Comenzar aludiendo a la frase de Iacoboni, M. (2009) en su libro “Las neuronas espejo; empatía, neuropolítica, autismo, imitación o de cómo entendemos a los otros” (1) <<Ver actuar a los atletas, es actuar yo mismo>>, nos acerca al tema que vamos a tratar.
La capacidad de imitación es una característica intrínseca en el ser humano. Al respecto, algunos autores se han atrevido a decir que lo que distingue a los humanos del resto de animales no es solo la capacidad de razonamiento, sino que existe otra tan importante como esta anterior; la capacidad de imitar. Blackmore, S. (2000) en “La máquina de los memes” (2).
Desde la perspectiva más habitual, entendemos y abordamos este concepto desde el área educativa; ahora bien, al ser una capacidad intrínseca del ser humano,
-¿No debería de ser tratado y trabajado desde el resto de áreas que aborden cualquier situación de la vida humana?
Y más, si partimos de la base de que los seres humanos ponemos en marcha las neuronas espejo en cualquier momento/situación, por más cotidiana y conocida o rutinaria que parezca. (2)
Desde los bebés de Meltzoff & Moore (1983) en “Newborn infants imitate adult facial gestures” (3) quienes imitaban los movimientos manuales y faciales de un modelo desde los 42 minutos de vida, hasta el denominado “patrón ideal de movimiento específico de una disciplina deportiva, que constituye la referencia de aprendizaje u objetivo de ejecución al que se pretende llegar a través del entrenamiento técnico”. (Morante, 1998) (4).
Focalizando la atención en esta última cita de Morante, nos centramos en el entrenamiento físico a partir de patrones de ejecución técnica ideal con el fin de mejorar el rendimiento físico hacia una correcta ejecución y unos excelentes resultados.
En primera instancia, hacemos una división entre deportes de equipo en los que el deportista interacciona motrizmente con compañeros y adversarios en un medio inestable (por la incertidumbre generada a causa de las condiciones meteorológicas o de la propia presencia de otros deportistas) (5) y los deportes que requieren de una ejecución individual bajo unas condiciones externas mínimamente controladas y/o estables.
Si nos centramos sobre este segundo tipo de modalidades deportivas, encontramos las diversas pruebas físicas exigidas en las diferentes convocatorias de oposiciones; pruebas tales como salto vertical, dominadas, flexiones, circuitos de agilidad, press de banca, flexibilidad, tracción general… las cuales requieren de una técnica correcta junto con un mínimo resultado en cuanto a rendimiento, demostrables estas anteriores bajo unas condiciones estables y controladas. Pero… ¿cómo las entrenamos?
Una vez conocemos las pruebas junto con sus exigencias solo nos queda hacer alusión a la importancia de trabajar esto anterior durante el periodo de entrenamiento, con el fin de que el rendimiento de los alumnos mejore hacia resultados ideales desde el comienzo de su preparación.
Por último y para cumplir con todo lo anterior, en el sistema de entrenamiento Personal Trainer 360 (6), siguiendo las líneas de entrenamiento deportivo de autores de máximo nivel en dichas áreas (7), no solo exponemos los planes diarios y semanales con descripciones la ejecución técnica de los ejercicios propuestos, sino que, focalizamos la atención de dichas ejecuciones en fotografías y vídeos específicos de las posiciones globales, ángulos e inclinaciones de cada uno de los ejercicios.
Esto último, con objeto de que el alumno sea capaz de ejecutar la técnica correcta a través de la puesta en marcha de esta majestuosa capacidad humana: las neuronas espejo y la imitación.
BIBLIOGRAFÍA: