El método TEACCH (tratamiento y educación de niños con autismo y problemas de comunicación relacionados) es un excelente método para trabajar con personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Actualmente, es uno de los más utilizado en las aulas.
Para obtener una escuela inclusiva y una educación para todos, es fundamental que los docentes conozcan las principales características de los niños con TEA, así como los principales signos que les puedan llevar a sospechar de un posible caso de autismo en sus aulas. Es primordial la detección precoz.
El método Teacch ha causado efectos positivos en estos niños. Al utilizar materiales visualmente atractivos provocan un efecto motivador y captan su atención. Así, se potencia el trabajo individual e independiente del alumno con TEA.
Palabras clave
Método TEACCH, aulas especializadas, TEA, aprendizaje estructurado.
The Method Teacch (Treatment and Education of Autistic related Communication Handicapped Children) is an excellent method to work with persons with Disorder of the Autistic Spectrum (TEA). Nowadays, it is one of them more used in the classrooms.
To obtain an inclusive school and an education for all, it is fundamental that the teachers know the principal characteristics of the children with TEA, As well as the principal signs that they could lead them to suspecting in a possible case of autism in his classrooms. The precocious detection is basic.
The method Teacch has caused positive effects in these children. On having used visually attractive materials they provoke a motivating effect and catch his attention. This way, there is promoted the work individual and independent from the pupil by TEA.
Keywords
Method TEACCH, specialized classrooms, TEA, structured learning.
El método Teacch es una División del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte al servicio de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familias.
El programa fue fundado por el gobierno federal en 1966. En ese momento, el autismo se veía como un trastorno emocional cuya causa principal eran los padres. Eric Schopler, cofundador y primer director de la división Teacch, defendió el autismo como trastorno del desarrollo y demostró que los padres no eran la causa, sino más bien, podían ser buenos profesores para sus hijos.
Este método está pensado para todas las personas con TEA, independientemente de la edad y del nivel de funcionalidad que posee. En la actualidad está implantado en 45 estados americanos. Más de 20 países de todo el mundo siguen programas de intervención inspirados en esta metodología.
Ha ayudado a reconceptualizar las teorías sobre autismo y ha creado un enfoque de intervención muy efectivo y ampliamente utilizado. El Teacch también ha puesto en práctica un sistema de servicio comprensivo.
La esencia de este método es una educación estructurada, que aprovecha las capacidades visoespaciales de los alumnos, permitiéndoles procesar toda la información que les llega, por medio de claves visuales y estructuración ambiental, ofreciendo la ventaja de permitirles ser más autónomos en sus actividades y vida cotidiana, y favoreciendo una reducción de ansiedad (ya que favorece la capacidad de poder percibir y anticipar), un aumento en la comunicación, y una mayor comprensión del mundo que les rodea.
Por lo tanto es necesario e imprescindible una estructuración y organización ambiental, del aula y del centro, así como de su entorno inmediato, y una elaboración especial de materiales.
El objetivo principal del Método Teacch es “prevenir la institucionalización innecesaria, ayudando a preparar a las personas con TEA a vivir y trabajar más efectivamente en el hogar, en la escuela, y en la comunidad”.
Se centra en los planes individualizados, con la finalidad de ayudar a estos individuos y a sus familias. Al mismo tiempo se prepara a los padres en las tareas de sus hijos para controlar los problemas de conducta y mejorar las relaciones sociales, de lenguaje y de aprendizaje.
Esto se puede resumir en la llamada “acomodación mutua”, que es, mejorar la adaptación del individuo a su entorno a través del aprendizaje de destrezas y la necesaria estructuración del medio adaptándolo a los déficits existentes.
A su vez, los objetivos de intervención se originan a partir de la observación individual de cada persona, y a partir de ésta, empieza el proceso para lograr fijar los objetivos: una primera fase en la que se evalúan las habilidades, una segunda fase en la que tiene lugar una entrevista con los padres para informarse sobre los deseos o destrezas consideradas de utilidad para ellos, una tercera fase que consiste en determinar las prioridades y fijar los objetivos de acuerdo con estos, y una cuarta y última fase en la que se crea un diseño individualizado teniendo en cuenta estos objetivos para desarrollar dichas habilidades.
En concreto, los objetivos del método Teacch incluyen:
Según Schopler (2001), son siete los principios que centran las investigaciones y prioridades educacionales del método Teacch:
Características del autismo:
Los materiales empleados en el trabajo con alumnos con autismo deben permitirnos abordar todos los ámbitos de trabajo haciendo insistencia en aquellas capacidades que están preservadas.
Para eso:
Todos estos aspectos determinan las características que deben cumplir los materiales:
Aunque el niño presente estereotipias o movimientos incontrolados, con el apoyo del velcro puede deshacer el trabajo que quedaba sujeto e inamovible.
Existen varias técnicas educativas que pueden facilitar el aprendizaje del alumnado con TEA. Algunas de las más importantes son:
También se pueden emplearpalabras o alguna clave física que le resulte útil a cada persona, pero el hecho de utilizar únicamente las explicaciones verbales resulta ineficiente para alumnos con autismo.
Tener la sensación de realizar progresos hacia un trabajo terminado puede resultar de gran ayuda.
Estas rutinas brindan al alumno una estrategia para comprender y predecir el orden de los eventos a su alrededor (disminuyendo su agitación motora y ayudando al desarrollo de destrezas). Si no se llevan a cabo estas rutinas por parte de los profesionales (terapeutas y familia) será el propio niño quien lo haga y esto puede resultar negativo para su desarrollo.
Por último, cabe destacar que las personas con TEA tienen tendencia a concentrarse excesivamente en los detalles y a resistirse al cambio, esto implica que debemos instruirles en diferentes contextos, con gran variabilidad de materiales y flexibilidad. Por ello, será importante enseñar destrezas en sus contextos naturales, ya que la habilidad de generalización en estos alumnos es limitada.
El método TEACCH establece unas pautas de trabajo muy recomendables en el tratamiento con autistas.
La singularidad de este método está en que durante el desarrollo se utilizan materiales que activan al niño por su atractivo a simple vista y lo motiva para continuar interrelacionarse.
Los resultaos obtenidos con este método son progresivos, llegando incluso a que sea autónomo en la realización de las actividades. Se utilizan materiales con un mecanismo muy estructurado y sin ninguna complicación para el alumno.
La tarea tiene un orden, señalizado en el propio material, en el que hay un principio y un final marcado. La simpleza de la tarea hace que se potencie al niño como individuo independiente. Pero además, en la aplicación de este método, también consigue cambiar de una tarea a otra.
El método TEACCH tiene como pilar la educación del niño, sustituyendo a otros métodos más tradicionales como la intervención terapéutica o psicológica. Con el Teacch se busca activar y estimular para la educación e implantación de unos hábitos, además de complementarlo con el desarrollo de habilidades concretas.
El método TEACCH tiene los siguientes puntos a desarrollar:
Los niveles de desarrollo del juego son: conducta sensoriomotriz repetitiva, conducta sensoriomotriz exploradora, juegos de causa-efecto, rutinas simples (secuencias funcionales) y juego simbólico.
Este método se basa en la enseñanza estructurada (adaptación del entorno y de las actividades). Ha evolucionado como una forma de adaptar la práctica educativa a las distintas formas de entender, pensar y aprender de personas con TEA.
Cabe destacar la importancia de esta metodología como un abanico de posibilidades para trabajar con personas con TEA en el aula y en el resto de contextos, ya que permite entender cómo se estructura su pensamiento. De hecho, es el programa de educación especial más usado en todo el mundo, siendo un recurso prometedor para vencer las limitaciones de técnicas educativas tradicionales, como la ineficacia de las instrucciones verbales, la demostración acompañada de explicación y el refuerzo social carente de significado.
Cuando se enseña a niños con TEA se pretende que adquieran la motricidad y el movimiento de una acción y sean capaces de llevarla a cabo en diferentes contextos de su vida cotidiana. La base de esta metodología es buena como principio de aprendizaje y secuenciación de pasos. Después, lo más ventajoso es la funcionalidad que tiene esta técnica y su fácil aplicación en diferentes entornos.
Este tipo de enseñanza tiene en cuenta tres aspectos fundamentales: la organización del medio de forma adecuada, la estructuración del entorno mediante apoyos visuales y el planteamiento de actividades comprensibles y motivadoras. Sin embargo, estas demandas no pueden entenderse de forma generalizada, sino que han de adaptarse a las características individuales. Para ello, se enseñan rutinas que desarrollen la autonomía y la iniciativa.
Las dificultades en el lenguaje receptivo es una de las características importantes de los TEA a la que se dirige la Enseñanza Estructurada, ya que pueden dar como resultado una comprensión limitada de lo que parecen instrucciones relativamente simples. Igualmente sucede con la comunicación expresiva, pues requiere un grado de iniciativa, organización y comprensión que sobrepasan las capacidades de producción de estos jóvenes, pese a estar altamente capacitados en otras áreas.
No existe una forma única de elaborar las estrategias y ayudas de intervención, sino que es necesario ser creativo y adaptarse a las necesidades de cada caso. De hecho, el tiempo invertido en la elaboración de materiales y recursos será recompensado con una mejor comprensión y bienestar de la persona con TEA.
Los materiales deben variar mucho, al igual que las actividades y las personas con las que lleva a cabo las acciones. Procesan con mayor agilidad aquellos materiales con los que están familiarizados en lugar de los novedosos, encontrándose más a gusto con actividades y rutinas que hayan realizado con anterioridad.
La Enseñanza Estructurada facilita un sistema de organización del aula y hace que los procesos y estilos de enseñanza sean más amigables para las personas con TEA. Las expectativas se hacen más concretas y claras. Es un sistema que estructura los programas educativos teniendo en cuenta las habilidades, dificultades e intereses de estas personas. Pone énfasis en comprender y ajustar las necesidades individuales.
