Todas las personas tenemos un Gasto Energético mínimo (GER) que podrá aumentar dependiendo de nuestra actividad física diaria.
¿Es importante conocer el gasto energético basal?
El aumento de la demanda de energía a partir del mínimo gasto diario (o gasto energético en reposo - GER) es proporcional a la intensidad y duración de la actividad física que realizamos.
El GER hace referencia a la energía que un organismo precisa por el simple hecho de estar vivo y mantener las funciones vitales (es decir, el latido del corazón, el retorno venoso, etc.) (1). Este depende de variables como la edad, el sexo, la genética, la composición corporal, la altura… Además, a este gasto basal, tenemos que añadirle otros gastos inherentes a nuestro día a día, como, por ejemplo, el gasto de la termogénesis. Este concepto hace referencia a la energía que un organismo consume en el proceso de digestión y de absorción de los alimentos consumidos y supone un 10% del gasto energético total (2, 3).
A esto anterior, se debe añadir el gasto diario por actividad física. Este puede oscilar entre el 25 y el 75 % del total del gasto energético, ya que va a depender del estilo de vida y de los hábitos deportivos de la persona. Dentro de esta práctica deportiva, tenemos que tener en cuenta tanto el volumen como la intensidad de trabajo, ya que cuanto más tiempo dure la actividad y más intensa sea, el gasto energético será mayor (4).
Existen diversas formas para calcular el gasto energético de una persona. Entre los diferentes métodos, contamos con métodos directos y muy precisos como, por ejemplo, la calorimetría directa (5) o el agua doblemente marcada (6). Sin embargo, también existen métodos indirectos bastante fiables que tienen en cuenta la composición corporal. Entre estos últimos encontramos el consumo de oxígeno, la frecuencia cardiaca, la impedancia bioeléctrica (7), la valoración antropométrica (8) y otras ecuaciones de cálculo indirecto.
Las ecuaciones de cálculo indirecto son muy usadas entre la población y son una buena referencia para estimar las calorías mínimas que necesita nuestro organismo solo por el hecho de estar vivo. Entre ellas, cabe destacar:
-Harris y Benedict (9)
HOMBRES |
GMB: 66,4730 + 13,7516 * P + 5,0033 * T - 6,7759 * E |
MUJERES |
GMB: 665,0955 + 9,5634 * P + 1,8496 * T - 4,6756 * E |
|
P= peso en kg T= talla en cm E= edad en años |
-Ecuaciones de Oxford (3)
SEXO |
EDAD |
Kcal/día |
HOMBRES |
|
|
|
10-18 |
15,6 * P + 266 * T + 299 |
|
18-30 |
14,4 * P + 266 * T + 113 |
|
30-60 |
11,4 * P + 541 * T - 137 |
|
>60 |
11,4 * P + 541 * T - 256 |
MUJERES |
|
|
|
10-18 |
9,40 * P + 249 * T + 462 |
|
18-30 |
10,40 * P + 615 * T - 282 |
|
30-60 |
8,18 * P + 502 * T - 11,6 |
|
>60 |
8,52 * P + 421 * T + 10,7 |
|
P= peso T= talla |
Cabe comentar que, una vez que se ha estimado de forma indirecta (a partir de estas fórmulas) nuestro GER, se debe añadir el gasto referente a la actividad física. Como hemos especificado anteriormente, este gasto puede oscilar entre el 25 y el 75% del total diario y, para poder realizar el cálculo, podemos tener como referencia los siguientes porcentajes a incrementar sobre el GER:
TIPO DE ACTIVIDAD |
INCREMENTO CALÓRICO |
Actividad nula |
10-15% |
Actividad ligera |
15-25% |
Actividad moderada |
25-40% |
Actividad fuerte |
40-60% |
Actividad extenuante |
60-75% |
En definitiva, existen métodos rápidos y fiables para estimar el gasto energético de una persona y, en base a ello, conocer las necesidades energéticas a las que se tiene que hacer frente en el día a día con el fin de que nuestro cuerpo mantenga un estado de equilibrio estable y, por supuesto, saludable.
Si consideras estos contenidos interesantes y quieres ahondar en ellos, puedes consultar los cursos vinculados con la salud y el deporte de MasterD.
BIBLIOGRAFÍA
1. Esteves de Oliveira FC, de Mello Cruz AC, Gonçalves Oliveira C, Rodrigues Ferreira Cruz AC, Mayumi Nakajima V, Bressan J. Gasto energético de adultos brasileños saludables: una comparación de métodos. Nutr Hosp. 2008; 23:554-61.
2. Levine JA. Measurement of energy expediture. Public Health Nutr. 2005; 8:1123-32.
3. Henry CJK. Basal metabolic rate studies in humans: measurement and development of new equations. Public Health Nutr. 2005; 8:1133-52.
4. Wickel EE, Eisenmann JC. Within- and betwennindividual variability in estimated energy expediture and habitual physical activity among young adults. Eur J of Clin Nutr. 2006; 60:538-44.
5. Mataix J, Martínez JA. Balance de energía corporal. En: Nutrición y alimentación humana. Mataix J Ed. Oceano/Ergon. Barcelona. 2006:703-22.
6. Schoeller DA. Recent Advances from Application of Doubly Labeled Water to measurement of Human Energy Expenditure. J. Nutr. 1999; 129:1765-68.
7. Casanova Román M, Paul Torres S, Casanova Bellido M. Bases físicas del análisis de la impedancia bioeléctrica. Vox Paediatr. 1999; 7:139-43.
8. Kyle U, Schutz Y, Dupertuis Y, Pichard C. Body Composition Interpretation: Contributions of the Fat-Free Mass Index and the Body Fat Mass Index. Nutrition. 2003; 19:597-604.
9. Harris JA, Benedict FG. A Biometric Study of the Basal Metabolism in Man. Washington, DC: Carnegie Institution of Washington; 1919. Publication No. 279.