¿Cómo escapar del interior cuando éste te ata y no te deja crecer? En ocasiones, podemos observar que individuos menos preparados formalmente han tenido más éxito que otros con mejores resultados académicos. Su inteligencia emocional les ha hecho más capaces de relacionarse en sociedad y ser más visible para el mundo. La enseñanza tradicional ha fomentado un aprendizaje puramente de conocimientos, dejando de lado el trabajo de las habilidades sociales. Por ello, el entorno del individuo ha influido notablemente en su forma de ser y de actuar. Si en la escuela se persigue compensar desigualdades, es imprescindible trabajar el manejo de las habilidades que conviertan al individuo en alguien competente, reforzando su autoestima, entrenándole en la comunicación y desarrollando su creatividad. Este tipo de labor no solo evitará la timidez grave, sino que ayudará a construir seres humanos más seguros y felices. Hay que impedir que la timidez enmudezca.
Palabras clave
Timidez, autoestima, creatividad.
How to escape of the interior when this one ties you and does not leave you to grow? In occasions, we can observe that individual less prepared formally they are had more successful that different with better academic results. His emotional intelligence has made them more capable of relating in company and of being more visible for the world. The traditional education has promoted a learning purely of knowledge leaving of side the work of the social skills. For it, the environment of the individual has influenced notably his way of being and of acting. If in the school it is chased to compensate desigualdades, it is indispensable to work the managing of the skills that turn the individual into competent someone, reinforcing his autoesteem, training him in the communication and developing his creativity. This type of labor not only will avoid the serious coyness, but it will help to construct surer human and happy beings. It is necessary to prevent that the coyness silences.
Keywords
Coyness, autoesteem, creativity.
Estímulo, sensación, percepción, pensamiento, bloqueo… La timidez se relaciona con una persona que suele ser poco sociable y a quien le cuesta demostrar ante los demás. Esta característica de la personalidad afecta considerablemente en la actuación del individuo y en sus relaciones, poniendo limitaciones en su vida.
Las sensaciones que experimenta la persona provocan una reacción temerosa ante las situaciones de las que son partícipes. Pudiendo sentir un protagonismo mayor, sensiblemente negativo para el individuo, al que objetivamente está viviendo.
En el desarrollo de este artículo, además de la definición de timidez, su presencia en las aulas, se expondrán la relevancia que tiene la autoestima, el desarrollo de la creatividad y el papel que juega el modo de intervenir de los padres y docentes para el trabajo de la superación de la misma. Del mismo modo, es conveniente tener en cuenta las diferentes teorías, tanto en lo referente a la timidez como a la autoestima, la legislación vigente, para conectar con lo que se pretende exponer en este artículo.
Jean-Jacques Rousseau (1989) en su obra El contrato social afirma lo siguiente: "el hombre en estado de naturaleza es tímido." (p.124).
Cuando se observa de cerca a personas que muestra timidez en su actuación, es posible percatarse de la manifestación de dos tipos de reacciones que denotan vergüenza. Una normal que tenemos todos según la madurez, situación o grado de responsabilidad y la grave, que “enmudece” al mismo e impide que éste se relacione con normalidad. Para superar ésta última, distintos expertos sugieren utilizar métodos de relajación, omitir pensamientos no lógicos o negativos para concentrarse en positivos, y así poder mostrar un proceder acertado a lo que el contexto nos plantea.
Es un sentimiento que provoca ineptitud al tener que realizar una acción concreta ante la presencia de público, un miedo producido por una gran falta de seguridad en sí mismo y en los que rodean. Se revela como un efecto de falta de confianza y vergüenza hacia uno mismo en contextos nuevos con público. Lo que conlleva un gran impedimento para el individuo en cualquier tipo de relación que vaya a mantener.
Carl Gustav Jung, psicólogo y psiquiatra, en su obra Tipos psicológicos (1921) manifiesta que quienes son tímidos muestran predominio de la introversión. Jung expone que lo deseable es una situación de armonía, que permita adaptarse al momento y al entorno. Según él, en la timidez se produce un desdoblamiento del individuo: un yo observador y el yo actor. Este último, realiza una acción deliberada con el propósito de provocar una valoración positiva. De este modo, el individuo consigue urdir en los otros el concepto que él mismo tiene de sí de un modo sarcástico y comúnmente desafiante.
Para el terapeuta e investigador Philip Zimbardo en su obra La timidez: Qué es, Qué hacer con ella (1970), hace referencia a la timidez como un estado de incomodidad inducido por la probabilidad de factibles causas negativas de las relaciones con otros. Zimbardo distingue un "tímido público" y un "tímido privado", y sostiene que el "tímido público" se amolda a la vida social participando en ella, aunque le angustia, mientras que el "tímido privado" muestra notables inconvenientes en sus relaciones. El primero consigue aclimatarse dominando sus sentimientos negativos, al contrario que el segundo que no lo logra.
