan de forma experimental; asimismo, William Forde Thompson, Científico especialista en el Efecto Cognitivo de la Música en la Universidad de Toronto, refuerza su hipótesis, argumentando el método de trabajo, ambos, músicos y científicos trabajan de forma empírica para resolver un problema, problema que siempre queda abierto a nuevas reinterpretaciones también aceptables. Una verdad contextual y variable dependiente del punto de vista.
2.3.1. El efecto Mozart
“The Mozart Effect”, Don Campbell, 1997; Su publicación marcó un antes y un después en la enseñanza de la música. Sin embargo su influencia ha decaído hasta casi el olvido; aquello que fue gratamente aceptado, pues argumentaba ciertos aspectos de la materia que muchos sospechaban, ha ido poco a poco limitándose, ¿qué ha sido de este enfoque? Veamos.
"Una de las dificultades de Mozart Effect fue que estaba asociada con la escucha pasiva de música.” dijo Dr. Nina Krauss, neurocientífica en Northwestern University, refiriéndose a la simplicidad con la que proponían la escucha de la obra de Mozart como potenciador de talento. Claramente, el interés por impulsar la obra de Mozart como la herramienta perfecta para convertir las mentes más inteligentes, ha sido el detonante de su crítica por numerosas reconocidas entidades; por nombrar algunos: “University of Vienna (Pietschnig, Voracek, & Formann, 2010), American Psychological Association, University of Vermont College of Medicine, etc.
Esta crítica generalizada ha valido de escudo para que aquellos que no reconocen la utilidad del conocimiento musical establezcan una postura altiva ante su aplicación, desmereciendo aspectos que van más allá de fines lucrativos y publicitarios…pues también había mucho de verdad en esta obra, “…It is the sounds of earth and sky, of tidies and storms…From the first cry of life to the last sigh of death, from the beating of our hearts to the soaring of our imaginations, we are enveloped by sound and vibration every moment of our lives…” Tal y como muchos entendemos la música, Campbell exponía ésta como una materia intrínseca en el ser humano y en la naturaleza en la que la vivimos. En esta línea empezaba su libro donde explica la evolución paralela que ha tenido el desarrollo de la mente del ser humano y el de la música a lo largo de la historia; cómo investigaciones científicas demostraban la influencia en el desarrollo psicológico del hombre.
A pesar de sus críticas y demostraciones de los aspectos en que se equivocaba, quedan intactas, bajo su posterior análisis científico, dos ideas fundamentales de la obra y que destaco por su importancia en la línea de este artículo:
“La inteligencia auditiva y rítmica que contiene la música es una herramienta esencial en la funcionalidad de la mente en todo su dominio… la música es mejor que cualquier otra herramienta educativa, ya sea de forma pasiva (percepción) o activa (creación), pues impulsa la integración y armonización de las habilidades matemáticas, del lenguaje, de coordinación, sociales y personales; impulsa y mejora su potencial”. David Laezar, creador de aplicaciones prácticas en relación a la teoría de Inteligencias Múltiples de Gardner.
Añado a ello, como demostraba Virginia Penhune, psicóloga y profesor de Concordia University en Montreal, cuanto antes se comienza con la enseñanza musical, antes se ponen en relación los dos hemisferios de la mente.
Es hasta aquí donde parece haber llegado el concepto de educación musical en la fundamentación pedagógica de la educación pública en España, que la entiende como una herramienta costosa que favorece la educación, pero no como una materia educativa vital; por ello que cada vez baile menos en casa (menos horas de música en los colegios, la casa de todos). Sin embargo posteriores investigaciones, como las dos que son expuestas a continuación, realizadas en los EEUU, están avanzando en el conocimiento de la relación entre música y neurología, que por su repercusión en el desarrollo cognitivo, deberían ser tomadas en cuenta.
