Estudio sociológico »
29/05/2018 por Oriana Sordo Parres

Las relaciones sociales en un aula de Primaria

 

El estudio de los vínculos entre los niños que componen un aula es interesante, pero también es conveniente. El presente trabajo consistirá en la realización de un estudio antropológico y, al mismo tiempo, sociológico de las relaciones sociales en el aula de un centro educativo. Como me ha parecido interesante llevar a cabo de manera directa y activa la investigación que nos ocupa, he decidido emplear parte del tiempo que he estado de maestra en prácticas, en observar la convivencia en el aula y las relaciones positivas y/o negativas que en ella pudiera haber, aprovechando que el colegio me ha permitido siempre realizar todo tipo de actividades necesarias y oportunas.

Palabras clave

Vínculos, aula, antropológico, sociológico.


The study of the ties between the children who compose a classroom is interesting, but also it is suitable. The present work will consist of the achievement of an anthropological study and, at the same time, sociologically of the social relations in the classroom of an educational center. Since it has seemed interesting to carry out in a direct and active way the investigation that occupies us, I have decided to use part of the time that I have consisted of teacher in practices, observing the coexistence in the classroom and the positive and negative relations that should exist, taking advantage that the school has allowed me always to realize all kinds of necessary and opportune activities to me.

Keywords

Ties, classroom, anthropologic, sociological.


1. Introducción

Es importante cuidar la convivencia para lograr un buen clima social, en el que prime el compañerismo y la tolerancia. Es tan útil y beneficioso, que incluso puede prevenir o solucionar problemas que hayan surgido entre los niños de una clase, como pueden ser el acoso, las faltas de respeto u otras contrariedades, de las que, en muchas ocasiones los docentes no se dan cuenta de su existencia a simple vista. Por ello, en esta investigación se va a observar, con la ayuda de un test sociométrico que se llevará a cabo la primera semana de prácticas, los vínculos sociales entre los alumnos de una clase de primero de primaria, así como quiénes desempeñan el papel de líder y quiénes, por el contrario, son aislados del grupo.

Con la información obtenida, se tomarán medidas para mejorar las situaciones que lo necesiten en forma de dinámicas de grupo.

Finalmente, se estudiará si esta intervención en el grupo de alumnos ha sido eficaz o no, mediante la realización de otro análisis sociométrico durante la última semana de prácticas, teniendo en cuenta que éstas tendrán una duración de tres meses.

2. Revisiones bibliográficas y estudios existentes

“Cuando hablamos de desarrollo social del niño nos referimos, en un sentido amplio, a todo proceso de incorporación del niño al grupo social donde vive.” (López, 1985, p. 5)

La sociedad está formada por varios elementos complejos, de los cuales algunos de ellos influyen en los niños desde que nacen, y estos, a su vez, interactúan con dichos elementos. Unos predominan más que otros en función de la edad, el sexo, o la situación en que se encuentre cada individuo (López, 1985) y son:

“Determinadas personas: la madre, el padre, los hermanos, otros familiares, compañeros y amigos, maestros y otros adultos; determinadas instituciones: la familia, la guardería, la escuela; otros grupos sociales de pertenencia: clase social, etc.; y otros factores como: los medios de comunicación, el país, la zona geográfica, la zona urbana o rural, la cultura en general, etcétera.” (López, op.cit., p. 6). Pero ¿qué es la socialización? Es la obtención de causas, comportamientos prosociales y morales, conocimientos sociales, normas y valores por parte del niño para comportarse y convivir con los demás como establece la sociedad (López, op.cit.). Pero, como ya hemos dicho, la evolución social varía en función de la edad. Entre los seis y los diez años, que es la etapa que nos ocupa en esta investigación, los niños ya no se centran exclusivamente en la familia o en aquellas personas que desempeñan ese papel afectivo, sino que les dan mayor importancia a las relaciones con sus compañeros y amigos, es decir al grupo de iguales o los niños que poseen un nivel de desarrollo similar (Mounoud, 2001). Éstos, influyen en el conocimiento de la propia identidad y de la autoestima, así como en el sentimiento de pertenencia al grupo y en el desarrollo intelectual (López, 1985). Para los niños de estas edades los amigos son aquellas personas en las que pueden confiar y comunicarse abiertamente. Por lo tanto, la amistad es algo necesario, porque conlleva una seguridad, un afecto y una confianza con la que es importante contar en la infancia.

La convivencia o la disposición que tienen los seres humanos de relacionarse y entenderse desde el respeto es otro aspecto fundamental a tener en cuenta, ya que no viene dada de antemano, sino que implica un proceso de enseñanza-aprendizaje, o lo que es lo mismo, conlleva una construcción de buenas actitudes que va evolucionando en todas y cada una de las personas que forman una comunidad o grupo (Federación de Enseñanza de CCOO, 2001).

Por lo tanto, se trata de un tema que está a la orden del día en los centros escolares. Llegados a este punto debemos saber que existen dos tipos de configuraciones del grupo escolar: una formal y otra informal. En la primera de ellas no tienen nada que ver los pensamientos ni las predilecciones de los niños porque la agrupación ha sido llevada a cabo por requerimientos administrativos del centro. Sin embargo, la segunda se refiere a que tanto los agrupamientos como los rechazos se producen intencionadamente por parte de los alumnos, en función de unos sentimientos. Muchas veces las relaciones son correctas dentro de un clima formal del aula, y sin embargo al mismo tiempo pueden existir conflictos en la estructura informal de ese mismo grupo. Por eso, para comprender el funcionamiento de las interacciones sociales se necesita analizar una serie de dimensiones mediante diferentes métodos de investigación como por ejemplo la sociometría, que fue inventada por Jacob Levy Moreno, discípulo de Freud, en los años 30, y permite conseguir una descripción gráfica de las interacciones sociales entre los componentes de un determinado grupo o comunidad, pero fundamentalmente su ámbito de aplicación es el centro escolar.

A través de la sociometría, “se pone en evidencia la posición de cada miembro, las preferencias y rechazos, la existencia de subgrupos, etc. Vale decir, ofrecer un conocimiento concreto, experimental y eminentemente cuantitativo de la estructura espontánea, informal de los grupos.” (Cirigliano y Villaverde, 1971, pp. 214-215)

Es ese rendimiento académico el objetivo principal de un análisis sociométrico de un grupo de aula, ya que gracias a la información que nos facilita, se pueden solucionar situaciones negativas de la convivencia que interfieren en los estudios de los perjudicados (Ugazio, 2001). Cuando alguien está a gusto con las demás personas que le rodean, está cómodo y por lo tanto las probabilidades de que realice bien cualquier labor aumentan.

Un aspecto a tener en cuenta es que el sociograma describe cómo es la situación social de un grupo, no explica sus razones de manera empírica total y absoluta, solo en cierta medida. Podemos conocer cómo se comportan los integrantes, en este caso, de un aula, pero no podemos manipular los motivos de que ese comportamiento sea de una determinada manera.

Anteriormente hemos mencionado el test sociométrico, que consiste en un cuestionario que deben realizar individualmente todos los miembros de un grupo, en el que se plantean preguntas relacionadas con los demás integrantes, que permiten indagar acerca de las interacciones que se producen en dicho grupo. Gracias a este instrumento, conocemos la posición social de cada individuo dentro de un grupo de personas, o lo que es lo mismo, el status sociométrico. Además, sabemos a qué compañeros prefiere cada sujeto y a quiénes rechaza dentro de un grupo de personas. También podemos comprender cómo se estructura un grupo de personas y observar quiénes son líderes dentro de un grupo de personas. Si se realizan varios test conforme vaya pasando el tiempo, podemos ver cómo evolucionan las relaciones sociales de un grupo. (Bezanilla, 2011).

Además del sociométrico, existen otros tipos de test: del papel, de la espontaneidad y de la interacción sociométrica. También cabe mencionar otras técnicas de sociometría, como el sociodrama, el psicodrama, el diario hablado a varias voces y la película cinematográfica terapéutica (Bezanilla, op.cit.).

En este trabajo, el método que voy a utilizar, como ya he dicho, es el test sociométrico ya que es el que me parece más completo y el que más se ajusta a mi investigación, y es posible realizarlo sin complicaciones en un aula con niños de 6 y 7 años, de forma sencilla y manejable. 

Por último, a la hora de realizar un análisis de aula, que es el que nos ocupa en este trabajo, cabe destacar que Jacob Levy Moreno (1954) establece seis fases que deben seguirse para que la investigación sea lo más fructífera posible:

  1. Obtención de datos relevantes y significativos acerca del objeto de estudio.
  2. Elaboración de las cuestiones pertinentes y oportunas a responder por los docentes.
  3. Realización del test sociométrico a los niños del aula.
  4. Construcción de las matrices sociométricas.
  5. Realización de los sociogramas.
  6. Estudio de los resultados obtenidos.

3. Estudio empírico

3.1. Objetivos

Por otra parte, es importante establecer los objetivos generales de esta investigación, que son: observar, conocer y analizar socialmente a los integrantes del aula; organizar socialmente el aula y trabajar dinámicas de grupo como tratamiento de los problemas sociales que puedan encontrarse.

Como objetivos específicos vamos a proponer los siguientes:

  1. Recopilar información sobre el objeto de estudio mediante la realización de preguntas al docente y del test sociométrico a cada miembro del grupo.
  2. Observar las interacciones sociales entre el alumnado del primer curso de Educación Primaria mediante un test sociométrico.
  3. Analizar y conocer los aspectos, elementos y factores que influyen en el clima del aula, a través de la realización de un estudio sociométrico.
  4. Plantear una intervención basada en dinámicas de grupos considerando los resultados obtenidos del estudio sociométrico.
  5. Promover un clima positivo en el aula, fomentando la tolerancia, la confianza y el bienestar de los alumnos en general.
  6. Valorar la utilidad y la eficacia de la intervención mediante una evaluación final basada en la observación directa de las relaciones entre el grupo de alumnos del aula y en la repetición del análisis sociométrico.
3.2. Desarrollo

Para llevar a cabo esta investigación, el procedimiento que se va a utilizar es el de Jacob Levy Moreno, por lo que se tendrán en cuenta las fases que éste establece, explicadas anteriormente, y una serie de criterios.

En primer lugar, será necesario hacer una pequeña entrevista a la tutora de la clase, que me permita conocer algún dato interesante y significativo del grupo, para realizar después un test sociométrico adaptado a los alumnos. A la hora de elaborar los cuestionarios se han tenido muy presentes los criterios de elección de Jacob Levy, que establecen que las cuestiones tienen que apuntar a realidades precisas y bien definidas, de manera que podamos comprender la configuración del aula en términos académicos, sociales, o lúdicos. En esos test se les hará preguntas en las que los niños expondrán quiénes son sus compañeros preferidos para desempeñar una serie de actividades y quiénes todo lo contrario. Cabe destacar que todo ello se llevará a cabo durante la primera semana de prácticas.

A continuación, con esos datos se construirá una matriz sociométrica para cada pregunta, con el objetivo de elaborar posteriormente los sociogramas que nos permitirán examinar las preferencias y los rechazos de cada sujeto del grupo para diversos ámbitos de sus vidas en conjunto. Se procederá a interpretar los sociogramas para buscar soluciones a partir de la información que nos proporcione. Las soluciones consistirán en dinámicas de grupos, que se ajustarán a las necesidades existentes.

Por último, se realizará un segundo test sociométrico para comprobar la eficacia de las dinámicas de grupo llevadas a cabo que tendrá lugar durante mi última semana de prácticas en el colegio.

3.3. Participantes

Los participantes de esta investigación antropológica serán, además de la tutora de la clase y la orientadora del centro, los 17 alumnos que forman la clase de primero de primaria, ya que el objeto de estudio son las interacciones sociales entre ellos, y la convivencia de la que éstas surgen. De esos 17 alumnos, 8 son niños y 9 son niñas, la mayoría de clase social media y de los cuales un pequeño porcentaje proceden de familias inmigrantes. Concretamente hay dos niñas de etnia gitana que proceden de Rumanía. Una de ellas ha sido escolarizada por primera vez este curso, y la otra, sin embargo, lleva en el centro educativo desde los 3 años. El resto del grupo se conoce desde los tres años, puesto que han coincidido en Infantil. En cuanto al nivel curricular, todos son bastante semejantes, dentro de la normalidad, menos la niña con falta de escolarización previa, cuyo nivel es de 4 años, puesto que no sabe leer, tiene problemas con el idioma y en cuanto al área de matemáticas, solo conoce los números del 1 al 10. También cabe destacar el caso de un niño que, aunque sabe leer, y tiene un desarrollo cognitivo normal, se caracteriza por ser rebelde y por negarse en numerosas ocasiones a prestar atención a las explicaciones de la tutora siendo consciente de ello en todo momento.

3.4. Instrumentos

Para conseguir los objetivos planteados, serán imprescindibles el test sociométrico, la matriz sociométrica, y una representación gráfica de todos los sociogramas que se elaboren. Con la ayuda del test sociométrico, podremos observar el nivel de cohesión y la estructura de los componentes del aula, así como la posición social en la que se encuentra cada sujeto, ya que constará de ocho preguntas que se formularán a cada miembro del grupo, relacionadas con sus preferencias a la hora de elegir o rechazar a sus compañeros (Levy Moreno, 1954, citado en Cukier, 2005).

Para poder analizar e interpretar los datos obtenidos del test sociométrico, será de gran utilidad elaborar una matriz sociométrica, que refleja las elecciones y los rechazos de los alumnos de la clase en cuestión a modo de tabla de doble entrada donde van situados tanto en la primera fila como en la primera columna, los números de lista de todos los componentes del grupo, o en su defecto la letra del abecedario correspondiente a dichos números, colocando verticalmente a los electores y en horizontal a los elegidos. En el resto de los recuadros se colocan los datos extraídos de los cuestionarios, de manera que aquellos recuadros en los que concurran los números pertenecientes al elegido y al elector serán señalados (Castell, 1982). Cabe destacar que, en algunas ocasiones, las preguntas requieren dos individuos en cada respuesta, y antes de entregar a los destinatarios los cuestionarios se les aclara si es importante el orden en que los nombres de dichos individuos vayan escritos, o no. En este caso no se va a tener en cuenta ese orden. Por último, señalar que se debe hacer una matriz para cada pregunta realizada en el test, porque en las respuestas de más de una pregunta podrían coincidir varios alumnos a la vez.

Una vez realizadas todas las matrices pertinentes, se confeccionarán los sociogramas, que son representaciones gráficas que nos muestran con símbolos visuales la posición social de cada miembro, de manera que su lectura es más sencilla (Bezanilla, 2011). Es necesario elaborar un sociograma para cada pregunta realizada en el test, debido a que los resultados son únicos y diferentes en cada persona. (Ugazio, 2011). Para ello, hay que tener en cuenta la simbología necesaria:

Teniendo en cuenta que el triángulo representa a una niña, y el círculo a un niño, dentro de cada símbolo se sitúa el número de lista que corresponde a cada alumno, y de esta manera podemos conocer su posición social en el grupo (Wasna, 1974). Ejemplo:

  • En general, cuando se vuelve a aplicar posteriormente un cuestionario, existen niños que se han dado de baja y ya no pertenecen al grupo. Es importante saber que esos niños no se omiten, sino que se representan con un símbolo con líneas discontinuas. (Wasna, 1974). Ejemplo:

 

En el caso de que un niño se elija a sí mismo en una pregunta, no se coloca ninguna flecha para indicarlo, sino que el borde del símbolo que corresponda (círculo o triángulo) será más grueso (Wasna, 1974). Ejemplo:

Cuando se conocen de antemano qué alumnos han tenido algún problema de tipo social o necesidades educativas especiales, si al docente le interesa diferenciar los símbolos correspondientes a esos niños se pueden marcar con un color distinto. (Wasna, 1974). Ejemplo:

 

Se delimitan unos grupos de interacción de otros encerrándolos mediante líneas, si se desea. Para diferenciarlos aún mejor, pueden marcarse con diferentes colores, o usarse flechas de distinto color para cada grupo.

Ejemplo de sociograma de elaboración propia:

Teniendo esto en cuenta, debemos saber que en los sociogramas se diferencian dos tipos de configuraciones. Por un lado, las configuraciones individuales son aquellas que surgen de las elecciones y los rechazos que hacen los alumnos, y por el otro, las configuraciones grupales son una visión general del conjunto del grupo representado en el sociograma. En ellas se pueden apreciar la existencia de subgrupos y las formas que adoptan (Cornejo, 2003, p. 31):

  • Pareja: subgrupos formados por dos sujetos elegidos recíprocamente. Ejemplo: 

  • Cadena: subgrupos formados a partir de una serie de elecciones sucesivas. No tienen que ser necesariamente mutuas. Ejemplo:

  • Triángulo: subgrupos que están formados por tres sujetos elegidos recíprocamente entre sí se denominan triángulo. Ejemplo:

  • Cliqué: Cuando tres o más individuos se eligen entre sí de manera recíproca Ejemplo:

  • Islas: aquellos niños no elegidos por ningún compañero.

Volviendo a las configuraciones individuales a las que hacíamos alusión anteriormente, cabe explicar que existe una gran variedad de calificaciones para denominar a los sujetos en particular (Cornejo, 2003, pp. 31-32):

  • Popular: individuo que obtiene muchas elecciones de sus compañeros.
  • Líder sociométrico: Sujeto con mayor influencia en el grupo social.
  • Olvidado: Individuo que no obtiene ninguna elección.
  • Rechazado: Sujeto que al que rechazan muchos miembros del grupo. Puede ser parcial, (recibe más rechazos que elecciones) o integral (percibe solamente rechazos.)
  • Ignorado: Se define como aquel sujeto que elige a miembros del grupo y sin en embargo él no recibe ninguna elección.
  • Eminencia gris: Es rechazado o ignorado por todos los miembros del grupo, pero elegido por el popular.
  • Aislado: Ni elige ni es elegido.
3.5. Procedimiento

Como ya se ha mencionado, este estudio se hará siguiendo el método del psiquiatra Jacob Levy Moreno, quien establece una serie de condiciones, recogidas en la obra Pedagogía social y sociología de la educación de Pérez Serrano (1984). Entre esas condiciones encontramos que consideraba fundamental que los niños se conocieran mutuamente y hubieran convivido antes. Otro requisito es que las preguntas que se realizan en los cuestionarios deben ser lo más concretas posibles, especificando bien el contexto. Además, hay que tener en cuenta la edad de los destinatarios, puesto que deben ser formuladas de manera que sean comprendidas por todos. Otro aspecto a tener presente, es que las respuestas son confidenciales.  En base a estos criterios, se muestran las preguntas planteadas en la entrevista a la tutora de la clase:

  1. ¿Qué alumno o alumna piensas que es más aplicado o aplicada en términos académicos?

  2. ¿Qué alumno o alumna piensas que es menos aplicado o aplicada en términos académicos?
  3. ¿Qué alumno o alumna crees que es el/la líder de la clase?
  4. ¿Qué alumno o alumna consideras que es más rechazado/a por sus compañeros?
  5. ¿Piensas que se han formado otras agrupaciones dentro del grupo de clase?

Una vez obtenida la información necesaria de la tutora, se realizará el siguiente test a los niños, teniendo en cuenta también la opinión de la orientadora del centro. Antes de entregar a los sujetos las hojas con los cuestionarios, se les leerá las preguntas y se aclararán las posibles dudas. El test realizado por los miembros del grupo es el siguiente:

  1. ¿A qué dos niños o niñas de la clase elegirías para hacer las tareas que te marca tu profesora?
  2. ¿A qué dos niños o niñas de la clase no escogerías para realizar las tareas que te marca tu profesora?
  3. ¿A qué dos niños o niñas acudirías para jugar en el recreo?
  4. ¿Con que dos niños o niñas preferirías no jugar en el recreo?
  5. ¿Conoces a algún niño o niña de la clase al que traten mal tus compañeros?
  6. ¿Conoces a algún niño o niña de la clase que trate mal a sus compañeros?
  7. ¿A quién le contarías un secreto?
  8. ¿A quién no le contarías un secreto?

Una vez realizados los test, el siguiente paso consiste en construir la matriz sociométrica. A continuación, se muestran las matrices en el orden correspondiente al de las preguntas del test:

El siguiente paso es la construcción de los sociogramas, uno para cada pregunta del test, es decir, ocho. Cabe destacar que los signos serán diferentes a los indicados anteriormente, porque para la realización de los sociogramas se ha empleado un programa informático que representa los niños, las niñas y las interacciones de elecciones y rechazos de forma diferente: los círculos de color rosa simbolizan a las niñas, los cuadrados de color azul a los niños, y las flechas a las relaciones de rechazo o atracción. Utilizaremos las de doble punta verdes para señalar aquellas elecciones de aceptación mutuas, y las de doble punta rojas para indicar las elecciones de rechazo también mutuas. El programa informático que se va a utilizar es Group Dynamics creado en 2012 por Simone Capretti. El orden en que se muestran es el correspondiente al de las preguntas del test:

3.6. Análisis de los resultados

A continuación, explicaré a grandes rasgos qué situaciones es necesario mejorar en el aula: observamos que la posición social que ocupan los miembros del grupo a la hora de realizar tareas de clase parece estar influenciada por los sentimientos de amistad, y no por los resultados académicos, ya que tanto las preferencias por determinados compañeros, como los rechazos concuerdan en las situaciones formales e informales. Por otra parte, observamos que existen una serie de niños y niñas con los que los demás componentes del grupo prefieren no jugar ni estudiar. Son I, A, H y Ñ. Por otro lado, hay que destacar el caso de L, la alumna de origen rumano que no domina el castellano y no ha estado escolarizada previamente. Es la excepción a la afirmación anterior de que no miran tanto los resultados académicos a la hora de seleccionar compañía, puesto que la rechazan para realizar las tareas, pero no para jugar. Otro aspecto importante que se observa en los sociogramas es que muchos niños concuerdan en que H y Ñ tratan mal a sus compañeros, en concreto a I y a A, y que precisamente son H, I y Ñ son los integrantes del aula en quien menos confían los demás.

3.7. Dinámicas de grupo

Una vez realizado el análisis de las relaciones sociales que tienen lugar en el aula, es necesario modificar el clima y aquellos aspectos que requieren de cierta ayuda para cambiar y mejorar. Para ello se han planteado una serie de técnicas y de dinámicas de grupo, siguiendo el modelo propuesto por Gonzalo Marrero Rodríguez. Hay cinco tipos de dinámicas (de presentación, de formación de grupos, de conocimiento de sí mismos, de animación y de trabajo o estudio).

La dinámica o dinámicas que vamos a elegir van a depender de las circunstancias que caractericen al grupo estudiado. En nuestro caso, ha sido necesario trabajar todos los tipos de dinámicas, dos veces a la semana durante los tres meses que han durado los Prácticums. Para su realización se han empleado los diez últimos minutos de clase. En total se han realizado ocho dinámicas diferentes, por lo que se han repetido una vez transcurrido un margen de tiempo significativo. En este caso vamos a mencionar una como ejemplo (Ciudad Real, G. y Martínez, M.,2015).:

  • Título: Somos cavernícolas.
  • Lugar: Aula.
  • Material: Ninguno.
  • Objetivo: Reducir estrés, agobio o rutina y fomentar la participación mediante un juego de alegre y divertido.
  • Tipo de dinámica: Animación.
  • Organización: Gran grupo.
  • Desarrollo: La docente presenta la actividad a los alumnos, y les explica todo lo que haría un niño cavernícola antes de ir al colegio, a medida que se van incorporando niños imitando aquello que se les va explicando. Al final todos colaboran en la representación o juego simbólico.
  • Observaciones: Todos han sentido que formaban parte del grupo y todos eran útiles para lograr un mismo objetivo, al mismo tiempo que se divertían.
3.8. Segundo análisis

Con el objetivo de comprobar la eficacia de las dinámicas de grupo llevadas a cabo, se realizará un segundo estudio sociométrico siguiendo el mismo procedimiento de la primera vez, con las mismas preguntas del test. La única diferencia es que esta vez no será necesaria una segunda entrevista a la tutora.

Pasamos directamente a analizar los sociogramas obtenidos: 

Observamos que las técnicas utilizadas no han inducido a los niños a cambiar sus preferencias por determinados compañeros a la hora de realizar las tareas de clase, de jugar en el recreo o de confiar algún secreto, sino que han influido en las respuestas que implican rechazar a compañeros para las situaciones mencionadas. Podemos apreciar como los niños ya no rechazan a dos compañeros, sino a uno o a ninguno.  L continúa siendo rechazada para realizar las tareas escolares, aunque también es cierto que respecto al primer sociograma se han reducido los rechazos significativamente, al igual que ha sucedido con I y con A. De I hay que destacar que, a diferencia de la primera vez, ya no lo ha señalado nadie como alumno maltratado, pero no ocurre lo mismo con A. H continúa siendo la más rechazada y varios compañeros siguen pensando que trata mal a los demás, sobre todo a A, que sigue siendo señalado como el alumno maltratado. H e I han mejorado su posición social aun habiendo sido escogidos por algunos compañeros, ya que antes de realizar las dinámicas de grupo ambos habían sido rechazados por nueve y seis integrantes respectivamente. Otra alumna que ha mejorado con creces es Ñ, ya que nadie ha respondido con su nombre a la cuestión a diferencia de la primera vez, que fue nombrada por nueve niños. Sin embargo, A se mantiene en ambos sociogramas en la misma posición.

Conclusiones

Realizar este trabajo ha supuesto una enorme gratificación personal, pues gracias a él he aprendido a aplicar los conocimientos adquiridos en el grado de Maestro en Educación Primaria, a una serie de situaciones reales que han tenido lugar en el centro escolar donde he llevado a cabo los Prácticums III y IV. Pero no solo ha sido satisfactorio por ese motivo, sino también porque se han producido cambios positivos en la convivencia escolar de un grupo de alumnos gracias a este estudio y a las intervenciones efectuadas. Es cierto que aún queda mucho por hacer, y que de haber contado con un margen mayor de tiempo habría continuado sin duda con las técnicas y dinámicas necesarias. Por ello, otro aspecto positivo a señalar es el hecho de haber tomado conciencia sobre la importancia que tiene el clima de aula, puesto que aparte de afectar a las vidas presentes de los niños, también lo harán en su futuro, y por ello, espero aplicar este procedimiento el día de mañana en mi tarea como docente.

Referencias

  • Bezanilla, J.M. (2011). Sociometría: Un método de investigación psicosocial. México: PEI Editorial.
  • Capretti, S. (2013). Group Dynamics (versión 1.2.x). [Software y manual].  Recuperado de http://www.simonecapretti.it/groupdynamics/
  • Castell, R. (1982). El análisis científico de la personalidad y la motivación. Madrid: Editorial Pirámide.
  • Cirigliano, G. y Villaverde, A. (1997). Dinámica de grupos y educación: Fundamentos y técnicas. Buenos Aires: Humanitas.
  • Cukier, R. (2005). Palabras de Jacob Levy Moreno. Vocabulario de citas del psicodrama, de la psicoterapia de grupo y de la sociometría. Sao Paulo: Editora Ágora.
  • Dobarro, A. (2012). Psicología evolutiva y de la educación. [Material de clase].
  • Federación de Enseñanza de CCOO (2001). Convivencia escolar: un enfoque práctico. Madrid: Publicaciones de la Federación de Enseñanza de CC.OO.
  • López, F. (1985). La formación de los vínculos sociales. Madrid: Ministerio de Educación y ciencia.
  • López, V. M. (2009). El sociograma. Una técnica para conocer las relaciones sociales en el aula. Revista de enseñanza y educación. Recursos de formación, 3.
  • Moreno, J. L. (1987). Psicoterapia de grupo y psicodrama. Introducción a la teoría y a la praxis. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Mounoud, P. (2001). El desarrollo cognitivo del niño: Desde los descubrimientos de Piaget hasta las investigaciones actuales. Contextos Educativos. Universidad de Génova.
  • Pérez Serrano, G. (1985). Técnicas sociométricas aplicables a la educación. En Marín Ibáñez, R. y Pérez Serrano, G. (1985). Pedagogía Social y Sociología de la Educación. UNED. Madrid.
  • Ugazio, V. (2001). Historias permitidas historias prohibidas. Buenos Aires: Paidós.
  • Wasna, M. (1974). La motivación, la inteligencia y el éxito en el aprendizaje. Buenos Aires: Kapeluz.
  •  

Webgrafía

  • Ciudad Real, G. y Martínez, M. (2015). Orientación Andújar. Recursos educativos accesibles y gratuitos. Dinámicas de grupo para educación Infantil y Primaria. Recuperado de www.orientaciónandujar.es/2015/01/21/dinamicas-de-grupo-para-educacion-infantil-y-primaria/ (Consulta: 2 de junio de 2015)
  • Cornejo, J., M. (2003). Análisis sociométricos. Departamento de Psicología Social. Universidad de Barcelona. Recuperado www.ub.edu/dppss/lps/docu/asoc.pdf (Consulta 26 de Marzo de 2015).

 
 
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