Daniel Goleman, en su libro Inteligencia emocional (1996), se refiere a la timidez como el resultado posible de una disposición neuronal congénita muy concreta en los lóbulos prefrontales, que provocarían un tipo de susceptibilidad alterada en un porcentaje de 15% de los sujetos con esta conformación. Afirma, sin embargo, que la mayoría de los aspectos asociados con la timidez son socialmente adquiridos.
Renny Yagosesky, escritor y orientador conductual, en su libro El poder de la oratoria (2001) considera el miedo escénico como una forma de timidez que surge en presencia de grupos. Una reacción, una respuesta defensiva del organismo, caracterizadas por distintas formas de alteración de la normalidad. Cuando es intensa o muy frecuente, suele estar acompañada de alteraciones psicosomáticas.
Las aulas están llenas de heterogeneidad lo que evidencia la necesidad del docente de atender cada una de ellas. Por lo general, el niño tímido no plantea una problemática en su grupo-clase, debido a ello suele pasar desapercibido y, por tanto, no se enfoca la situación convenientemente. Lejos de hacer una crítica lo que se pretende es visualizarlo, ya que es evidente que pueden provocar bloqueos en el individuo que dificulten su adecuado desarrollo. Es conveniente, que en las aulas los docentes enfoquen sus metodologías hacia una práctica mucho más participativa, donde el alumnado tenga aún más voz, habituándose a defender sus trabajos de forma oral y a exponer sus puntos de vista públicamente bajo un clima de respeto. Hablar con público adecuadamente, supone de un entrenamiento diario que debemos comenzar desde bien pequeños. Si se lleva a cabo de este modo, el individuo crecerá habiendo adquiridos estas habilidades con normalidad. Muchas experiencias y positivas, en este aspecto, generará individuos comunicativamente competentes.
Citando la legislación vigente, Orden ECD/65/2015, de 21 de enero, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato, en su artículo 2 Las competencias clave en el Sistema Educativo Español, cabría destacar tres de las siete que se citan y que tienen especial relevancia en el tema a tratar: a) Comunicación lingüística, e) Competencias sociales y cívicas y f) Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.
Las orientaciones de la Unión Europea insisten en la necesidad de la adquisición de las competencias clave por parte de la ciudadanía como condición indispensable para lograr que los individuos alcancen un pleno desarrollo personal, social y profesional que se ajuste a las demandas de un mundo globalizado. Las competencias se conceptualizan como un “saber hacer” que se aplica a una diversidad de contextos académicos, sociales, profesionales y la vinculación de éste con las habilidades prácticas o destrezas que las integran.
La competencia en comunicación lingüística es el resultado de la acción comunicativa dentro de prácticas sociales determinadas, en las cuales el individuo actúa con otros interlocutores. Es también un instrumento fundamental para la socialización y el aprovechamiento de la experiencia educativa. Desde esta perspectiva, es recomendable que el centro educativo sea la unidad de acción para el desarrollo de esta competencia. En este sentido, actuaciones como el diseño de un Proyecto Lingüístico de Centro que forme parte del propio Proyecto Educativo de Centro, un Plan Lector o unas estrategias para el uso de la Biblioteca Escolar como espacio de aprendizaje y disfrute permiten un tratamiento más global y eficaz de la competencia en comunicación lingüística. Ésta incluye un componente personal que interviene en la interacción comunicativa en tres dimensiones: la actitud, la motivación y los rasgos de personalidad.
Con respecto a las competencias sociales y cívicas, se trata de aunar el interés por profundizar y garantizar la participación en el funcionamiento democrático de la sociedad, en el ámbito público como privado, y preparar a las personas para ejercer la ciudadanía democrática y participar plenamente en la vida cívica y social gracias al conocimiento de conceptos y estructuras sociales y políticas y al compromiso de participación activa y democrática. Se relaciona con el bienestar personal y colectivo. Los elementos fundamentales de esta competencia incluyen el desarrollo de ciertas destrezas como la capacidad de comunicarse de una manera constructiva en distintos entornos, actitudes y valores como la seguridad en uno mismo, integridad y honestidad.
Por último, señalar la competencia sentido de iniciativa y espíritu emprendedor que conlleva la capacidad de transformar las ideas en actos. Ello significa adquirir conciencia de la situación a intervenir o resolver, y saber elegir, planificar y gestionar los conocimientos, destrezas o habilidades y actitudes necesarios con criterio propio, con el fin de alcanzar el objetivo marcado. La adquisición de esta competencia es determinante en la formación de futuros ciudadanos emprendedores.
Asimismo, esta competencia requiere de destrezas esenciales entre las que destacaremos la comunicación, presentación, representación y negociación efectivas; habilidad para trabajar, tanto individualmente como dentro de un equipo; participación, capacidad de liderazgo y delegación; autoconfianza, evaluación y auto-evaluación, ya que es esencial determinar los puntos fuertes y débiles de uno mismo y de un proyecto, así como evaluar y asumir riesgos cuando esté justificado.
Por ello, como docentes que perseguimos el pleno desarrollo del alumnado, es fundamental que abordemos la timidez, cuando provoca una importante limitación en la persona, como una fobia a tratar para lograr su superación. Todos sentimos timidez y, por este motivo, es importante identificarla y entrenar nuestras habilidades sociales. Cuando se observa un alumno tímido en el aula suele estar unido a un aislamiento social, a la incapacidad para hacer amigos. Por el contrario, suelen ser niños muy observadores capaces de captar todo lo que le rodea con detalle. De esto último, debe nutrirse el docente y exponer el tema haciendo ver que son sensaciones normales que podemos tener todos, pero que se pueden controlar y superar. Muchos educadores ponen ya en práctica metodologías innovadoras tales como “Flipped Clasroom” o Pedagogía Inversa (método que propone dar la vuelta a la clase tradicional e invertir el orden en el proceso de aprendizaje), Inteligencias Múltiples (ideado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner en 1983, según él existen ocho tipos de inteligencias), Gamificación en el Aula (llamado también ludificación, se originó inicialmente en la industria de los medios digitales, aproximadamente en el año 2008. Es el empleo de instrumentos de juego en situaciones que no son lúdicas) o el Aprendizaje por Proyectos (alumno protagonista de su propio aprendizaje, permitiéndole retos, solucionar problemas y aprender con sus compañeros siendo cada vez más autónomos), que favorecen el entrenamiento del alumnado en sus habilidades sociales y profesionales futuras. La valoración positiva en cualquier situación supondrá siempre un instrumento muy útil para alcanzar los objetivos de superación.
Si planteamos en el aula una metodología de trabajo que aborde esta problemática, estamos trabajando y potenciando, en general, actitudes en el individuo que reforzarán su confianza y capacidad de transmitir. Contribuiremos a construir una sociedad más competente y cualificada socialmente.
“La autoestima es un conjunto de percepciones, sentimientos, ideas, evaluaciones, y predisposiciones de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos” (fuente: https://psicologiaymente.net/psicologia/aumentar-autoestima-dias), hacia nuestra forma de ser. En resumen, es la autoevaluación que realizamos.
Es un aspecto a tratar clave, ya que de ella depende, en gran medida, cómo somos y cómo nos manifestamos socialmente. Podría decirse, que muchas de las dificultades que se evidencian en el ser humano son debidos a una baja autoestima. Si se aspira a superar la timidez, es esencial su trabajo para lograr una autoestima positiva.
Partiendo de la necesidad de ser realista en nuestro propio análisis, es conveniente ser conscientes de nuestras virtudes y defectos. En relación a los defectos es importante reconocerlos, pero no con el fin de reprocharnos, sino con el propósito de mejorarlos o incluso abolirlos. Centrarnos en las virtudes, sin la intención de ser vanidosos, sino con el firme propósito de potenciarlas para contribuir a un bien individual y por ende social, todos debemos aspirar a ser felices. Como decía Óscar Wilde “El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices” dramaturgo y novelista irlandés (1854-1900). Es durante la niñez cuando se construyen las bases que nos van a predisponer a ser un tipo de persona u otra. Por ello, los momentos felices y creativos nos permiten desarrollar un pensamiento puro, crear alternativas, resolver problemas, desarrollando destrezas sociales y de comunicación.
En la escuela humanista de la psicología, desde Carl Rogers, el concepto de autoestima se resume en la siguiente teoría: "Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime" (fuente: http://www.monografias.com/trabajos98/autoestima-segun-distintas-escuelas-psicologia/autoestima-segun-distintas-escuelas-psicologia.shtml#ixzz4zvjz2K2e).
Rogers explica en su obra “El proceso de convertirse en persona” (2002), que la sociedad nos condiciona. Cuando el individuo se va desarrollando, recibe de su entorno (familiares, educadores, amistades) según demuestra que lo ha ganado. “Podemos beber sólo después de clase; podemos comer un caramelo solo cuando hayamos terminado nuestro plato de verduras y, lo más importante, nos querrán solo si nos portamos bien” (fuente: http://www.monografias.com/trabajos98/autoestima-segun-distintas-escuelas-psicologia/autoestima-segun-distintas-escuelas-psicologia.shtml#ixzz4zvjz2K2e).
Por otra parte, según postula Martin Ross en su obra “El Mapa de la Autoestima” (2013), existen tres estados de la Autoestima: Autoestima Derrumbada, Autoestima Vulnerable, Autoestima Fuerte.
La Autoestima Derrumbada se sucede cuando la persona no se aprecia a sí misma. Comúnmente, quien tiene este tipo de autoestima se describe a sí mismo con el nombre de una anti-hazaña. Se puede observar que aspectos cómo la edad o el género cambian la percepción del individuo en el Mapa de la Autoestima. Según sea hombre o mujer puede ser una anti-hazaña el status logrado o el exceso de peso, por ejemplo. La Autoestima Derrumbada se hace evidente en individuos deprimidos, con falta de impulso emprendedor, y con grandes faltas de autovaloración positiva.
Por otro lado, cuando se trata de la Autoestima Vulnerable, la persona se estima a sí misma, pero tiene una Autoestima débil a la posibles anti-hazañas (fracasos, sentimientos de vergüenza, motivos de desprestigio) por lo que se manifiesta alterada y a la defensiva. Para protegerse evitan tomar decisiones, sienten mucho miedo por la posibilidad de errar en su decisión (anti-hazaña), ya que entraría en riesgo su Autoestima Vulnerable.
El individuo ufano tendría Autoestima Sostenida, que se trata de una clase de Autoestima Vulnerable por la cual la persona mantiene su Autoestima de alguna hazaña concreta -como puede ser triunfos, poder o reconocimientos- o de una perspectiva de superioridad que es difícil conservar. De este modo, aunque se manifiestan infalibles, puede ser realmente lo opuesto. Es una seguridad superficial, que únicamente demuestra el temor a las anti-hazañas (fracasos, frustraciones, inseguridades) y la debilidad de la Autoestima. Persigue evitar responsabilidades con el fin de defender su propia imagen ante contextos que la expondrían. Del mismo modo, utilizan métodos para proteger su supuesta capacidad de autosuficiencia tales como perder a conciencia.
Por último, Martín Ross considera que la Autoestima Fuerte es la que muestran las personas que tienen una buena autoimagen y fortaleza que impiden su fracaso ante una anti-hazaña. Son individuos modestos, felices, que no se vanaglorian de las hazañas y no se frustran ante las anti-hazañas. Su Autoestima no se ve comprometida, siendo capaz de reconocer sus fallos. Son menos temerosos y más felices. Sin embargo, considera que ninguna Autoestima es inalterable, puede modificarse según el contexto del individuo, llegando a cambiar el estado de la Autoestima.
Por todo ello, si nos preguntamos cómo podemos mejorar nuestra autoestima, o lo que es de vital importancia en el docente, cómo se puede construir o mejorar la autoestima del alumnado, merece la pena detenerse a reflexionar sobre la importancia de la constancia en el empeño de hacer personas felices. Todos tenemos virtudes y defectos, pero de los que se trata es de reforzar positivamente al individuo para que construya su persona en la mejor versión de sí mismo cada día. Otra clave fundamental es habituar al discente a manifestarse con frases como: “Voy a intentarlo”, “Voy a tener éxito”, “Me va a ir bien”, “Lo lograré”, “Puedo conseguirlo”. También se deben poner metas realistas que puedan ir aumentando de complejidad y ayuden al individuo a ir obteniendo logros. Es relevante evitar las comparaciones, como se suele decir son odiosas y solo provocan la envidia o el idealismo que hace sentir desafortunado. Es conveniente invitar a aceptarse y valorarse constructivamente ya que los hará crecer. El cariño y el respeto deben ser la tónica del aula. Promover la realización de actividades que hagan feliz, fomentarán la autoestima. Del mismo modo, la reflexión diaria de las cosas buenas que suceden provocará optimismo y lanzará a la persona hacia una comunicación agradable con ilusión de participar.
En la actualidad vivimos en un mundo globalizado, bombardeado por un sinfín de información que buscan manifestarse de un modo atractivo para captar la atención. Ser creativos potenciará las posibilidades de tener éxito. La creatividad es una habilidad que todos podemos tener y que se logra desarrollar y estimular en un proceso de aprendizaje dónde no pongamos límites creativos. Cuando se busca que el individuo se manifieste libremente en sus creaciones, se fomenta su seguridad personal, provocando que se valore más y, por ende, se potencia sus habilidades comunicativas.