El principal objetivo de la Enseñanza Estructurada es incrementar la independencia y el control de las conductas teniendo en cuenta las habilidades cognitivas, las necesidades e intereses de las personas con TEA, y por tanto, adaptar el ambiente a las mismas. Si se consigue esto, la utilización de la Enseñanza Estructurada también facilitará la educación y el aprendizaje.
La intervención a través de este método, está regida por cuatro componentes de la Enseñanza estructurada que se incorporan a cualquier programa educativo.
Organización física: Adecuaciones físicas del aula.
Una clase claramente estructurada destaca las actividades y refuerza las conductas importantes. De la misma manera hace que sea clara y accesible, proporcionando al alumno autonomía, reduciendo de esta manera su ansiedad y posibles distracciones, fomentando un trabajo más coherente y efectivo. Estableciendo límites físicos y visuales claros y minimizando o evitando distractores visuales y auditivos.
Se comenzará a establecer rutinas que asocien las actividades realizadas a los correspondientes lugares. Esto hará que se comprendan las actividades de mejor manera y que los alumnos sepan qué se espera de ellos en función de las áreas en las que se encuentren.
Estructuración temporal y rutinas: Horarios.
Como explican Schopler, Mesibov y Hearsey (1995) los horarios son componentes vitales en el método Teacch. Ofrecen al alumno predictibilidad y claridad, lo cual dará lugar a conductas más tranquilas y colaboradoras porque los alumnos comprenden exactamente lo que tienen que hacer y el orden secuencial.
Hay que adaptarse a las características de los alumnos y asegurarse de la comprensión de dicho horario. Así, sirve de ayuda a la hora de anticipar las actividades. Por lo tanto, el horario transmite de manera visual al alumno “qué es lo que va a pasar y en qué orden” (Gándara y Mesibov, 2014, p.50).
La cantidad de información en los horarios, puede contener un elemento, dos, tres o toda la mañana de trabajo. Es muy importante que exista un método rutinario.
Además, este componente del método Teacch es útil para los problemas de memoria, de organización y uso del tiempo. De este modo, el objetivo consiste en hacer la comunicación de las personas con TEA funcional y utilizarlo para ir de una actividad a otra de forma autónoma.
Tampoco nos podemos olvidar de la importancia de las transiciones. En las aulas Teacch suele haber un rincón donde se enseña a los niños que ahí se producen transiciones y si van a él saben que sucederá un cambio de actividad.
Sistemas de trabajo.
Aprenden a trabajar sin la supervisión directa del adulto. Les ayuda junto a los horarios a organizar cada actividad específica.
Se prepara una agenda de las actividades o tareas que van a realizar y los materiales necesarios para cada una, ayudándoles a seguir la secuencia de actividades y mostrando énfasis en el concepto de tarea acabada. Los sistemas de trabajo individuales anuncian cuatro tipos de información al alumno:
Hacen que el concepto de "terminado" sea algo concreto y lleno de significado. Comprender ese concepto proporciona a los alumnos con TEA menor preocupación.
En estos sistemas de trabajo se puede incorporar economía de fichas u otras ayudas. Deben ser adaptados en función de las capacidades y necesidades del alumno que vaya a utilizarlo para que todos puedan entenderlo. El objetivo que se pretende es que el alumno aprenda a utilizar estos sistemas para lograr un mayor grado de independencia en el desarrollo de actividades. (Gándara y Mesibov, 2014).
Estructura e informaciones visuales.
Los materiales y las instrucciones de trabajo de cada tarea deben estar organizados y estructurados visualmente, dando importancia a la claridad, a la comprensión y a los intereses. Las informaciones visuales tienen que dejar claro al alumno cómo completar la actividad y usar los materiales asociados a dicha tarea.
Hay tres componentes claves en los materiales que resultan vitales para conseguir resultados positivos (Mesibov y Howley, 2010, p.135):
Conclusiones
Al concluir este trabajo observamos que la enseñanza Estructurada ha evolucionado como una estrategia educativa que responde a esas necesidades individuales que caracterizan a las personas con TEA. La estructuración física del entorno, el uso de agendas y sistemas de trabajo, y el desarrollo de materiales visualmente claros y organizados, son los componentes centrales de esta propuesta.
Los alumnos con TEA que utilizan estas estrategias están más tranquilos, más seguros de sí mismos y son capaces de trabajar de forma productiva e independiente durante periodos de tiempo más largos.
Este método, combinándolo con otras estrategias e individualizándolo en cada alumno concreto, es una herramienta perfecta de trabajo que facilita el apoyo en este tipo de estudiantes. La intervención debe comenzar por el desarrollo de su autonomía y seguir hacia la obtención de una comunicación funcional. Es muy importante que los profesionales del centro educativo y las familias de los niños con TEA trabajen de manera conjunta ya que no son pasivos en la enseñanza y tienen que producirse cauces de comunicación diaria.
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