2.3.2. Esta es tu mente con música
Un importante ejemplo queda liderado por “This is Your Brain on Music”, Daniel J. 2006, donde afirma «Quien quiera entender la naturaleza humana, la interacción entre cerebro y cultura, entre evolución, mente y sociedad, tiene que examinar con atención el papel que ha desempeñado la música en la vida del ser humano, la forma en que la música y la humanidad han evolucionado juntas, moldeándose la una a la otra» Esta aportación surge de los resultados obtenidos en una investigación científica realizada en su laboratorio que muestra cómo al estimular la mente con música, estos estímulos se distribuyen en sus dos hemisferios, todas las actividades de la mente humana están influenciadas por el efecto de la música, en alguna de sus dimensiones; invalidando antiguas teorías que posicionaban la recepción de los estímulos musicales en el hemisferio derecho mientras materias como la matemática y el lenguaje en el izquierdo. En relación a ello, expone la siguiente hipótesis: la música pudo ser la predecesora del lenguaje, el canto y las actividades instrumentales podrían haber ayudado a nuestros predecesores con el refinamiento de las habilidades motoras, antecediendo el desarrollo de la motricidad fina necesaria para el control de los músculos del lenguaje, tanto vocal como gestual.
Levitin acude a la teoría de Darwin, “todo ser vivo está en continuo cambio como respuesta al mundo, el mundo cambia como respuesta a estos cambios; aquellos que no son capaces de seguir este proceso, son inadaptados, produciéndose una selección natural…” -Por tanto, nuestra mente se encuentra expuesta a los sonidos del mundo en el que vivimos, realizando un continuo proceso de inferencia inconsciente. La música influye en el componente emocional de la mente; aunque no hay un acuerdo científico a la hora de determinar qué son las emociones, sí que hay una base histórica que las sitúa como base del estado neuroquímico que sirvió para motivar a los antecesores homínidos en sus propósitos para sobrevivir (rituales, cantos colectivos, danzas…que con el paso del tiempo han ido evolucionando; participantes de la investigación de Your Brain on Music identifican esta evolución como los periodos de la historia de la música, que se corresponden con los períodos de la historia de la humanidad.
Siguiendo esta hipótesis, se añade la siguiente reflexión: La música ha evolucionado a lo largo de la historia, paralelamente a la evolución de la mente humana, de sus patrones de pensamiento, de su predisposición a la solución de problemas, a nuestro sistema sensorial. También paralela a la evolución del lenguaje, del conocimiento matemático y del científico pero, la música tiene una antigüedad mayor a todas estas semirrectas nacidas de la evolución mental, de la capacidad del ser humano a estudiarlas. A raíz del estudio de su obra, surgieron nuevas cuestiones en la línea de investigación de este artículo. ¿Qué consecuencias tendría que los niños de la educación pública actual no experimentaran suficiente música? ¿Se estaría limitando una de las rectas paralelas que ha constituido la historia del ser humano? ¿Deberíamos considerar la música como un conocimiento arcaico, que potenció el desarrollo de nuevas capacidades mentales como la capacidad del lenguaje, y ya no haría falta su estudio pues es sólo parte de una fase de la historia de la evolución? La habilidad de ser más apto o menos para ser artista de la música no es hereditaria genéticamente pero, ¿qué hay de la huellas neuroquímicas que se asentaron en los cerebros de nuestros antepasados? Ya que el cerebro ha ido evolucionando, esas huellas serán parte de la evolución ¿qué ocurrirá si al eliminar de la educación pública la música, llegue un momento en que haya población sin herencia musical neurológica en sus cerebros?
Fue entonces cuando se descubrió el libro que daría fin a las incertidumbres de este artículo, por supuesto no como verdades establecidas sino como alivio perecedero a las cuestiones acontecidas, con la esperanza de ser reafirmadas por otros autores expertos en la materia.
2.3.3. El efecto de la músuca (homeostasis)
Los principios de física y de la funciones fisiológicas del cuerpo humano y el conocimiento de la música se unen bajo los mandos de Dr. Daniel Schneck, ingeniero biomédico con historial práctico en física, psicología y medicina, así como práctica clínica; y Ms. Dorita Berger, pianista de concierto y educadora, reconocida por Music Therapist con un extensivo historial en la práctica clínica, para escribir The Music Effect, 2006. Conozcamos su obra.
En la misma línea que Levitin proponía la música como algo inherente al ser humano, estos dos autores reafirman lo siguiente:
La naturaleza de la realidad de la que somos conscientes, el entorno natural en el que nos encontramos, es energía, según la física. La energía, para manifestarse, tiene que vibrar (alternar periodos de conversiones de energía desde potencial a kinésica). El número de veces que vibra, se denomina frecuencia de vibración (dando por hecho que para existir debe empezar a vibrar en un determinado momento), generándose un ciclo de vibraciones, con unas propiedades idénticas a las de la música, como veremos a continuación. El cuerpo humano trabaja con vibraciones también, biorritmos, con principio y fin. Imaginen la respiración, los períodos del día y la noche, el proceso de reproducción, etc, Todo lo natural tiene un inicio y un fin, una frecuencia de vibración, como la base de cualquier melodía. Ese ciclo rítmico, mantiene el estado de equilibrio de los cuerpos, piensen en los cuerpos elásticos (vivos) y los no elásticos (inertes), cuando se altera la frecuencia de vibración al ejercer una fuerza sobre ellos, los cuerpos elásticos son capaces de recuperar la estabilidad mientras que los inertes se deforman o rompen definitivamente. Todos los componentes (sistemas, órganos, tejidos, células, moléculas y átomos) del cuerpo humano vibran, por ser energía según la física, y además están expuestos a las perturbaciones del medio en el que habitan (vibraciones de la energía exterior), que lo hacen deformarse. Según “The Music Effect”, la música es capaz de regular de nuevo la deformación, la capacidad de vibración del cuerpo humano como caja resonadora y de su interior como energía que es. Ello se debe a la influencia de la música en el proceso que denominan homeostasis: capacidad primitiva del ser humano como ser vivo de responder ante las amenazas del medio) hasta conseguir su estabilidad original como ser racional, por ello su aplicación en medicina, en trastornos mentales. Aunque, debemos ser conscientes que el sonido de esa vibración, que surge del paso de energía potencial a kinésica no siempre es perceptible por el oído humano, ni tampoco incluso por instrumentos tecnológicos; no siempre podemos medir su frecuencia de vibración, nominada “Hz.” según Heinrich R. Hertz (1857-1894). Por ello, los autores de esta obra comparan la energía que los seres humanos son capaces de percibir, con una visión desde una pequeña ventana que no deja ver el infinito rango exterior. El oído humano sólo es capaz de captar información entre 2 y 4 Hz.
Exponen un experimento que evidencia la similitud de las propiedades de cualquier acto físico (VIDA) con los seis elementos básicos de la música. Al lanzar una pelota contra el suelo (comienza el ciclo) se produce el inicio de la vibración de ese cuerpo llamado caja resonadora, como lo es el cuerpo para sus vibraciones interiores; el inicio de un ciclo, de un ritmo. La primera vibración es como la clave “the tonal center” de una melodía musical, pues determinará la amplitud de la vibración durante el ciclo de botes, que a su vez alcanzará “the high” la altura o timbre de los siguientes botes del ciclo. Asimismo, esta amplitud de vibración de la energía que almacena, repercute en la intensidad con que vuelve a botar. Si dejamos de respirar no podremos continuar ejecutando el ciclo de la música en creación, efecto perturbador del medio, si dejamos la pelota sin aplicar una fuerza perturbadora, en este caso nuestra energía, finalmente alcanzará el reposo estabilidad. Si volvemos a ejercer una fuerza sobre la pelota, volverá a perturbarse, a vibrar, ejecutando otra serie de vibraciones, y así sucesivamente, constituirían la forma musical de una obra. El concepto de harmonía implica la intervención del sistema auditivo humano, de su capacidad de percepción de dos o más tonos, golpes de la pelota; dependiendo de percepciones anteriores, relacionado con la consonancia (composición agradable) y la disonancia (perturbadora), que a su vez están condicionados por la capacidad de la mente humana de finalizar aquello inacabado a través de los sentido, GESTALT, para dar significado a los estímulos que recibe y conseguir su estabilidad (homeostasis).
Establecen así, bajo la evidencia de que cuerpo humano y música trabajan bajo los mismos patrones que el entorno, la capacidad de la música para comunicarse con el cuerpo, con la mente, utilizándolo para fines de tratamiento clínico que manifiestan resultados reales que fundamentan esta teoría.
“Mantén en la mente, la fuerza con que la música impacta en todo el organismo humano desde los atomos individuales, moléculas, y células, hasta los más complejos como tejidos, órganos y sistemas. La Música trasmite la información de su vibración acústica a todos los niveles de estructura y función, penetrando a través del cuerpo, provocando de forma holística, integradas respuestas. La mente no es consciente a menudo hasta mucho más tarde de las respuestas que han tenido lugar (ej.: cambios en reacciones bioquímicas, riego sanguíneo, ritmo respiratorio, expresión hormonal, temperatura corporal) Esto quiere decir que precediendo a la cognición, respecto a la percepción consciente (el yo psicoemocional) hay una reacción”.