Para lograr que el alumnado sea creativo es importante fomentar en el aula la búsqueda del conocimiento por descubrimiento, el planteamiento abierto de cuestiones, modificar la distribución del espacio para invitar a conversar y trabajar en equipo. Del mismo modo, hacerles ver cuáles son sus virtudes y cómo pueden potenciarlas, cambiar los roles de trabajo en el aula dónde todos puedan enseñar a todos, inventar cosas imposibles, aprovechar el talento de cada uno, utilizar la tecnología creando una página web o blog de clase. Además, la instauración de un espacio destinado a la creatividad dónde todas sus ideas tengan cabida y el trabajo de temas que les sean atractivos, con el fin de encontrar lo que es realmente interesante para ellos y utilizarlo como medio de aprendizaje.
En definitiva, si pretendemos construir personas creativas debemos de evitar una instrucción estricta en el aula, no podemos invitar a ser originales e imaginativos si estamos forzando al alumno a seguir rigurosamente las actividades planteadas. El manejo de la formación artística, por ejemplo, debe acentuar que el individuo no sienta límites en sus trabajos, lo que provocará una persona menos temerosa y más segura de sus propias decisiones. En relación a ello, Raúl Bermejo y Nacho Uve proponen, en su libro “Thinks for kids”, a los niños utilizar y experimentar técnicas plásticas diferentes.
Planteando este modo de proceder se formarán además de seres humanos creativos, individuos más seguros y con una competencia comunicativa que marcarán su triunfo personal y profesional.
Tradicionalmente la timidez no ha sido objeto de grandes análisis ni reflexiones por múltiples razones, principalmente a que el niño tímido suele ser una persona sosegada, callada y que evita las relaciones sociales. Por otra parte, aunque este rasgo puede ser llamativo para sus padres y educadores, no suele ocasionar dificultades y, por tanto, tampoco se le presta la atención que merece. Por ello, se plantea que tanto padres como docentes intervengan lo antes posible para evitar posibles restricciones en el sujeto que lo marquen de por vida.
Ilustración 1. Visualizarlo, el primer paso
Llevar a cabo una buena práctica en el entrenamiento en asertividad y habilidades sociales es muy útil, especialmente cuando lo que se busca es superar la timidez y establecer una forma de ser más exitosa, aunque para lograrlo se deba pasar por retos difíciles en los que el individuo deba salir de su zona de confort. Especialmente cuando la timidez ya es muy evidente. Sin olvidar que este tipo de intervención beneficia a cualquier persona sean cuales sean sus rasgos de personalidad.
Durante distintos apartados del artículo ya se han ido exponiendo modos de intervenir, dicho esto, se señalarán algunas estrategias para prevenir o interceder en este asunto:
En definitiva, toda medida que se tome tanto por padres, familiares, amigos y educadores debe basarse en el respeto, la tolerancia y el cariño. No podemos pretender que la persona tímida cambie de un día para otro, pero si ser consciente que con la constancia y las buenas experiencias, el individuo se entrenará en nuevas habilidades que la ayudarán a mejorar e incluso corregir el problema. Por otra parte, debemos tener en cuenta que este tipo de intervención provocará sujetos más habilidosos socialmente, promoviendo que desarrollen desde pequeños, competencias que les harán alcanzar sus metas en la vida.
Conclusiones
La timidez severa puede provocar una incomunicación social que impida a la persona ya no solo triunfar, sino incluso acotarla para realizar actividades cotidianas, limitando individuo para ser feliz y crecer en el más amplio de los sentidos.
Si bien es cierto, la sensación de pudor aparece en algún momento ante situaciones nuevas. En esas ocasiones, se considera una sensación normal que todos experimentamos, el miedo a lo desconocido como mecanismo de protección. Es importante tener presente que todos y todo lo que rodea al individuo influye directamente en la persona que es y será, este conocimiento no lo hace más fácil, pero si nos da una perspectiva mayor que nos dota de instrumentos útiles capaces de modificar o cambiar lo que ha llevado a desarrollar esta fobia.
Favorecer el adecuado desarrollo de la inteligencia emocional (concepto que popularizó en 1995 el profesor Daniel Goleman en su libro “Inteligencia emocional”), la habilidad de reconocer nuestras emociones y las de los demás, determina la capacidad de tolerancia ante la frustración, las dudas, o el modo de reaccionar ante las dificultades de la vida. En conclusión, la destreza para relacionarnos adecuadamente. Padres y educadores deben aunar esfuerzos para lograr una sociedad cada vez más jubilosa y eficaz.
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