Quedaría por tanto presentada, la posibilidad de entender la relación entre la evolución del ser humano y la música como el resultado de una relación recíproca, las huellas neurológicas que comentaba Levitin serían la causa de la predisposición mental al avance y este avance volvería a dejar huellas neurológicas…(HOMEOSTASIS).
Como solución a esta nueva tendencia experimental de la ciencia de la música, aparece un movimiento didáctico, nacido en Islandia de la mano de Compositora Islandesa Bjork, que impulsa el estudio de la música junto a las ciencias sociales y la tecnología. Esta línea metodológica se presenta como una posibilidad de acción para la enseñanza de la música en relación a su efecto en la sociedad, utilizando la tecnología como entorno de investigación y aplicación; y tiene como base las ideas comentadas en el punto anterior, fomentando la investigación sobre la unión natural entre los tres factores mencionados, su historia y su futuro teniendo en cuenta su repercusión cíclica, donde se afectan unos a los otros.
¿Será este el comienzo de una nueva pedagogía de la música? Por supuesto es una repuesta difícil de resolver por el momento; sin embargo, un informe de su puesta en práctica por un equipo de profesores en Islandia muestra como los resultados en el alumnado y en la práctica educativa fueron no solo positivos, sino que “excedieron sus expectativas e influenciaron determinantemente en su metodología a aquellos profesores que participaron en el proyecto de investigación” Reykjavik steering Group (2016).
Conclusiones
¿Qué podrán hacer las autoridades políticas pertinentes en el sistema educativo para gestionar la información que nos llega de estos y otros estudios científicos? Como es tradición en este país, las renovaciones de la política-educativa quedan condicionadas por los cambios de gobierno. Sin embargo, en el ámbito de la música, parece haber una herencia maliciosa que deja de lado las nuevas líneas de estudio descubiertas en el panorama científico exterior, que ponen de manifiesto la necesidad de establecer relaciones musicales entre el alumnado, por las aún inciertas aplicaciones y repercusiones que tiene su experimentación y estudio en el desarrollo del ser humano.
Por un lado, el concepto de música como herramienta trasversal y de motivación está sufriendo un cambio, una ampliación de su influencia en el aprendizaje del ser humano, debido al interés creciente por la combinación de la neurociencia y la música. Teniendo en cuenta que el oído humano es el primer órgano sensorial desarrollado en el feto humano, los avances científicos en este campo apuntan a un nuevo rol de la música en la vida del ser humano, del ser vivo: Los conocimientos de nociones básicas musicales podrían ser el punto de partida en el desarrollo cognitivo del ser humano pues propician un estado estable (homeostasis: estabilidad del ser vivo para dar respuesta inconsciente ante los estímulos de amenaza del medio), lo cual podría entenderse como base fundamental de la competencia aprender a aprender; que posteriormente permitirá que se produzca el proceso cognitivo; si no hay estabilidad como ser vivo, no la hay como ser cognitivo; téngase en cuenta que la evolución mental se desarrollaría en dos dimensiones: a corto plazo, a nivel individual; y a largo plazo, debido a las huellas neurológicas.
Por otro lado, mucho más concreto…se ha evidenciado que los colegios con mejores resultados en el panorama europeo, resultan tener programas de enseñanza complementaria de actividades musicales. Asimismo, el área de música responde a las premisas de la educación expuestas por la OCD en sus orientaciones educativas a seguir por los miembros de la Comunidad Europea, pues favorece el desarrollo competencial desde la primera hasta la última de las Competencias a adquirir en E.P.
En suma, queda mucho camino por recorrer para que las conexiones cuerpo-mente-música-entorno sean descifradas, aunque ya se han presentado las ideas sobre las que trabajar, que ponen de manifiesto la indisociable relación de la música con el desarrollo del ser humano, individual y colectivo. Una relación histórica que continúa evolucionando gracias a los avances de la ciencia, que nos permiten estudiarla. Ante futuras respuestas, sea evidente la necesidad de mantener en las escuelas la experiencia y el contacto con la música, orientado por maestros especialistas que sean capaces de presentar un campo científico que parece estar convirtiéndose en un ámbito realmente interesante, que podría dar respuesta a muchas de las incertidumbres del siglo XXI.
“La música es el Arte educativo por excelencia; llega hasta el alma y la forma en la virtud” (Platón, 1872, p.141).
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